Morirá matando para evitarlo...
Reestructuración financiera
Cinco maneras de crear un 'banco malo'
El problema de sanear el 15% del PIB en activos inmobiliarios adjudicados en poder del sistema financiero
La gran banca es contraria a la creación de estos instrumentos para sanear el sector financiero, prefieren las fusiones
Á. Gonzalo / E. G. Ercoreca - Madrid - 21/12/2011 - 07:00
La cuenta atrás para que finalice la reestructuración del sistema financiero español parece que se ha iniciado, o por lo menos esa es la intención del nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha fijado junio como fecha tope para que la banca esté saneada. El principal objetivo es que fluya el crédito hacia la economía real.
Pese a que Rajoy declaró el lunes que no estaba a favor de la creación de bancos malos para limpiar los balances del sector financiero, las medidas que anunció, aunque no desarrolló, fueron interpretadas por gran parte de las entidades como embriones de bancos malos. Eso sí, su denominación será otra, como herramientas o vehículos de gestión de activos, aseguran varias fuentes.
La primera medida que quiere implantar el nuevo Gobierno en el sector financiero será precisamente el saneamiento de los balances, para lo que es necesario la venta de los inmuebles terminados en manos de la banca. También del suelo.
"Es necesario que se adopten medidas para dar salida a estos activos tóxicos como se ha hecho en otros países", señalaba ayer un ejecutivo de una entidad financiera. Varias fuentes tasan el problema de los inmuebles y suelo adjudicado en poder de bancos y cajas entre 100.000 a 150.000 millones de euros. Es decir, entre el 10% y el 15% del PIB.
De ahí la importancia de buscar una solución a este problema, "y crear un banco malo puede ser la respuesta sin que por ello se tenga que acudir a inyecciones de capital públicos que disparen el déficit público", señala otro directivo financiero.
Los grandes bancos, Santander y BBVA en mayor medida, y Popular y Sabadell en menor, consideran que una de las mejores fórmulas para sanear el sistema financiero es a través de las fusiones. Las entidades insolventes que sean absorbidas por las más fuertes, como ha propuesto Rajoy. Antes hay que limpiar sus balances de activos tóxicos a través de un Esquema de Protección de Activos (EPA) como se hizo con CAM en su subasta, según explican fuentes de alguna de estas entidades. "Conceder ayudas multimillonarias para cubrir la morosidad que aflore en los próximos años a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) lo puedes llamar como quieras, pero en el fondo es un banco malo al estar protegido de las pérdidas esperadas de la cartera que protege", aseguran las mismas fuentes. Banco Sabadell tiene cubiertos los números rojos que pueda aflorar de CAM por más de 24.000 millones, "eso es un banco malo", afirma otra fuente, que defiende este sistema para sanear el sistema financiero.
El problema de esta fórmula es que el FGD, financiado por bancos, cajas y cooperativas de crédito, no tiene suficientes fondos para sanear las firmas que puedan subastarse o la creación de una institución sistémica (otro modelo de banco malo) en la que se incluyan los activos inmobiliarios adjudicados de las firmas financieras de forma voluntaria. Y es que, tras la subasta de CAM, el FGD cuenta con un patrimonio inferior a los 3.000 millones de euros, insuficiente para sanear el sector, ya que aunque sus aportaciones sean diferidas en varios años, ahora necesita más capital. En marzo se subastará Unnim, en abril Banco de Valencia, y Novagalicia y Catalunya Caixa también serán subastadas antes del próximo verano si se tiene en cuenta el calendario que maneja Rajoy.
Una posibilidad que baraja la banca es que el FGD se endeude a través de un crédito que pida al propio sector. Otra alternativa es que se financie a través de la emisión de bonos con avales del Estados, vía que contempla este organismo. El problema es que estas emisiones podrían incrementar la prima de riesgo españolas, a la vez que competirían con la deuda soberana.
Las cajas, sin embargo, proponen otras soluciones, lo mismo que varios expertos. Desde la creación de una única entidad a la que se le traspasen todos los activos inmobiliarios problemáticos, a cambio de un precio a pagar en deuda, que puede estar avalada por el Estado, hasta la constitución de una institución individual de ese tipo para cada una de las que tengan problemas. Esta última fórmula es la más defendida en la actualidad por el sector de ahorro.
