TENIS | US Open Eurosport.
Nadal: 'He recuperado la motivación y la ilusión'
Nadal dice que se va contento de Nueva York. Pero su rostro era un poema en la sala de prensa. Cabizbajo, tristón y soñoliento, el español volvió a explicar que el torneo había sido un paso adelante y prometió seguir trabajando hasta terminar con la hegemonía de Djokovic, que este año le ha batido en seis finales y ha ganado tres torneos de Grand Slam. "Hoy he hecho cosas buenas y cosas malas", sopesó, "más cosas buenas que malas. El mérito es suyo por haber jugado a un nivel muy alto durante todo el año y dar muy pocas opciones al resto de los rivales incluido yo".
A Nadal no le gusta que le pregunten por las pausas médicas del serbio. Dice que no es el momento de buscar excusas y prefiere pensar en positivo para la próxima vez. "He empezado una nueva época hace tres semanas", explicó, "aquí he recuperado la motivación y la ilusión. Ahora tengo que recuperarme para afrontar el reto que me viene. Sé lo que tengo que hacer y voy a trabajar hasta que lo consiga. El objetivo es ser mejor de lo que soy. Nunca pensar en los rivales. Si alguien corre más rápido, tendré que sacar mejor y correr más. Este año he ganado a todos menos a él. Pero nada es eterno ni él va a estar siempre al nivel que ha estado este año".
El español volvió a perder en cuatro sets. Pero está contento porque cree que ha mejorado varias cosas desde la final de Wimbledon: "He aceptado mejor lo que me ha ido pasando. He vuelto a ser el jugador que peleaba hasta la última pelota. Y mentalmente hoy sí me voy contento. Para mí es un paso muy grande hacia la mejoría y me voy muy satisfecho con eso".
Aún en la pista, Nadal dijo instintivamente que su rival estaba viviendo un año irrepetible. Era una forma de conjurarse para que el año que viene todo sea distinto. Un modo de blindar su conciencia ante el final de año que se avecina. "A él le ha ayudado el servicio y ha encontrado los golpes ganadores mejor que yo. Hoy mi saque no ha funcionado y eso tampoco ayuda. Pero él es un especialista de esta superficie y ha sido mejor que yo. Me voy con la cabeza muy tranquila porque he luchado hasta que me ha dado el físico. Mi idea es perseguir mi objetivo hasta conseguirlo. Y si no, me iré del circuito con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible".
Este año Nadal ha perdido con el serbio en seis finales: Miami, Indian Wells, Roma, Madrid, Londres y Nueva York. Él prefiere decir que al jugarlas ha demostrado que es mejor que todos los demás. ¿Se siente minusvalorado por los españoles? "Yo sé lo que cuesta mantenerme siete años entre los dos mejores del mundo. Uno no tiene por qué elogiarme porque sí. Estoy muy tranquilo conmigo mismo por lo que hice dentro de la pista y fuera de ella. Este año ha habido uno que era mejor que yo. Pero sólo uno. Yo no soy tan arrogante ni tan bueno como para no valorar las finales que he jugado".
A Nadal le esperan ahora dos desafíos: el Masters de Londres y las semifinales de la Copa Davis. A Córdoba llegará en un avión especial fletado por la federación. Pero advierte que no sabe si está para jugar y que llegará tocado. "Físicamente es muy complicado", afirmó, "mi ilusión es llegar allí y jugar. Pero lo que no puede uno es lesionarse. Yo voy a ir mañana y haré lo posible para llegar bien al viernes. Si no fuera porque represento a mi país, no haría el esfuerzo. Pero lo voy a hacer. Voy a empezar a trabajar para intentar estar listo el viernes. Pero milagros aquí hay pocos. Y si no estoy bien, no estoy bien".
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