lunes, 16 de febrero de 2009

En el partido de las estrellas, Pau tuvo su sitio.

Ganó el Oeste.como se esperaba- y el nin de Sant Boi cumplió su papelito.

NBA - El camino de éxito apunta hacia el Oeste
Eurosport - lun 16 feb 08:47:00 2009
La 58 edición del Partidos de las Estrellas ha deparado el resultado esperado. El equipo de la Conferencia del Oeste se ha impuesto con facilidad (146-119), en un encuentro en el que han brillado Kobe Bryant y Shaquille O'Neal. Pau Gasol ha aportado 14 puntos.

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El MVP: ¿Premio o montaje?
Al término del encuentro, lo que debería haber sido la gran fiesta del baloncesto dejó la sensación de que hasta las figuras de la NBA se aburrieron de lo que hicieron en la cancha. Pese a todo, si el juego que se vio en el US Airways Center de Phoenix careció del más mínimo interés deportivo, el montaje de compartir el premio de MVP entre Kobe Bryant y Shaquille O'Neal fue el "salto mortal" de la función circense.
Una vez más David Stern, comisionado de la NBA, fue el encargado de presentar el trofeo a los dos jugadores, que durante todo el fin de semana habían sido la atracción con su "reencuentro". El propio O'Neal, antes que fuese seleccionado para estar en su decimoquinto All Star, ya había dicho que los enfrentamientos personales con Bryant y Phil Jackson, durante su etapa de los Lakers, habían sido un "montaje" para vender más entradas y el producto de la NBA.
En el campo no pudieron demostrar la aseveración que hizo hace no muchos días el Shaq, afirmando que él era el pívot más dominante al comienzo del Siglo XXI. Sí sería justo decir que Bryant mereció el galardón del Premio al Mejor Jugador por la aportación que hizo al equipo de la Conferencia Oeste. Para O'Neal, dicho trofeo fue "regalo" de Stern por el trabajo de anfitrión y promotor.
En el aspecto deportivo, el choque no tuvo ningún tipo de interés y el triunfo de la Conferencia Oeste (sexto en los últimos 10 años), no fue producto de la aportación de Bryant y O'Neal que lograron 27 y 17 puntos, sino del trabajo que hicieron otros jugadores.
Entre ellos, destacó Chris Paul, base de los New Orleans Hornets, que logró un doble-doble. También brillo Amare Stoudemire (Suns), que fue el segundo máximo encestador con 19 puntos. Por su parte, Pau Gasol demostró su madurez con relación al 2006, cuando hizo su debut en esta cita.
Tal y como ya se sabía, en esta nueva entrega del Partido de las Estrellas había que vender como fuese el reencuentro de Bryan y O'Neal. Para verlos llegaron los aficionados al campo, entre los que se encontraba el ex candidato presidencial republicano, el senador por Arizona, John McCain, y un sin fin de caras famosas del mundo de la música y el cine.l lo consiguieron. También estuvo presente la leyenda del boxeo Muhammad Ali, y el presidente Barack Obama. El primer mandatario negro en la historia de Estados Unidos envió un mensaje grabado mucho más serio que todo lo que se había vivido durante el Fin de Semana de las Estrellas. "El país necesita ahora más que nunca de la ayuda de todos para superar los graves momentos de crisis económica por lo que atraviesa el país".
Una vez más, Bryant volvió a mostrar que no se siente "cómodo" con el montaje del All Star. Dejó claro que no le gusta aparentar algo que no siente y recordó que el no pidió la salida de O'Neal de los Lakers pero ayudó para que el dueño del equipo, Jerry Buss, se tuviese que decantar por uno de los dos.
El reencuentro que ambos tuvieron en el US Airways de Phoenix evidenció que los jugadores no mostraron ningún tipo de coordinación en los minutos que estuvieron juntos. Al margen de la "fachada" montada, Bryant fue a lo suyo. Quiso ser el mejor en el campo, apoyado por Phil Jackson, y su actual compañero de equipo, Gasol. El escolta deseaba brillar y ganarle el duelo individual a LeBron James, la estrella de los Cavaliers de Cleveland y con el que lucha por la supremacía de número uno dentro de la liga. Lo logró.
Gasol, Tony Parker, Brandon Roy y Paul aportaron 14 puntos cada uno para apoyar en la victoria de su equipo. Por el contrario, pasaron inadvertidos Tim Duncan y Yao Ming. El pívot chino, que jugó su sexto partido de las Estrellas, fue el reflejó más claro de que ha perdido protagonismo de imagen dentro de la NBA, después que en China también ha comenzado a desaparecer la fiebre por el mejor baloncesto del mundo.
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