martes, 19 de enero de 2010

Jose Manuel Campa, contra las cuerdas.

Un tecnócrata de lujo, que se puede perder este país, tan nvcesitado de ellos.

Campa quiere dejar su cargo ante los constantes 'choques' con Salgado
Marta Yoldi19/01/2010 -

Campa lleva menos de ocho meses en el cargo
El Gobierno no gana para sustos. Y mucho menos su responsable de Economía, a la que se le acumulan los problemas de todo tipo. Uno de los que ahora le mantienen ocupada no es menor: su secretario de Estado de Economía se quiere ir. Tan firme es la decisión de José Manuel Campa que en el propio Ministerio ya se habla de un posible sucesor: Javier Vallés, actual director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno y, curiosamente, quien recomendó al profesor para ocupar el sillón de la Secretaría de Estado de Economía.


Ayer, en respuesta a la llamada de este periodico, fuentes oficiales del Ministerio quisieron desmentir esta información. Y es que, en pleno semestre europeo, la salida del número dos de Economía supondría un duro golpe para la credibilidad del Ejecutivo.

El hecho es que, pese al desmentido oficial, José Manuel Campa sopesa, en estos momentos, hasta cuándo va a continuar en el cargo. Fuentes de su entorno han señalado a elEconomista que, una vez ya iniciada la Presidencia española de la Unión Europea, es posible que aguante y no abandone el Ministerio hasta el mes de julio.

La razón de su posible dimisión es el total enfrentamiento que mantiene con su jefa, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, según fuentes cercanas a Campa.

Y es que, en realidad, más que enfrentamiento, lo que existe entre ambos actualmente es una ignorancia mutua. Fuentes del Ministerio han confirmado a este diario que Campa no acude ya a las reuniones que todo ministro celebra, al menos una vez a la semana, con los altos cargos de su departamento y miembros de su gabinete.

Al secretario de Estado le informan terceras personas de lo que se discute o aprueba en dichas reuniones, porque Salgado no habla con él. La ministra y su segundo no se dirigen la palabra, salvo en contadas ocasiones, y "dos minutos como mucho", aseguran las mismas fuentes. Las relaciones personales están francamente deterioradas y no llevan camino de recomponerse, ni ahora ni nunca.

Este "ninguneo" de uno de los dos segundos de Elena Salgado (el otro es el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, del que también se rumoreó hace meses que dejaba el cargo) es, aunque parezca paradójico, más cómodo para Campa que la situación anterior.

Discrepancias continuas
Porque las discrepancias con la vicepresidenta del Gobierno han sido continuas y graves desde el principio. Elena Salgado no ha aceptado ni una sola de las propuestas que le ha hecho su segundo desde que éste tomó posesión y le ha rebatido absolutamente todo.

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