Lo habrá, lo habrá....
¿Habrá rescate? Los analistas ven difícil que el Frob pueda sanear la banca
La recapitalización del sector financiero español
se ha situado en el epicentro de las tensiones del mercado. La gran
incógnita en los últimos días era cómo iba a financiar el Gobierno
español ese saneamiento y, de momento, lo que ha dicho abiertamente el
Ministerio de Economía es que se hará en los mercados. Pero, ¿es esta
opción viable?
En primer lugar, hay que aclarar cuánto capital necesita el sistema
financiero español. En este punto también hay mucha incertidumbre. Bankia necesitará 19.000 millones de euros adicionales (además de los 4.465 millones recibidos del Frob1 en forma de preferentes que ahora se convertirán en capital).Pero las últimas informaciones apuntan a que otras entidades como Banco NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia podrían requerir capital, con lo que las ayudas públicas ascenderían a unos 50.000 millones. A ello hay que añadir lo que necesiten los bancos cotizados, que firmas como Nomura cifran en 16.500 millones.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el Gobierno maneja un abanico de entre 40.000 y 70.000 millones, aunque espera que parte de ese capital puede ser generado por las propias entidades, según publica hoy Expansión en Orbyt. Esto abarataría la factura a abonar por el Estado, aunque solo hasta cierto punto, ya que los bancos más sanos usarán los beneficios para recapitalizarse a sí mismos, no al resto del sector.
Si al Frob apenas le quedan 5.000 millones en la recámara, esto supone que el Tesoro español debería emitir unos 45.000 millones para recapitalizar la banca española.
Las necesidades de financiación brutas de España previstas para este año ascendían a 85.600 millones y, según el Tesoro, a estas alturas del año ya están cubiertas al 50%.
En esta situación, al equipo de Íñigo Fernández de Mesa le quedaría una ardua tarea por delante: colocar colocar los 43.000 millones que quedan, los del saneamiento financiero y probablemente tendrán que convivir con la emisión de los hispabonos. Todavía no hay cifras definitivas para estos bonos autonómicos avalados por el Estado, pero las CCAA, por ejemplo, tienen 15.000 millones en vencimientos en el segundo semestre del año.
Una misión que dada las tensiones que atraviesa el mercado de deuda parece en estos momentos muy complicada. La prima de riesgo ha llegado a tocar los 542 puntos y la rentabilidad del bono español a diez años se ha situado en el 6,6%. Estas circunstancias los analistas ven muy difícil que España logre financiarse en los mercados y ven cada vez más cerca una ayuda externa.
Para Silvio Peruzzo, analista de Royal Bank of Scotland (RBS) "una emisión adicional de entre 50.000 a 70.000 millones es inviable para España".
"Nuestra previsión es que la rentabilidad ascienda hasta el 7% y después habrá que esperar a las conversaciones para iniciar el acceso al fondo de rescate ya que el Gobierno ha dado otro mal paso. Lo que ocurra va a depender de la evolución del mercado de deuda", explica este analista.
"Es verdad que hay otras opciones en el corto plazo, como por ejemplo, la asistencia de liquidez de emergencia del Banco de España para los bancos nacionales, pero el mercado va a especular sobre un rescate muy rápido".
Philip Shaw, economista de Investec Securities, apunta varios factores que podrían ayudar al Gobierno español a financiar ese capital. "Por un lado, España está muy por delante de su calendario de financiación que va del año; por otro, el Frob puede ser capaz de proporcionar algunos fondos, ya sea a través de sus propios activos o a través de una sindicación (aunque entiendo que esto es difícil en estos momentos)".
Pero Shaw reconoce que "en general, este objetivo sería muy difícil de alcanzar, especialmente con los mercados en su condición actual. Hay un riesgo real de que España necesite recurrir a ayuda externa".
Santiago Carbó, catedrático de análisis económico de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal de Estados Unidos, tampoco es optimista y asegura que "en esta situación el mercado no acepta papel español e italiano. Otra cosa es que Europa haga un avance creíble porque una cosa es que la Comisión lance una propuesta y otra, que se lleve a cabo".
Además, Carbó señala que "la situación de España es muy delicada porque a las necesidades de la banca hay que sumar las de las comunidades autónomas, para las que el Gobierno parece haber abierto la puerta a los hispabonos".
El economista Alberto Recarte se muestra más optimista y asegura que "España necesitará en torno a 35.000 millones de euros para recapitalizar la banca y no supone ningún problema conseguir esta financiación en los mercados. El Estado español tiene un problema de mayor coste de la deuda pero no es grave".
Las tensiones aumentan y España es quien genera el contagio
Keith Bowman, la equidad analista de Hargreaves Lansdown subraya también las dificultades de España. "Hemos visto que EEUU y Reino Unido han tomado medidas importantes en cuanto a la recapitalización de sus bancos. La dificultad es que, cuanto más tiempo se deje, la recaudación de fondos más difícil se hace y eso es lo que España está descubriendo ahora", ha asegurado este analista para Reuters.
"Ha habido algunas solicitudes para que el fondo de rescate que se utilizara para ayudar a los bancos españoles, pero la dificultad para que el Banco Central Europeo (BCE) es saber dónde que se detiene. Hay mucha gente que incluso se pregunta si el fondo de rescate es lo suficientemente grande para rescatar a España", añade Bowman.
Michael Leister, estratega de tipos de DZ Bank en Frankfurt, la subasta de Italia de hoy, en la que ha pagado un 6% por bonos a diez años, es un reflejo de los problemas españoles. "Estamos viendo a Italia ser tomada como rehén por los intereses de España. El mercado no discrimina nada más", comenta Leister. "Usted compra deuda de la periferia como un todo o la vende. El mercado no está contento con esta subasta".
Por su parte, Peter Chatwell, estratega de Credit Agricole en Londres, asegura que "el deterioro de los mercados periféricos parece estar acelerándose, principalmente por la tensión derivada de sector bancario de España y los riesgos de salida griegos".
En definitiva, las opciones están contadas. Descartado el BCE como vía indirecta de financiación, solo queda el mercado y los fondos de rescate. El Gobierno ha dejado claro que sí es posible emitir la deuda suficiente para sanear el sistema, pero la mayoría de analistas -sobre todo los internacionales- son más escépticos. Y si los inversores privados no lo ven claro, solo queda la última opción.
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