Repsol es también IPF, era obvio que en el plan ruso,es ese el tiro de ampliación.
La diplomacia traslada su temor a que Rusia acceda al crudo latinoamericano
RUBÉN ESTELLER | 7:30 - 24/11/2008
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
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La diplomacia occidental ha comenzado a trasladar al Gobierno español las consecuencias de la entrada de Lukoil en Repsol, que supondría poner en bandeja Latinoamérica -la puerta de atrás de Estados Unidos- a una compañía que, pese a la presencia de capital americano, está bajo control de Rusia.
De este modo, la operación de venta del 30 por ciento de la petrolera, que ya había recibido el visto bueno de La Caixa y de Sacyr, tal y como adelantó elEconomista, tiene que lograr aún el plácet político, algo que se está encontrando con más obstáculos de los previstos.
Frentes europeos
Desde distintos frentes europeos se está advirtiendo al Gobierno español sobre la entrada de Lukoil y la presión política que realiza el Kremlin con la energía. Prueba de ello han sido los cortes de suministro de gas natural que ha realizado en diversas ocasiones a Ucrania y que han afectado a Alemania.
La petrolera española ha logrado, además, en los últimos años crecer de forma considerable en Estados Unidos al conseguir permisos para explorar importantes yacimientos y cuenta con inversiones millonarias para suministrar gas natural en la zona norte del país con la planta de Canaport, lo que hace todavía más sensible la operación.
Acercamiento de Rusia
El acercamiento del Gobierno a Rusia puede incomodar al nuevo inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, cuando éste todavía no ha tomado ni posesión y después de que defendiera en el debate televisivo contra McCain que España era un país amigo. De hecho, los recientes problemas de la petrolera en Ecuador han sido provocados por otra compañía americana que no estaba dispuesta a doblegarse a las exigencias del Gobierno de Rafael Correa.
Para seguir aumentando la incertidumbre, el Embajador ruso en La Habana explicó en la prensa local que las petroleras rusas podrían participar en la exploración de aguas profundas cubanas del Golfo de México, en otra señal del relanzamiento de las relaciones entre los viejos aliados de la Guerra Fría. El anuncio se hizo días antes de la visita del presidente ruso, Dmitry Medvedev, un viaje que, según analistas, pretende irritar a Estados Unidos.
Alianza estratégica
Esta situación se vería además favorecida con los permisos que tiene la petrolera española en este país para realizar exploraciones si finalmente se vendiera a Lukoil.
El ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, confirmó también ayer que firmará con Rusia "una alianza estratégica" para desarrollar toda la industria petrolera del país. "Será una alianza estratégica entre (la estatal Petróleos de Venezuela SA) PDVSA y un consorcio donde estarán todas las empresas rusas, estatales y privadas; un gran conglomerado industrial no solo para la producción sino para todo el tema del procesamiento e industrialización", dijo el ministro.
La operación ha causado también una gran inquietud en el Reino Unido, después de los problemas que tuvo BP por la falta de reciprocidad en las inversiones.
La Comisión Europea por el momento ha sido tibia, pero puede pronunciarse esta semana, ya que la única condición legal existente es que el país comprador -en este caso, Rusia- permita las mismas condiciones para la inversión, algo que casos como el británico ponen en serias dudas.
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