Abundan...pero no dañan, excepto la cartera.
Cirsión, ¿el vino perfecto?
¿Existe el vino perfecto? ¿Cómo podríamos definir la perfección en un vino?. Preguntas difíciles de contestar. Si hiciéramos una (restrictiva) aproximación al término “perfección” a través del rigor y la aplicación del método científico al proceso productivo, la permanente intención de mejora, la busca de la excepcionalidad, es posible que el proyecto Cirsion (o más bien Roda como empresa) se aproximara en la medida de lo razonable. Obviamente, el resultado final (sus vinos), difícilmente alcanzarán dicho calificativo (menos mal, porque sino ya no habría nada más allá) dado el componente de subjetividad que (incluso en el análisis que pretende ser más objetivo y neutral) siempre acontece en cualquier juicio que dictamina un ser humano. En el caso del disfrute de un vino, tal vez más. Desde un punto de vista hedonista, a unos gustará más y a otros menos, generará un placer dispar para la gente que lo consuma. Lo que seguramente sea menos discutible es el componente intelectual y los objetivos de perfeccionismo que residen detrás del proyecto (empresarial) de Roda.
En el dossier que nos entregan de presentación de la bodega se nos dice: “Pocas veces se puede llevar a cabo un sueño tal y como se había imaginado. Casi nunca encontramos un proyecto que vea la luz sin sufrir profundos cambios. Roda es uno de estos casos excepcionales en los que la voluntad de los soñadores se impone a la realidad. Su sueño estaba muy claro: sabían que querían hacer un Rioja excepcional, fuera de lo común, y no pensaban escatimar recursos ni esfuerzos para conseguirlo. El objetivo de Bodegas Roda es buscar la perfección en cada fase de la elaboración del vino, desde la preparación de la tierra que acoge las cepas hasta la última etapa de la crianza. Esta búsqueda requiere investigación continua y, sobretodo, experimentar con la vid y con el vino. Estos ensayos pasan siempre por delante de la propia producción, que no crece en cantidad sino en calidad”. Yo no sabría decir si el proyecto parte de un sueño o de una elevada asunción de riesgos (¿es lo mismo?). Lo cierto es que la inversión observada implica, al menos desde un punto de vista empresarial, prever rentabilidades (monetarias que no de reconocimiento social) a muy largo plazo lo que ya nos da una idea de la implicación (también emocional) de los propietarios en dicho proyecto.
Sigue diciéndonos el dossier que “La historia de la bodega nos lleva al año 1987 en el que Mario Rotllant llegó a la Rioja decidido a llevar adelante su sueño: fundar su propia bodega. Contagió su entusiasmo a un equipo que se convertirían en los pilares del proyecto: Agustín Santolaya, que tomaría las riendas, Isidro Palacios, que asumiría el cuidado de los viñedos y Carlos Díez responsable de la enología y la bodega. Eligieron Haro, la cuna del Rioja, para empezar a trabajar. Se instalaron en el barrio de la Estación y construyeron una bodega ejemplar, mezclando la tradición de los calados excavados profundamente en la roca y la tecnología más vanguardista. Su idea de obtener la producción de una única finca, al estilo de los “châteaux” franceses, fue más difícil de lo previsto dada la escasez de fincas que tuvieran todas las características que buscaban. Encontrar las viñas adecuadas requirió largos meses de análisis, estudiar diferentes suelos y su paisaje. Finalmente se eligieron 17 zonas distintas de viñedos con características comunes: cepas viejas enraizadas en tierras pobres y con gran vocación vitícola, capaces de dar todas ellas grandes vinos por separado. Los primeros años de trabajo se caracterizaron por no alcanzar el resultado que buscaban. Durante esas cosechas los mostos obtenidos no eran dignos de los vinos que se querían hacer, y por consiguiente se vendieron a otras bodegas. No fue hasta 1992 que consiguieron el producto que esperaban: el primer Roda 92”. Agustín Santolaya comenta al respecto: “queríamos que desde el principio los nuestros fueran grandes vinos, pues la calidad imprime el valor de la marca”. Ese primer vino no se comercializó hasta 1996 cuando apareció el primer Roda, una marca que surgió de la unión de los nombres de Mario Rotllant y Carmen Daurella. Así pues, sólo 10 años después de iniciado el proyecto vio la luz el primer vino, según la bodega, digno de llevar el nombre de Roda.