Es, de hecho, una de las fórmulas que ha estudiado Bankia, una vez que ha perdido fuerza la constitución de un banco malo para todo el sector, es decir, un banco con activos tóxicos sistémico.
En ambos casos la financiación podría ser a través del FGD e incluso del FROB, que avalaría las emisiones de estos bancos malos a largo plazo, lo que podría generar plusvalías que podrían revertir en la sociedad. Estas garantías permitirían a la entidad a acudir al Banco Central Europeo (BCE) con colaterales para buscar liquidez.
Otra posibilidad es que la Unión Europea o el FMI participe en la financiación de estos bancos malos. Esta vía es defendida incluso por algún gran banco español para que se sanee " de una vez por todas el sector". Y parece que esta forma de financiación toma cada vez más fuerza, según explican varias fuentes.
Existe otra fórmula que han barajado las cajas, principalmente. Es la creación de un banco malo en el que se incluya solo el suelo adjudicado, que suma unos 30.000 millones de euros. Para evitar, como en el resto de los casos el rechazo del contribuyente a que el Estado financie esta sociedad el objetivo era que la banca no solo aporte el suelo, que sacaría de su balance, sino que como en otros casos, participe el FGD.
La idea es que la sociedad agrupe el suelo de la banca, previos descuentos que haya realizado el sector a través de provisiones. El Estado emitiría deuda para financiar este banco a tipos elevados. Sería una fórmula público-privada y "se evitarían así episodios de especulación urbanística", señalan desde CiU, uno de los grupos que, junto a las cajas, más ha defendido esta alternativa. Pero uno de los principales problemas de todas estas vías para limpiar los balances de las entidades financieras de activos tóxicos es ¿quién y cómo se realizan las valoraciones de este suelo e inmuebles en poder de la banca?. Algunos expertos defienden que las minusvalías que generen la venta o provisión de estos activos tóxicos se los apunte la banca, pero en un largo periodo. Las entidades financieras han provisionado ya el 40% del valor del suelo que tienen en su cartera, pero parece que no es suficiente. Estos mismos expertos calculan que deberían provisionar el 70% del valor del suelo.
La valoración tendría que ser transparente y homogénea para todas las entidades. El precio a aplicar sería, según la mayoría de los expertos, el de mercado. Pero este método no gusta a todos. Algunos bancos aseguran que no existe en este momento nadie que puede tasar el suelo o los inmuebles a precios de mercado, porque este no existe. "Los fondos de inversión, posibles compradores de estos activos, por ejemplo, tasarían los inmuebles muy por debajo de su posible valor porque pretenden ganar un 25% anual en todo lo que invierten", asegura el directivo de un banco.
Otra propuesta es que el Estado, a través de un EPA, cubra parte de las pérdidas esperadas futuras de los activos incluidos en el banco malo, tanto si es suelo como si son inmuebles. Mientras que otra parte, de un 35% de media, por ejemplo, podría ser el precio al que un inversor estaría dispuesto a invertir. La gran banca, sin embargo, propone sanear homogéneamente el sector y después recapitalizarlo. En paralelo, habría que instrumentar esquemas para conseguir la máxima liquidez.
"Lo que hay que hacer es despejar definitivamente las dudas respecto al valor de las entidades con problemas que no están intervenidas. Y aquellas entidades que no alcancen el nivel de capital requerido en un plazo breve deberían recapitalizarse a través del FROB, por ejemplo, sustituir a sus gestores, y posteriormente subastar las participaciones", algo similar a lo que ha ocurrido u ocurrirá con Unnim, CAM, o Banco de Valencia, explica un ejecutivo de un banco. Fuentes bancarias aseguran que la figura del banco malo, de aprobarse finalmente, solo será utilizado por las caja. "Los bancos que cotizan desde hace varios años no creo que se decidan por sanear sus balances así. Lo haremos aumentando las provisiones", aseguran estas fuentes.
Pese a que Rajoy declaró el lunes que no estaba a favor de la creación de bancos malos para limpiar los balances del sector financiero, las medidas que anunció, aunque no desarrolló, fueron interpretadas por gran parte de las entidades como embriones de bancos malos. Eso sí, su denominación será otra, como herramientas o vehículos de gestión de activos, aseguran varias fuentes.
