Sacyr, apalancado hasta las cejas altas, busca soluciones entre los amigos.
Moncloa busca cómo salvar a Sacyr ante el recelo que provoca Lukoil en Repsol
Publicado el 25-11-08 , por M. Á. Patiño
El problema de Sacyr es una patata caliente para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que busca soluciones de urgencia para evitar el colapso de la constructora, y con él, las graves consecuencias para el sistema financiero español. Sacyr, agobiada por una deuda de más de 18.000 millones, se ha visto forzada a vender el 20% que tiene de Repsol. Pero la opción del grupo ruso Lukoil, uno de los candidatos, se ha topado con una tormenta política y numerosos problemas financieros. En la apertura, Sacyr y Repsol lideran las caídas del Ibex, con un 12% y un 3%, respectivamente.
En una parte del Gobierno (la más vinculada con el ministro de Industria, Miguel Sebastián), Lukoil produce urticaria, igual que en la oposición, que ha encontrado un filón perfecto contra Zapatero. Ayer, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dijo que con su comportamiento sobre la operación de Lukoil, el Gobierno "pone en riesgo el bienestar de las familias españolas".
Financieramente, la opción de Lukoil presenta numerosas dudas. Lukoil, que tiene los peores rating financieros de su sector (ver EXPANSIÓN de ayer), quiere comprar a crédito. Las entidades acreedoras de Sacyr –Santander, Caja Madrid, Citi, Calyon y otros 40 bancos– se reunirán hoy para seguir negociando las condici0nes por las que la empresa rusa podría quedarse con el préstamo de 5.200 millones que en su día recibió la constructora para entrar en Repsol.
La Caixa, que también quiere vender parte de su 12% en Repsol, se ha sumado a las negociaciones y está dispuesta a ser financiador de Lukoil. El problema es que las entidades que prestaron a Sacyr exigen garantías adicionales a Lukoil, y no están dispuestas a dar más dinero al margen de la subrogación de los 5.200 millones.
El Gobierno busca opciones políticamente más viables, como algún candidato de la UE
En principio, Lukoil, que quiere llegar al 29,9% de Repsol, necesitaría al menos otros 4.000 millones adicionales, si se mantiene el precio de 27 euros por acción que se baraja para la operación de compra. Esos 5.200 millones, por otra parte, no sólo pesan sobre Sacyr. Más de la mitad de las 40 entidades que sindicaron ese préstamo (y más de la mitad de su volumen), son bancos y cajas españolas.
Moncloa teme que la agonía de Sacyr arrastre al sistema financiero español. De ahí que Zapatero busque una solución a la desesperada. Si no fuera por las ampollas que genera Lukoil, la opción rusa le parecería bien. El temor al desgaste político, sin embargo, le ha obligado a sondear otras opciones, en especial dentro de la UE.
El grupo francés Total también ha estado mirando la compra de Repsol. Pero no se conformaría con el 20% y, ni mucho menos, pagaría 27 euros por una acción de Repsol que en bolsa vale 14 euros.
Algunas fuentes cercanas al Gobierno indican que Zapatero podría haber invitado al Gobierno de Nicolas Sarkozy (con el que tiene una deuda incalculable por haberle dejado un hueco en la reunión del G-20), a que anime al grupo Total a lanzar una opa sobre Repsol.
Total ha estado mirando el cuaderno de venta del 20% de Repsol, pero quiere todo el grupo
De hecho, en los mismos bancos que renegocian la deuda de Sacyr se espera una especie de subasta internacional de Repsol, como ocurrió con Endesa. Desde el ámbito sindical se animó ayer a que sea el Estado el que compre a Sacyr. De hecho, la opción de que sea la Sepi la que se haga cargo de ese 20% de Repsol vuelve a aparecer como mal menor.
Por otra parte, Jesús Fernández de la Vega, hermano de la vicepresidenta primera del Gobierno, ha sido nombrado presidente de la Fundación Repsol, confirmaron a Efe fuentes de la petrolera.
Repsol y Sebastián niegan el veto político a Lukoil en 2006
Repsol YPF aseguró ayer que el presidente del grupo, Antonio Brufau, no recibió "indicación alguna" por parte de "ninguna persona ni de instancia externa a la compañía" para oponerse a la entrada de Lukoil en la compañía hispano argentina a comienzos del año 2007.
La compañía respondió así a informaciones que aseguraban que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vetó en 2006 la entrada de la empresa rusa. "Repsol descartó en enero de 2007 un posible acuerdo con Lukoil", que incluía un cruce accionarial y compartir reservas, por la "inoportunidad de modificar la estructura accionarial de la empresa", tras la incorporación al accionariado de Sacyr Vallehermoso. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, también negó ayer el veto del Gobierno, y aseguró que la entrada de Sacyr en Repsol fue "voluntaria" y "estrictamente empresarial". El ministro insistió en que "el Gobierno en absoluto participó en esa decisión". Sebastián también negó conocer el interés de la francesa Total por la empresa española.
Una relación que se remonta a hace cinco años
- 2003. Las relaciones entre Repsol YPF y la que puede convertirse en su nuevo socio estratégico se remontan a 2003, cuando la empresa española tanteó el mercado ruso para penetrar en los gigantescos yacimientos petrolíferos y de gas del país. El objetivo era asociarse en proyectos exploratorios en el mar Caspio. Pese a las reuniones que mantuvieron en Moscú directivos de ambas empresas, los contactos no fructificaron.
- 2006. Repsol reabre su oficina en Moscú para intentar, de nuevo, hacerse un hueco en el mercado energético del país. El objetivo de Repsol era llevar Gas Natural Licuado (GNL) ruso de Yamal (Siberia) a su proyectada planta regasificadora de Canaport (Canadá).
- Mayo de 2006. Repsol consigue entrar en la compañía Too Zambai, en Kazajistán, con un 25% del capital. Sus socios son KMG (KazMunaiGas, la compañía nacional) con un 50% y Lukoil con el 25% restante.
- Octubre de 2006. Repsol se asocia de nuevo con Lukoil y KMG para la investigación de dos bloques exploratorios en el Caspio.
- Finales de 2006. La petrolera española inicia negociaciones con Lukoil para darle entrada en su capital con el 20% del capital a cambio de un paquete accionarial o de activos petrolíferos. El objetivo de los gestores de la empresa española era aumentar sus reservas de crudo accediendo a los campos de la petrolera rusa.
- Enero de 2007. Repsol rompe con Lukoil. La empresa rusa quería adquirir un 20% del capital de la compañía española a cambio de menos de un 12% de sus acciones.
- Septiembre de 2008. Lukoil vuelve a cruzarse en el camino de Repsol. El grupo Sacyr Vallehermoso pone a la venta su participación en la empresa española por sus problemas financieros y llama a la puertas de la petrolera rusa por su conocido interés en la compañía presidida por Antonio Brufau.
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