La historia (corta pero enormemente intensa) de Roda daría para escribir un buen número de artículos (esperemos que el propio Agustín se anime algún día a escribirnos alguno para los foreros de Verema). Podríamos destacar temas tales como la elección de los viñedos (pagos) de 17 zonas diferentes según matices peculiares (altitud, orientación, tipo de suelo) cuyos frutos van a vinificar en 17 tinas (una para cada pago) de roble francés; la elección de viñedos de más de 30 años, en un momento en el que una gran parte de las bodegas estaban apostando por la productividad de las viñas jóvenes; la opción de una viticultura sostenible como lema que rige el cuidado de los viñedos; el control de enfermedades y plagas (incluyendo la radiestesia como método de diagnóstico de las enfermedades de las viñas y su tratamiento con infusiones de plantas medicinales); el estudio preciso de la maduración del fruto (para lo que se establece un protocolo meticuloso de la cata de uvas y pepitas); la vendimia en cajas y la selección manual de los racimos en bodega; la selección de los robles para la crianza; la apuesta permanente por la investigación (liderando proyectos europeos acogidos al programa “Eureka” e “Iberoeka”, entre otros),….
No obstante, en este artículo nos interesa hablar del proyecto Cirsion. No olvidemos que el Cirsion 2001 fue elegido por los foreros de Verema como el mejor vino del año 2003. Tras este vino siempre ha habido un tanto de explicaciones “discutibles” y otro tanto de secretismo que ha redundado en su carácter más misterioso y diferente de los vinos (grandes) que se venían haciendo en Rioja. En palabras de Agustín Santolaya, “años atrás detectamos que algunas cepas de tempranillo de viñedos muy viejos alcanzaban un proceso de maduración especial, distinto al resto dando lugar a una polimerización de los taninos en la propia viña. De esta forma cada cepa se convierte en bodega, permitiéndonos acortar el periodo de crianza y evitando que la madera robe sensaciones al vino”. Su resultado, Cirsion, debe su nombre al latín Cirsium y griego Kirsion, el cardo, emblema de la bodega. Cirsion es el vino más alto de la gama Roda y también el que realiza una crianza más corta. Se elabora exclusivamente con tempranillo y el proceso de elaboración, como ya hemos dicho, es uno de los secretos mejor guardados de la bodega. El resultado es un vino que, cuanto menos, es diferente, en el que se intentan complementar diferentes elementos y conceptos: frutas, minerales, balsámicos, volumen, potencia, sedosidad, persistencia y frescura. Las añadas que han salido al mercado hasta este momento de Cirsion han sido 1998, 1999, 2000, 2001, 2003, 2004, 2005 y 2006.
Tras una memorable cata vertical de todas esas añadas realizada en la propia bodega el pasado 3 de octubre, paso a comentaros las características de las añadas (según la bodega) y mis impresiones de cata de cada vino. Espero que sean de vuestro interés:
Cirsion 1998
Características de la añada: Influencia mediterránea. Año de verano seco y muy caluroso que provocó situación de sequía. Septiembre fue lluvioso y octubre seco 517,7 mm de precipitación en el año vitícola.
Comentarios de cata: Rojo violáceo con ribete ligeramente anaranjado. Algo cerrado en nariz, inicialmente. Frutas negras y en licor. En boca es vinoso, con una acidez notablemente marcada. Final muy vivo.
Cirsion 1999
Características de la añada: Influencia Atlántica. El año del ciclo corto. 36 días con temperaturas por debajo de 0ºC durante el invierno. 478,6 mm de precipitación en el año vitícola. Helada el 16/04, alcanzado -4,5º que asoló la región. Lluvias en septiembre y buen mes de octubre. Producción muy baja. Precios desorbitados de la uva.
Comentarios de cata: Rojo violáceo de capa media. En nariz muestra una gran sutilidad (muestro y oculto), seductor. De nuevo, predomina la fruta negra. Estructurado, buena acidez final y taninos muy marcados.
Cirsion 2000
Características de la añada: Influencia mediterránea. Enorme sequía en verano (14 días superaron los 30ºC). 482,5 mm de precipitación en el año vitícola. Excelente respuesta de viñedos sistema radicular profundo, especialmente los viejos con poca producción. Invierno lluvioso, primavera normal y verano muy seco.