La primera medida que quiere implantar el nuevo Gobierno en el sector financiero será precisamente el saneamiento de los balances, para lo que es necesario la venta de los inmuebles terminados en manos de la banca. También del suelo.
"Es necesario que se adopten medidas para dar salida a estos activos tóxicos como se ha hecho en otros países", señalaba ayer un ejecutivo de una entidad financiera. Varias fuentes tasan el problema de los inmuebles y suelo adjudicado en poder de bancos y cajas entre 100.000 a 150.000 millones de euros. Es decir, entre el 10% y el 15% del PIB.
De ahí la importancia de buscar una solución a este problema, "y crear un banco malo puede ser la respuesta sin que por ello se tenga que acudir a inyecciones de capital públicos que disparen el déficit público", señala otro directivo financiero.
Los grandes bancos, Santander y BBVA en mayor medida, y Popular y Sabadell en menor, consideran que una de las mejores fórmulas para sanear el sistema financiero es a través de las fusiones. Las entidades insolventes que sean absorbidas por las más fuertes, como ha propuesto Rajoy. Antes hay que limpiar sus balances de activos tóxicos a través de un Esquema de Protección de Activos (EPA) como se hizo con CAM en su subasta, según explican fuentes de alguna de estas entidades. "Conceder ayudas multimillonarias para cubrir la morosidad que aflore en los próximos años a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) lo puedes llamar como quieras, pero en el fondo es un banco malo al estar protegido de las pérdidas esperadas de la cartera que protege", aseguran las mismas fuentes. Banco Sabadell tiene cubiertos los números rojos que pueda aflorar de CAM por más de 24.000 millones, "eso es un banco malo", afirma otra fuente, que defiende este sistema para sanear el sistema financiero.
El problema de esta fórmula es que el FGD, financiado por bancos, cajas y cooperativas de crédito, no tiene suficientes fondos para sanear las firmas que puedan subastarse o la creación de una institución sistémica (otro modelo de banco malo) en la que se incluyan los activos inmobiliarios adjudicados de las firmas financieras de forma voluntaria. Y es que, tras la subasta de CAM, el FGD cuenta con un patrimonio inferior a los 3.000 millones de euros, insuficiente para sanear el sector, ya que aunque sus aportaciones sean diferidas en varios años, ahora necesita más capital. En marzo se subastará Unnim, en abril Banco de Valencia, y Novagalicia y Catalunya Caixa también serán subastadas antes del próximo verano si se tiene en cuenta el calendario que maneja Rajoy.
Una posibilidad que baraja la banca es que el FGD se endeude a través de un crédito que pida al propio sector. Otra alternativa es que se financie a través de la emisión de bonos con avales del Estados, vía que contempla este organismo. El problema es que estas emisiones podrían incrementar la prima de riesgo españolas, a la vez que competirían con la deuda soberana.
Las cajas, sin embargo, proponen otras soluciones, lo mismo que varios expertos. Desde la creación de una única entidad a la que se le traspasen todos los activos inmobiliarios problemáticos, a cambio de un precio a pagar en deuda, que puede estar avalada por el Estado, hasta la constitución de una institución individual de ese tipo para cada una de las que tengan problemas. Esta última fórmula es la más defendida en la actualidad por el sector de ahorro.
Es, de hecho, una de las fórmulas que ha estudiado Bankia, una vez que ha perdido fuerza la constitución de un banco malo para todo el sector, es decir, un banco con activos tóxicos sistémico.
En ambos casos la financiación podría ser a través del FGD e incluso del FROB, que avalaría las emisiones de estos bancos malos a largo plazo, lo que podría generar plusvalías que podrían revertir en la sociedad. Estas garantías permitirían a la entidad a acudir al Banco Central Europeo (BCE) con colaterales para buscar liquidez.
Otra posibilidad es que la Unión Europea o el FMI participe en la financiación de estos bancos malos. Esta vía es defendida incluso por algún gran banco español para que se sanee " de una vez por todas el sector". Y parece que esta forma de financiación toma cada vez más fuerza, según explican varias fuentes.
