viernes, 21 de enero de 2022
Con el apoyo del PSOE!!!!....Quo Vadis...????
Roberta Metsola, la presidenta antiabortista que cierra la vía progresista en Bruselas
El sentido común europeo está cambiando, la ola reaccionaria se hace cada vez más fuerte y decisiones como estas refuerzan los marcos discursivos de la derecha.
Por
Adrián Arias
21 enero 2022
Rueda de prensa de la recién elegida presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. Fuente: Multimedia Parlamento Europeo
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20 enero 2022
Adrián Arias
Adrián Arias
Adrián Arias (Xixón, 1988). Abogado. Activista vecinal. Ha sido Presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales en Xixón (2016-2020) y en la actualidad es asesor de la Delegación de IU-GUE/NGL en el Parlamento Europeo.
Esta semana, el Parlamento Europeo ha sido noticia por la elección de la presidencia de la Eurocámara, que ha venido a coincidir temporalmente con el fallecimiento del anterior presidente David Sassoli. En el Europarlamento existe un curioso esquema que provoca que, a mitad de mandato, muchos de los puestos importantes del organigrama se vuelvan a escoger, incluidas presidencias y vicepresidencias. Estas “elecciones” de mitad de mandato tenían que resolver un elemento crucial para la estrategia política de los partidos europeos. En 2019, populares, socialdemócratas y liberales configuraron una “Gran Coalición” por la que se repartieron las principales jefaturas a nivel comunitario. El Parlamento caía en manos de socialdemócratas, la Comisión en los populares y el Consejo para los liberales.
Esta “Gran Coalición” ha operado durante toda esta primera mitad de mandato, forjando los principales consensos a nivel europeo y creando un cordón sanitario ante la extrema derecha. Pero ese cordón también ha generado una exclusión de facto para La Izquierda y los Verdes en los principales acuerdos europeos. Lo que en muchas capitales europeas se forjaba como un avance de la tríada progresista, en Bruselas seguía bloqueado.
La tentación de avanzar en un acuerdo progresista
Fruto del acuerdo de la “Gran coalición”, en esta mitad de mandato, la presidencia del Parlamento Europeo debía cambiar de manos socialdemócratas a manos populares. Esta entente estuvo a punto de saltar por los aires debido a varios factores: una parte de los socialistas no se encontraban cómodos con ese pacto, los populares habían perdido importantes gobiernos europeos y la candidata del Partido popular europeo era Roberta Metsola.
Se ha rumoreado mucho con que ha sido más que una intención la expresada por David Sassoli de disputar la presidencia a mitad de mandato, dando por finalizada la “Gran Coalición”. Intención o no, la enfermedad del expresidente Sassoli lastraba seguramente esos planes y la mano de hierro de la española Iratxe García (presidenta de los socialdemócratas europeos y portavoz parlamentaria) había acabado con la revuelta interna.
Aún así, un inesperado vuelco produjo que la atención volviera a la sesión de Estrasburgo, y sobre todo a la bancada socialista.
Roberta Metsola, una antiabortista apoyada por socialistas frente a Sira Rego de La Izquierda
El acuerdo de socialistas, populares y liberales pasaba por darle la presidencia a Roberta Metsola. Roberta, maltesa de 43 años, de moderno estilo europeo, traía tras de sí una importante mochila: su posición antiabortista y sus reiteradas votaciones en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Que, a estas alturas del partido, una candidata a la principal estructura democrática de la Unión Europea asumiera los postulados del pensamiento medieval que sigue defendiendo Malta sobre el aborto rechinaba por todos los pasillos de Bruselas. Y que además socialdemócratas y liberales le dieran su apoyo, mucho más.
Sira Rego, eurodiputada de Izquierda Unida. Foto: Twitter.
A esa tensión, contribuyó que la única candidata progresista fuera la española Sira Rego, portavoz de Izquierda Unida y una apuesta ambiciosa por parte de La Izquierda. Una candidata feminista y de un marcado perfil activista, para enfrentarse a una antiabortista. En las filas socialistas el nerviosismo era evidente. El voto a la presidencia es un voto secreto y en Estrasburgo los sobresaltos son muy sonados cuando el sentido del voto no es público. El voto progresista tenía un nombre: Sira Rego.
“El voto progresista tenía un nombre: Sira Rego”
De manera repentina, Los Verdes, que habían decidido no presentar candidatura, impulsaron la candidatura de la sueca Alice Kuhnke. Todo ello, tras intensos rumores de que la jerarquía del partido Verde europeo había pactado con Roberta Metsola ciertos puestos intermedios en la mesa del Parlamento Europeo.
Una presidencia que gusta a los obispos europeos, apoyada por PSOE y Vox y que cierra la vía al pacto progresista
Finalmente, tras las presiones de la dirigencia socialista a los suyos, la repentina candidatura de los Verdes y el apoyo de una parte importante de la extrema derecha (Vox, por ejemplo) al acuerdo entre PP, PSOE y liberales, Metsola era elegida presidenta en primera vuelta. Qué incomodidad para los socialistas españoles tener que explicar un voto coincidente con Vox.
“El mensaje que se envía es el siguiente: ‘La Gran Coalición perdura’. Hoy quienes no quieren que nada en el statu quo europeo cambie están de enhorabuena”
Más allá del gran acuerdo que, además de la presidencia, reparte 11 de las 14 vicepresidencias entre populares, socialdemócratas y liberales. El mensaje que se envía es el siguiente: “La Gran Coalición perdura”. Hoy quienes no quieren que nada en el statu quo europeo cambie están de enhorabuena. Los socialistas europeos han entregado todas las presidencias a la derecha. Parlamento, Consejo, Banco Central Europeo y Comisión Europea hoy son de la derecha. Mientras que los principales gobiernos de la UE los encabezan socialistas con acuerdos progresistas, como por ejemplo en España.
Todo ello, en un ambiente de permanente tensión por la amenaza de la extrema derecha. El sentido común europeo está cambiando, la ola reaccionaria se hace cada vez más fuerte y decisiones como estas refuerzan los marcos discursivos de la derecha. Ya sea por comprar los bulos a la derecha, buscar de nuevo a la desesperada los votos de Ciudadanos o por votar a la presidencia antiabortista, alguien en la familia socialista debería reflexionar.
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