Comentarios de cata: Rojo oscuro de capa media. Muy expresivo en nariz, con notas frutales, cueros, animales, muy floral. En boca se muestra amplio y con un final amable. Acidez menos marcada que las añadas anteriores.
Cirsion 2001
Características de la añada: Excelente cosecha, madurez perfecta. 473mm de precipitación en el año vitícola. Invierno lluvioso. Primavera seca y calurosa. Corrimiento de flor, racimos sueltos. Verano con humedad suficiente. Excelente otoño.
Comentarios de cata: Rojo picota de capa media-alta. Destaca por su gran equilibrio en nariz (un poco de todo lo que debe tener un gran vino). En boca es un vino bien estructurado, complejo, con una buena integración entre los taninos de la fruta y el aporte de la barrica.
Cirsion 2003
Características de la añada: Influencia mediterránea. 40ºC a la sombra el 1/08. 32.5ºC temperatura media máxima en verano. Invierno muy lluvioso. (Lluvia y nieve) 529,3mm de precipitación en el año vitícola. Excelente primavera y brotación excelente. Gran expresión vegetativa. Verano históricamente cálido que provocó gran exigencia hídrica. Los viñedos viejos se comportaron bien. Lluvias en septiembre durante la primera quincena. La vendimia mejoró al final.
Comentarios de cata: Rojo oscuro de capa media-alta. Mucho más goloso en nariz que las añadas anteriores. Destacan las notas de fruta roja, por encima de la negra. Glicérico. En boca se muestra alegre, algo más floral y con una ligerísima astringencia final. Final de boca algo más corto sus hermanos mayores (por edad).
Cirsion 2004
Características de la añada: Cosecha excelente. La cosecha milagrosa. Invierno húmedo. 445,3mm de precipitación en el año. Buena brotación. Tormentas en agosto, granizo 2 y 3/08. En septiembre lluvias tormentosas y calor que provocaron algunos brotes de botritis (1-10 septiembre). A partir del 11/09 hasta fin de vendimias hizo tiempo seco y soleado con vientos del norte que secaron los brotes de botritis. Los días fueron cálidos y las noches frescas.
Comentarios de cata: Rojo picota de capa media-alta. Gran elegancia en nariz. En boca destaca por su cremosidad, con notas de toffee, frutas negras, monte bajo, balsámico. La entrada en boca es sedosa, con gran carnosidad, taninos muy pulidos y un final bastante largo. Un gran vino para tomar ya y disfrutar viendo su evolución.
Cirsion 2005
Características de la añada: Excelente añada hasta el 12 de octubre que comenzaron las lluvias. Verano seco y sano. 463mm de precipitación en el año vitícola. Maduración perfecta. Septiembre con temperaturas moderadas y noches frescas.
Comentarios de cata: Rojo oscuro de capa alta. Nariz de buena intensidad donde adquieren mayor relevancia que en anteriores añadas las notas de la crianza, ligeros tostados, toffee. Boca poderosa, ligerísima astringencia final que le da mayor recorrido. Seguramente la añada que compraría en este momento para guardar.
Cirsion 2006
Características de la añada: 587mm de precipitación de los cuales 204 se recogieron en el otoño anterior. Buena brotación y buen cuajado. Inicio del verano tormentoso. Desarrollo de abundante masa vegetativa. Agosto muy seco y fresco. Septiembre con altas temperaturas.
Comentarios de cata: Rojo picota de capa alta. De nuevo, la fruta roja predomina entremezclada con notas especiadas (dulces), toffee, maderas nuevas,..En boca es alegre, chispeante, frutal y muy fresco. Final bastante largo.
Cirsion 2007
Características de la añada: El año del mildiu. 627mm de precipitación. 384mm se recogieron en primavera y solamente 5mm entre julio, agosto y septiembre. Ataque de mildiu generalizado en toda la región durante la primavera e inicio de verano que menguó la cosecha. Maduración extraordinaria con tiempo seco y soleado. Vendimia tardía, producción muy escasa y de muy buena calidad.
Comentarios de cata: Al final, no lo catamos.
¡Hasta la próxima!
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