sábado, 25 de octubre de 2008

Sueños con mala digestión.

Rifkin, embalado, reparte críticas mirando al próximo futuro, sin al parecer muchas esperanzas.

ENTREVISTA AL ECONOMISTA JEREMY RIFKIN
'El sueño americano ha muerto por exceso de riesgo, ingenuidad y avaricia'


Jeremy Rifkin, presidente de la fundación de Tendencias económicas.

NUEVA YORK.- Profeta en Europa antes que en su propia tierra, considera que la globalización ha tocado techo en la crisis financiera. El economista que más ha hecho por las energía renovables ondea estos días la bandera de la tercer revolución industrial, entre las ruinas neoliberales y en vísperas de unas elecciones en EEUU que tienen en vilo al planeta.

PREGUNTA.- Usted lleva años anticipando el advenimiento de la Tercera Revolución Industrial. ¿Hasta qué punto la crisis del sistema financiero y la recesión pueden retrasar los planes?

RESPUESTA.- Nos ha tocado vivir tres crisis simultáneas que pueden crear el escenario de una tormenta perfecta. Estamos sentados al borde del abismo y existe el riesgo de un cataclismo global (...) Las tres crisis a las que me refiero son la financiera, la de la energía y el cambio climático. En estos momentos se alimentan entre ellas y están creando la partida final de la segunda revolución industrial.

P.- ¿Qué le parece la respuesta de la Administración Bush a la crisis financiera?

R.- La crisis crediticia ha estado gestándose desde hace 18 años: la deuda acumulada es de billones y billones de dólares, así que poco se va a tapar dándoles 700.000 millones a los bancos... Salimos de la recesión de los años 80 endeudándonos hasta el cuello, principalmente con tarjetas de crédito y luego también con las hipotecas que no podíamos pagar. Las economías de China, la India y otros países crecieron sobre los hombros de nuestros consumidores (...)

P.- ¿Y qué cabe esperar para los próximos meses?

R.- La crisis crediticia va a actuar como un tsunami. Las instituciones financieras y los mecanismos de crédito están tan interconectados que no va a haber escapatoria, ni en Europa ni en Asia.

P.- ¿Qué le recomienda a Zapatero cuando hablan de energía nuclear?

R.- No se puede crear una globalización sostenible con tecnología de la Segunda Revolución Industrial... Las 443 plantas nucleares que funcionan hoy en el mundo producen apenas el 5% de la energía. Muchas de ellas son realmente viejas y necesitarían reemplazarse en los próximos 25 años. Para tener un impacto real en la lucha contra el cambio climático (para llegar, digamos, al 20% de las renovables) haría falta construir 4.000 plantas nucleares, y eso teniendo en cuenta que en el 2035 puede existir ya un déficit de uranio.

P.- ¿Cómo ve a Zapatero en esta crisis?

R.- Creo que Zapatero es un buen líder, pero está en una posición difícil, todos los países lo están. Como otros líderes, va a tener que remangarse, dejar a un lado las diferencias políticas y sentar en la misma mesa a los empresarios y a la sociedad civil para trazar un plan económico. España es líder mundial en energías renovables, tiene a empresarios visionarios como Entrecanales y un potencial muy grande, pero necesita urgentemente un plan. Y hablo de tres a seis meses como máximo. En momentos de crisis, uno puede dedicarse a apagar fuegos todos los días o a intentar ver más allá del bosque.

La cuestión
¿Estamos asistiendo al fin del sueño americano?
Lo que hemos visto estos días ha sido efectivamente el colapso del sueño americano. No sólo han caído las instituciones financieras, ha caído el sueño basado en la fe ciega en el mercado, la creencia de que si cada uno persigue su riqueza individual el mercado se encargará del resto... El sueño ha muerto por exceso de riesgo, autoindulgencia, ingenuidad y avaricia. A los estadounidenses nos gusta seguir pensando que somos el mejor país, que todos se miran en nuestro espejo. Pero lo cierto es que el sueño americano empezó a romperse en los años 60.

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