Existe otra fórmula que han barajado las cajas, principalmente. Es la creación de un banco malo en el que se incluya solo el suelo adjudicado, que suma unos 30.000 millones de euros. Para evitar, como en el resto de los casos el rechazo del contribuyente a que el Estado financie esta sociedad el objetivo era que la banca no solo aporte el suelo, que sacaría de su balance, sino que como en otros casos, participe el FGD.
La idea es que la sociedad agrupe el suelo de la banca, previos descuentos que haya realizado el sector a través de provisiones. El Estado emitiría deuda para financiar este banco a tipos elevados. Sería una fórmula público-privada y "se evitarían así episodios de especulación urbanística", señalan desde CiU, uno de los grupos que, junto a las cajas, más ha defendido esta alternativa. Pero uno de los principales problemas de todas estas vías para limpiar los balances de las entidades financieras de activos tóxicos es ¿quién y cómo se realizan las valoraciones de este suelo e inmuebles en poder de la banca?. Algunos expertos defienden que las minusvalías que generen la venta o provisión de estos activos tóxicos se los apunte la banca, pero en un largo periodo. Las entidades financieras han provisionado ya el 40% del valor del suelo que tienen en su cartera, pero parece que no es suficiente. Estos mismos expertos calculan que deberían provisionar el 70% del valor del suelo.
La valoración tendría que ser transparente y homogénea para todas las entidades. El precio a aplicar sería, según la mayoría de los expertos, el de mercado. Pero este método no gusta a todos. Algunos bancos aseguran que no existe en este momento nadie que puede tasar el suelo o los inmuebles a precios de mercado, porque este no existe. "Los fondos de inversión, posibles compradores de estos activos, por ejemplo, tasarían los inmuebles muy por debajo de su posible valor porque pretenden ganar un 25% anual en todo lo que invierten", asegura el directivo de un banco.
Otra propuesta es que el Estado, a través de un EPA, cubra parte de las pérdidas esperadas futuras de los activos incluidos en el banco malo, tanto si es suelo como si son inmuebles. Mientras que otra parte, de un 35% de media, por ejemplo, podría ser el precio al que un inversor estaría dispuesto a invertir. La gran banca, sin embargo, propone sanear homogéneamente el sector y después recapitalizarlo. En paralelo, habría que instrumentar esquemas para conseguir la máxima liquidez.
"Lo que hay que hacer es despejar definitivamente las dudas respecto al valor de las entidades con problemas que no están intervenidas. Y aquellas entidades que no alcancen el nivel de capital requerido en un plazo breve deberían recapitalizarse a través del FROB, por ejemplo, sustituir a sus gestores, y posteriormente subastar las participaciones", algo similar a lo que ha ocurrido u ocurrirá con Unnim, CAM, o Banco de Valencia, explica un ejecutivo de un banco. Fuentes bancarias aseguran que la figura del banco malo, de aprobarse finalmente, solo será utilizado por las caja. "Los bancos que cotizan desde hace varios años no creo que se decidan por sanear sus balances así. Lo haremos aumentando las provisiones", aseguran estas fuentes.
Tres recetas de actuación pública para apuntalar a la banca
Reino Unido. La autoridades británicas exigieron a los bancos en apuros separar sus activos tóxicos (créditos de todo tipo) y fijaron un nivel de pérdidas a asumir por la propia entidad. Si las pérdidas superan el nivel establecido, el Estado garantizaba la recuperación del 90% del exceso a través un esquema de protección de activos. La cobertura dura al menos cinco años. Los activos se aseguran por su valor nominal.Irlanda. Los bancos irlandeses transfirieron activos inmobiliarios a la agencia estatal que actúa como banco malo (NAMA). Se aplicaron fuertes descuentos a los activos de baja calidad. Por eso, las entidades sufrieron grandes déficits de capital. Fue necesaria una inyección de dinero público, que conllevó la nacionalización de la banca. La presión sobre la Hacienda fue tal que el país tuvo que ser rescatado.
Alemania. Los bancos germanos debían librarse de instrumentos financieros, inversiones no estratégicas y garantías de crédito problemáticas. El Gobierno creó una plataforma que supervisó el traspaso de esos activos hacia vehículos públicos a precios de realización a largo plazo. Cada entidad auxiliada asume los riesgos y las pérdidas de su vehículo. A cambio, su banco bueno desarrolla sin lastres su actividad principal.
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