jueves, 15 de septiembre de 2011

Ni con aguarrás.....

Cultura

Teddy Bautista: «Esto no es una despedida, es un paso a un lado»

La carta de renuncia del presidente de la SGAE, a la que ha tenido acceso ABC, quería dejar abierta su vuelta, pero la Junta le relevó de sus cargos

Día 13/09/2011
Teddy Bautista: «Esto no es una despedida, es un paso a un lado»
GONZALO CRUZ

Teddy Bautista no dimitió expresamente, sino que se vio forzado a renunciar «hasta el esclarecimiento de los hechos». Por eso sus más acérrimos —como Caco Senante— aún defienden su retorno y él busca cómo mantener su influencia y su sueldo. El medido discurso de Bautista ante la Junta Directiva de la SGAE el pasado 12 de julio dejó en el ambiente alguna ambigüedad sobre su posible vuelta para demostrar a sus fieles que el león estaba herido pero no muerto. No obstante, aunque Teddy fue despedido entre aplausos, la Junta aceptó su renuncia y aprobó sin ambages su relevo «de todos sus cargos en la SGAE y entidades filiales, quedando sujeto a las investigaciones en curso».

Quienes asistían a la Junta han expresado que ese día sintieron cómo se cerró un ciclo. Después ha habido más relevos (Loras, Azcoaga) y también intentos de involucción desde las filas pro Teddy. Pero el proceso de renovación de la SGAE parece imparable desde que se planearon nuevas elecciones para el próximo 16 de enero. El pasado está averiado, se investiga meticulosamente. Autores y editores tienen que vencer todavía grandes resistencias porque hay quien vive de la nostalgia de la antigua y personalista SGAE.

Así renunció

Aquel 12 de julio, 11 días después de que la Guardia Civil hubiera registrado la entidad, Bautista glosó su pasado, como consigna el acta de la reunión, a la que ha tenido acceso ABC: «Llevo casi tres décadas sirviendo leal y eficientemente a la comunidad creativa, agrupada socialmente en la SGAE, y las cifras de ingresos sociales, las de reparto de derechos o las de costes administrativos así lo prueban». Y marcó el futuro que deseaba: «Pensaba emprender esta legislatura sin ánimo de acabarla, pero sí habiendo completado una reforma estatutaria modernizadora, es momento de hacer esa reforma, la total implantación de la nueva arquitectura de Sistemas, en cierto modo es el cierre de un proceso de modernización, y un relevo generacional de la cúpula directiva, para que la Sociedad tenga por delante otro largo recorrido de dos décadas, con la mejor inteligencia al servicio de sus objetivos».

Volvió a presentar a la entidad como víctima de una «persecución», lo que le lleva a tomar una decisión: «Lo más conveniente para la SGAE es que yo quede apartado de su gobierno y, por tanto, comunico mi renuncia a los puestos de dirección que ostento, hasta el total esclarecimiento de los hechos», poniéndose «a la completa y total disposición de la Junta Directiva o en quien ésta delegue, para auxiliar y ayudar en todo lo que precise, si así lo estiman conveniente». El matiz «hasta el total esclarecimiento de los hechos» es el que no había trascendido hasta ahora. Como colofón de su discurso también diría que «esto no es una despedida, es un paso al lado hasta que termine esta pesadilla o hasta que ustedes me vuelvan a necesitar».

La Junta lo despidió honrando su presunción de inocencia pero acordó «aceptar la renuncia» y «relevarlo». Lo cierto es que durante todo la investigación y consiguiente proceso de cambios en la entidad, así como en las declaraciones antes los medios, nadie ha querido pronunciar las palabras dimisión ni destitución. La primera, presumiblemente porque Bautista se ha negado a ello; la segunda porque nadie ha tenido el valor de lanzarle un mensaje tan claro desde la entidad que levantó a su manera.

Mientras prosigue el proceso judicial, lo que está claro es que hay una facción muy próxima al expresidente que está luchando por guardar los muebles, como se suele decir. Entre los movimientos que ha realizado el entorno de Teddy Bautista destaca el hecho de que Caco Senante se incorpore como suplente a la comisión rectora, órgano de cinco personas que toma las decisiones de la SGAE en el interregno, para que nadie olvide la vinculación del expresidente con la entidad.

«Que no exista duda sobre mi compromiso con los autores y con esta casa. Pueden contar conmigo al final del proceso y en cualquier etapa del mismo, en la medida que se aclaren todas las circunstancias extraordinarias», continuaba la carta de Teddy Bautista en la Junta del 12 de julio.

Mientras renunciaba dibuja las líneas de trabajo para sacar a la entidad de la crisis: «El primer objetivo de todos, y esto me gustaría recalcarlo, ha de ser recuperar el prestigio de esta entidad que con tanto trabajo, con tanto esfuerzo, se ha construido a lo largo de 112 años, convirtiendo este ataque feroz y especulativo en una oportunidad de mostrar la realidad objetiva de esta organización, que figura entre las más importantes del mundo».

Renovación o...

Además de la defensa judicial, ordenaba también poner en marcha, de inmediato, como se ha hecho «una serie de auditorías que complementen la investigación en curso y despejen cualquier sombra de sospecha sobre la integridad de los directivos de SGAE y sobre los procedimientos auditados desde hace décadas por las más prestigiosas firmas especializadas».

La lealtad de los hombres del expresidente es algo loable pero puede suponer un freno a la renovación de la entidad, sobre todo en lo que respecta al cambio de los estatutos, debate que acabará el día 20 en la asamblea de socios de Madrid, donde muchos temen que, si los involuccionistas impiden la renovación, la entidad pueda estallar en mil pedazos.

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