Cien pasos por delante....

Proyecto Sindicato - Volver a casa Project Syndicate Logo Reguladores chinos den a empresas de AI una mano de ayuda 3, octubre 2023 Angela Huyue Zhang Si bien China fue un primer movimiento en la regulación de la IA generadora, también apoya mucho la tecnología y las empresas que la desarrollan. Las firmas chinas de IA podrían incluso tener una ventaja competitiva sobre sus contrapartes estadounidenses y europeas, que se enfrentan a fuertes vientos de frente regulatorios y proliferan los desafíos legales. Si una firma tecnológica china quiere aventurarse en inteligencia artificial generativa, está destinada a enfrentar obstáculos significativos derivados del estricto control gubernamental, al menos de acuerdo con las percepciones populares. China estaba, después de todo, entre los primeros países en introducir legislación que regulaba la tecnología. Pero una mirada más cercana a las llamadas medidas provisionales sobre la IA indica que lejos de obstaculizar la industria, el gobierno de China está tratando activamente de reforzarla. Autos huelgas y cambio climático mazzucato57_Bill PuglianoGetty Images_uaw Cultura 3 Autos huelgas y cambio climático Mariana Mazzucato & Damon Silvers explicar por qué la transición a una economía neta cero no puede ocurrir sin el empoderamiento de los trabajadores. Esto no debería sorprender. China, ya líder mundial en IA (que está formando sólo en Estados Unidos), China tiene grandes ambiciones en el sector y los medios para asegurar que su panorama legal y regulatorio fomente y facilita la innovación indígena. Las medidas provisionales sobre la IA generadora reflejan esta motivación estratégica. Sin duda, un anteproyecto de la legislación dada a conocer por la Administración del Ciberespacio de China (CAC) incluía algunas disposiciones de gravamen. Por ejemplo, habría requerido a los proveedores de servicios de IA para asegurarse de que los datos de capacitación y los productos del modelo fueran "verdos y exactos", y dio a las empresas sólo tres meses para recalibrar los modelos fundacionales que producen contenido prohibido. Pero estas reglas se diluyaron significativamente en la legislación final. Las medidas provisionales también redujeron significativamente el ámbito de aplicación, centrándose únicamente en las empresas de orientación pública y exigiendo una evaluación de la seguridad basada en contenidos únicamente para quienes ejercen influencia sobre la opinión pública. Si bien la aprobación de las autoridades reguladoras sí implica costos adicionales y cierto grado de incertidumbre, no hay razón para pensar que los gigantes tecnológicos chinos con sus bolsillos profundos y la fuerte capacidad de cumplimiento se disuadrán. Tampoco hay razones para pensar que el CAC buscaría crear controles innecesarios: apenas dos semanas después de que entraran en vigor las medidas provisionales, la agencia dio luz verde a ocho compañías, entre ellas Baidu y SenseTime, para lanzar sus chatbots. En general, las medidas provisionales promueven un enfoque regulatorio cautez y tolerante, que debería calmar las preocupaciones de la industria sobre los posibles riesgos políticos. La legislación incluye incluso disposiciones que fomentan explícitamente la colaboración entre las principales partes interesadas de la cadena de suministro de IA, lo que refleja el reconocimiento de que la innovación tecnológica depende de los intercambios entre gobierno, industria y academia. Suscríbete a PS Digital General-Onsite_Digital_1333x1000 Suscríbete a PS Digital Acceda a cada nuevo comentario de PS, todo nuestro conjunto de contenido exclusivo de suscriptores On Point, incluyendo lecturas más largas, entrevistas de Insider, Big Picture/Big Question, y Say More y el archivo completo de PS. Suscribirse ahora Así que, si bien China fue un primer movimiento en la regulación de la IA generadora, también apoya altamente la tecnología y las empresas que la desarrollan. Las firmas chinas de IA podrían incluso tener una ventaja competitiva sobre sus contrapartes estadounidenses y europeas, que se enfrentan a fuertes vientos de frente regulatorios y proliferan los desafíos legales. En la Unión Europea, la Ley de Servicios Digitales, que entró en vigor el año pasado, impone una serie de obligaciones de transparencia y de la debida adhesión a las grandes plataformas en línea, con sanciones masivas para los infractores. El Reglamento General de Protección de , la ley de privacidad y seguridad más dura del mundo, también amenaza con tropezar con las empresas de IA. Ya, OpenAI - la empresa detrás de ChatGPT está bajo escrutinio en Francia, Irlanda, Italia, Polonia y España por supuestos incumplimientos de las provisiones del RG-PIB, y las autoridades italianas a principios de este año llegan a detener las operaciones de la empresa temporalmente. Es probable que la Ley de IA de la UE, que se espera que esté finalizada a finales de 2023, ensillara a las empresas con una serie de compromisos onerosos previos al lanzamiento para aplicaciones de IA. Por ejemplo, el último proyecto aprobado por el Parlamento Europeo requeriría que las empresas proporcionaran un resumen detallado del material de derechos de autor utilizado para formar modelos, un requisito que podría dejar a los desarrolladores de IA vulnerables a las demandas. Las firmas estadounidenses saben de primera mano lo gravoso que pueden ser este proceso legal. El gobierno federal de EE.UU. aún no ha introducido una regulación integral de la IA, y la regulación estatal y sectorial existente es desigual. Pero destacadas compañías de IA como OpenAI, Google y Meta están lidiando con litigios privados relacionados con todo, desde la violación de derechos de autor hasta violaciones de privacidad de datos, difamación y discriminación. Los costos potenciales de perder estas batallas legales son altos. Más allá de las fuertes multas, las empresas podrían tener que ajustar sus operaciones para cumplir con los remedios estrictos. En un esfuerzo por prevenir nuevos litigios, OpenAI ya está tratando de negociar acuerdos de licencias de contenido con los principales medios de comunicación para datos de capacitación en IA. Las empresas chinas, por el contrario, probablemente pueden esperar que tanto las agencias reguladoras como los tribunales, siguiendo las directivas oficiales del gobierno central, adopten un enfoque indulgente con las infracciones legales relacionadas con la IA. Eso es lo que pasó cuando la industria de la tecnología de consumo estaba empezando. Nada de esto quiere decir que el enfoque regulatorio centrado en el crecimiento de China sea el correcto. Por el contrario, el hecho de que el gobierno no proteja los intereses legítimos de los ciudadanos chinos podría tener consecuencias a largo plazo para la productividad y el crecimiento, y proteger a las grandes empresas tecnológicas de la rendición de cuentas amenaza con afianzar aún más su posición dominante en el mercado, en última instancia sofocando la innovación. Sin embargo, parece claro que, al menos a corto plazo, la regulación china actuará como facilitadora, en lugar de impedimento, para las empresas de IA del país.