El sector del 'ladrillo' rebaja sus activos en 25.000 millones
No son lágrimas de plañidera, sino la verdad de unas cuentas que aterrorizan: la de la valoración de sus activos (ver gráfico) que en sólo cuatro años han adelgazado en 24.982 millones de euros, casi 5.000 millones más que la cantidad que la banca tendría que poner para sacar el ladrillo de sus balances o que el déficit del Estado en el primer trimestre de este año en términos de Contabilidad Nacional.
Rebajas del valor
A 31 de diciembre de 2007, justo antes de que se iniciara la crisis económica, las inmobiliarias que cotizan en la bolsa española -Quabit, Metrovacesa, Colonial, Realia, Reyal Urbis, Martinsa-Fadesa, Urbas, Renta Corporación y Fergo Aisa-, tenían activos valorados en 54.730 millones de euros y al cierre del último ejercicio esa cifra se había reducido ya a 29.748 millones, lo que supone un 45,6% menos.Aunque hay que tener en cuenta que durante estos años el sector se ha visto obligado a entregar a la banca acreedora parte de sus existencias -suelos, terrenos e inmuebles- para poder acometer el pago de su deuda o refinanciar la misma, la rebaja final refleja también el estallido de la burbuja y la consecuente rebaja del importe al que estaban valorados sus activos.
La buena noticia, al menos, es que,
aunque no en la misma proporción, durante la crisis también se ha
reducido el importe total de la deuda. Si al cierre de 2007 las ocho
grandes inmobiliarias en bolsa tenían compromisos financieros con la
banca por un importe de 30.363 millones, ahora esa cifra se ha rebajado a
22.318 millones de euros, un 26% menos. Y todo ello teniendo en cuenta
que se han cerrado además acuerdos de refinanciación para aplazar a
largo plazo los créditos pendientes.
La compañía que ha sufrido una rebaja de activos más importante ha sido Colonial, que ha pasado de contar con 15.052 millones a 7.936 millones de euros, de acuerdo con sus últimas cuentas consolidadas.
No obstante, hay que tener en cuenta también que la compañía que controlaba entonces Luis Portillo se ha transformado de forma radical bajo el control de la banca acreedora, convirtiéndose ahora en un grupo patrimonialista, centrado en el negocio de oficinas y edificios, y desligándose del negocio residencial.
La reestructuración de Colonial se saldó además con la segregación de los activos tóxicos en su filial Asentia, que consolida en sus cuentas pero de cuyos compromisos financieros no tiene que responder, según el acuerdo firmado con la banca.
La empresa ha acometido además la mayor reducción de la deuda financiera entre todo el sector al pasar de 9.227 millones a 3.404 millones de euros al cierre del año pasado. Su único punto negro es que si entre enero y marzo de 2011 había logrado beneficios de 10 millones de euros, ha vuelto ahora a los números rojos, perdiéndo en el primer trimestre 13 millones.
A la cabeza en la reducción de activos figura también Metrovacesa, que ha pasado de 11.683 millones de euros a quedarse con 7.761 millones, un 33,5% menos. Y en este caso, su deuda se mantiene prácticamente igual, en 5.124 millones de euros, a pesar de haberse también refinanciado.
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