Eroski: Matrimonio mileurista de jubilados, objetivo de las aportaciones subordinadas
Óscar Torres
Es la misma historia de siempre, pero no deja de sorprender. Se ha producido a lo largo y ancho de España con casi todas las entidades financieras y con productos como las preferentes, la deuda subordinada y los bonos convertibles. Ahora el escándalo no lleva el nombre de preferentes, sino de Aportaciones Subordinadas Financieras y no sólo envuelve a la sucursal de confianza del barrio, sino también al hipermercado habitual de muchos españoles: Eroski.
Adela Bolado y Agapito Toca son un matrimonio de jubilados, que el pasado julio de 2007 decidieron buscar un lugar donde colocar los ahorros de muchos años de duro trabajo. Él ha dedicado la mayor parte de su vida al mundo de la construcción y ella ha pasado por infinidad de ocupaciones para traer todos los meses unos ingresos imprescindibles y exiguos para pagar una hipoteca y sacar adelante a sus ocho hijos.
En definitiva, una pareja obrera de libro que con mucha austeridad cotidiana, apenas ha logrado ahorrar 40.000 euros a lo largo de su vida, que ahora parecen irse por un sumidero, que ninguno de los dos termina de entender. Todo empezó cuando decidieron buscar un lugar donde colocar este dinero. Acudieron a su oficina bancaria de siempre: una sucursal del BBVA sita en el santanderino barrio del Alisal. Nunca habían invertido en bolsa, ni en renta fija. Lo más parecido, una aportación de 2.000 euros a una cooperativa que salió mal parada y en la que perdieron todo. Con este mal recuerdo en mente, acudieron al BBVA y sus indicaciones al director de la sucursal fueron muy claras: "Le pedimos que nos asegurase el dinero porque acabábamos de perder esos 2.000 euros y no queríamos volver a meternos en cosas raras", explica Adela.
Sin embargo, el director de la oficina de BBVA no pareció escucharles. Tras hablar con ellos, no dudó en ofrecerles un paquete de Aportaciones Subordinadas Financieras de Eroski: los ahorros de toda la vida invertidos en deuda perpetua. "Nunca nos dijeron exactamente lo que era. Cuando yo pregunté si podría recuperar mi dinero, me respondieron que no habría ningún problema", asegura Adela.
Es cierto que las aportaciones podrían haberse intentado vender en el mercado. El problema es que no había mercado para ellas y de haber encontrado comprador, el descuento habría tenido que ser demasiado elevado. "Nadie nos dijo que para recuperar el dinero había que encontrar un comprador. Ahora que me dicen lo que realmente es, me pregunto ¿¡quién va a querer comprar algo llamado deuda perpetua!? En ningún momento mencionaron esta palabra cuando fuimos a informarnos de lo que era. Yo pensaba que podría sacar mi dinero sin ningún problema, porque así me lo dijo el director del banco", se lamenta.
Tanto Adela como Agapito estaban ya jubilados cuando les colocaron las aportaciones de Eroski y con una pensión mileurista tenían que sacar adelante a seis de sus hijos, que ya sufrían en aquel momento el insoportable drama del desempleo y el empleo precario.
¿Quiere su dinero? Pida un crédito
Adela explica que en estos años ha intentado recuperar parte de su dinero en dos ocasiones. En la primera necesitaba unos 20.000 euros para pagar la entrada de una vivienda de protección oficial que le habían ofrecido a uno de sus hijos con un 68 por ciento de minusvalía. Al acudir a la entidad para retirar el dinero, no sólo se lo negaron, sino que la propusieron solicitar un crédito para pagar esa entrada. "Fue la única solución que me dieron. Evidentemente, yo no estaba dispuesta a pedir otro préstamo teniendo el dinero ahorrado, así que mi hijo perdió la vivienda", declara Adela. En la segunda ocasión, necesitaba 2.000 euros para arreglar la fachada de la vivienda. También se lo negaron y volvieron a ofrecerle un crédito al consumo con un tipo de interés demasiado elevado.
Ahora, una mezcla de miedo y resignación embarga a este matrimonio, que ha llegado a temer por la pérdida de todos sus ahorros, pese a advertir al director de la sucursal que querían algo sencillo y seguro para ellos. Eroski les plantea como única posibilidad recuperar en efectivo tan sólo un 15 por ciento de su inversión inicial; perder un 30 por ciento y destinar el 55 por ciento restante a otro bono a 12 años. Ellos sólo querían un lugar seguro donde dejar sus ahorros y confiaron en la palabra del director de la sucursal del BBVA.
¿Qué pueden hacer?
Fernando Zunzunegui, profesor de derecho bancario en la Universidad Carlos III, cree que lo mejor es "acudir a un profesional que evalúe el caso concreto con todos los documentos pertinentes y a partir de ahí diseñar, si procede, una estrategia jurídica". Además, este experto asegura que cada afectado debe calcular previamente los costes de esa estrategia para determinar si le compensa. "Para una cantidad de 40.000 euros, el Colegio de Abogados estipula unos honorarios de unos 7.540 euros, a los que habría que sumar los costes de procurador, la tasa de Gallardón y los peritajes".
Por lo general, este experto explica que la mayoría de los casos de este tipo pivotan sobre los mismos mimbres: una comercialización no adecuada a personas que no cumplen con un perfil inversor apropiado para este tipo de productos. Y, sobre todo, un compromiso verbal de que se puede recuperar la inversión en cualquier momento, que, en ocasiones, puede costar probar.
"Estamos ante un caso más de distribución indiscriminada de un producto financiero complejo de alto riesgo, equivalente a las participaciones preferentes, entre clientela minorista carente de la experiencia y de los conocimientos para comprender el producto y valorar los riesgos", explica Zunzunegui. Pero este experto señala que se trata de un caso distinto al de las preferentes, ya que el emisor no es el propio banco, sino Eroski. La entidad financiera es quien asume la comercialización y la que tenía la responsabilidad de informar con claridad a los afectados. De hecho, el lunes, 27 de enero, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao ha publicado una sentencia en la que se afirma que la comercialización ha sido "defectuosa". El fallo desestima la petición de condena a Eroski como emisor de valores, pero obliga a BBVA a devolver el dinero invertido y otros gastos a los afectados.
Sin embargo, Zunzunegui cree que tras esta sentencia se plantea un nuevo problema. La entidad tendrá que devolver el dinero y otros gastos a los afectados por mala comercialización, pero ¿qué va a pasar con el capital realmente invertido en las aportaciones subordinadas que Eroski mantiene? "No hay obligación de poner a disposición del banco las Aportaciones Subordinadas Financieras de Eroski. Nada dice la sentencia sobre los valores, luego siguen siendo propiedad de los clientes. Lo cual nos lleva a considerar que pese a declarar nulos los contratos de comisión, lo que la sentencia resuelve es indemnizar a los clientes". Puede darse el caso de que los clientes terminen percibiendo tanto la indemnización del BBVA, como el dinero invertido que les corresponda de la aportaciones. Una anomalía que se tendrá que resolver en los próximos meses.
Leer más: Eroski: Matrimonio mileurista de jubilados, objetivo de las aportaciones subordinadas http://www.finanzas.com/noticias/empresas/20140203/eroski-matrimonio-mileurista-jubilados-2595959.html#VwZ1ipJB9AwRCuJd
Mejora tu Posicionamiento Web con http://www.intentshare.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario