Bernanke se recrea en la tormenta, saca sus rayitos a un cielo casi apacigüado.
Bernanke le echa imaginación a la crisis
Publicado el 25-11-2008 , por Miquel Roig
La Reserva Federal de EEUU anunció el martes su enésimo plan para combatir la crisis financiera y económica, con la compra de deuda hipotecaria y préstamos al consumo por un valor total de 800.000 millones de dólares.
Con los tipos de interés en el 1% y futuras bajadas prácticamente descontadas, el banco central de EEUU se está quedando sin margen para estimular la economía vía rebajas del precio del dinero. Pero el anuncio del martes es una clara muestra de que la Fed está dispuesta a utilizar las herramientas que haga falta para evitar que EEUU entre en una profunda recesión.
Pero si de algo no se puede acusar a Ben Bernanke, presidente de la Fed, es de falta de coherencia. En un discurso sobre cómo prevenir la deflación de hace seis años, en noviembre de 2002, describió cuáles eran sus armas preferidas para estimular la demanda agregada de la economía cuando los tipos de interés están cerca de cero. En ese momento, Bernanke era miembro de la Fed y puntualizó que sus opiniones eran estrictamente personales y que no necesariamente se correspondían con el punto de vista oficial de la institución, presidida entonces por Alan Greenspan. Una vez en la silla de presidente, Bernanke lo tiene más fácil que nunca para aplicar sus recetas.
En ese discurso, el banquero central de EEUU recomienda cinco medidas, encaminadas a inyectar dólares en la economía de forma creativa.
1. Expandir la escala de sus compras de activos y, posiblemente, expandir el rango de los activos que compra. La compra de titulizaciones hipotecarias y de créditos al consumo, préstamos para estudiantes, etc. es una clara muestra de ello.
2.Intervenir en los tipos de interés a más largo plazo. Sin margen para modificar los tipos de interés a corto vía rebajas de tipos, la Fed debería centrarse en presionar a la baja los tipos a plazos más largos, de hasta incluso seis años. Bernanke apunta dos vías complementarias para conseguirlo: manteniendo los tipos a un día al cero (como hizo Japón) y (su preferida) comprando de forma automática y permanente deuda a un precio determinado, con lo que se crearía un techo para las rentabilidades.
3. Influir en los tipos del mercado de crédito privado, haciendo préstamos a la banca a un tipo fijo marginal, de incluso cero, e incluyendo activos como el papel comercial (pagarés de empresas) como colateral. Bernanke pone de ejemplo que aceptando papel comercial como colateral, lograría reducir el interés que la banca cobra a las empresas, ya que las entidades podrían ir a la Fed con esos préstamos y cambiarlos por liquidez gratis. La Fed, en esta crisis, ha optado por comprar papel comercial a las empresas.
4. Comprar deuda pública. Tanto de EEUU como de Gobiernos extranjeros, lo que aumentaría la oferta de dólares en el mercado.
5. Política fiscal. Bernanke asegura que la capacidad de la Fed para estimular la demanda se vería "significativamente potenciada" si el Gobierno coopera, bien vía recorte de impuestos, bien incrementando el gasto público.
De momento, ya se han visto compras de activos, intervenciones en el mercado de crédito privado y coordinación con el Tesoro para incrementar el gasto público. Sin embargo, Bernanke advierte en el discurso que cada uno de esos métodos tiene sus pros y sus contras, pero que estos últimos pueden verse agravados por la falta de experiencia de los bancos centrales en aplicarlas. En cualquier caso, avisa, es preferible lidiar esos contras a lidiar con los efectos perniciosos de la deflación. Es decir, si hace falta, Bernanke será todavía más creativo, si cabe.
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