La bolsa europea sigue floja, muy floja
Josep Codina
La que parecía que iba a ser destinada como la inversión para el ejercicio sigue decepcionando y sólo arriesgadas apuestas sectoriales son las que han permitido algunas ventajas a los pocos gestores que salvan la cara en el ejercicio
Semana lateral para las bolsas que siguen sin fortaleza para buscar los rebotes en los soportes. En los selectivos americanos hay alguna amenaza algo mayor tras la publicación de los últimos datos macro, que vuelven a reforzar la opción de una nueva subida de tipos en junio por parte de la FED. De ello, también se ha hecho partícipe el dólar, que se ha apreciado algo de nuevo sin permitir consolidar la zona de los 1,1400 euros. Asimismo, los datos de China vuelven a ensombrecer el panorama y provocan un inicio de semana con dudas con algunas bolsas cerradas por festivo importantes como la alemana, que se sigue como referencia clave en Europa. El crudo sigue con buen aspecto técnico para mantener el sesgo positivo y, por tanto, reduciendo sus opciones de impacto negativo para la renta variable como ha sido su tónica cuando era el principal foco de atención.
Los resultados empresariales no han logrado convertirse en catalizadores para dar soporte a nuevos avances que significaran la superación de resistencias y, más bien, han reducido expectativas. El sector bancario sigue muy débil y su elevado peso en los índices se deja notar y pasa factura.
Las bolsas emergentes se han tomado también un respiro pero su sesgo sigue mejorando a medio plazo acorde con muchas de las materias primas.
Europa sigue floja, muy floja. La que parecía que iba a ser destinada como la inversión para el ejercicio sigue decepcionando y sólo arriesgadas apuestas sectoriales son las que han permitido algunas ventajas a los pocos gestores que salvan la cara en el ejercicio.
Técnicamente, el factor debilidad obliga a seguir vigilando las zonas de soporte cuyas pérdidas pueden suponer variar el sesgo de nuevo dentro los laterales o, si resisten con esta misma tónica, seguir con la indefinición en el corto plazo.
El dólar, que pugnaba por mantener la zona de los 1,1400 durante la semana pasada, acabó en el siguiente nivel de los 1,1300 con el que arranca como soporte en la semana. Los últimos datos macroeconómicos del viernes reforzaron la sensación de que la FED puede seguir apostando más por la subida de tipos y esto, a priori, reforzó la apreciación del dólar. Pero, por el momento, no cambia su estructura del ejercicio de seguir realizando mínimos ascendentes y máximos en la misma progresión. Este sesgo alcista (depreciación del billete verde) se mantiene dentro del lateral mayor, en tanto no ceda en cierre semanal la zona de los 1,1200. Perder este nivel podría activar la búsqueda de la zona de soporte y pivote del rango amplio entre los 1,1100-1,1050. Sólo por debajo de este nivel de forma consistente puede activar la búsqueda de la zona de soportes del año entre los 1,0800-1,0700, que defiendan la parte baja del rango mayor situada sobre los 1,0500. Movimientos direccionales de mayor apreciación para buscar la paridad se mantienen como escenario con menor probabilidad técnica asignada por el momento, y necesitaría de pérdida consistente de esta referencia.
La zona de resistencia de los 1,1500-1,1600 marca la parte alta del lateral y su ruptura provocaría avances hasta la zona de los 1,1800-1,2000 como siguiente objetivo y cambio de escenario de fondo.
Tras el cierre semanal, el SP 500 se queda justo en la zona de soporte correspondiente a una línea clavicular de un posible patrón de hombro-cabeza-hombro secundario que, de cumplirse, llevaría a poner en juego de nuevo la zona de sesgo positivo del lateral. El nivel de soporte de esta línea clavicular estaría pasando por los 2.040 puntos, una zona que ya ha sido anteriormente soporte y resistencia significativa.
De cederlo, el objetivo teórico de la figura los llevaría hasta los 1.980-1.960 puntos. Pero tiene un nivel de soportes muy importante previo en el rango de la media móvil de 200 sesiones en los 2.012 puntos y los 2.000 que son significativos y difíciles de pasar a priori. El objetivo nos llevaría al nivel de perder el sesgo positivo dentro del lateral. Cierres semanales por debajo de esta zona podrían buscar ataques a los 1.940 puntos y, después, buscar los 1.900 puntos. Quedarían expuestos nuevamente los niveles de los mínimos anuales por debajo de los 1.850 puntos, que nos marcan la entrada al escenario correctivo con objetivo en la zona de los 1.750 puntos. Por el momento, es el escenario que tienes mínimas probabilidades asignadas desde la perspectiva técnica pero seguimos sin poder descartarlo en tanto no entre una nueva fase de avances a medio plazo.
Para entrar en este escenario alcista de avances a medio plazo, tiene que superar los niveles de máximos del pasado ejercicio por encima de los 2.135 puntos y proyectarse a los 2.200-2.250 puntos. En el corto plazo, le queda por resolver en este caso la anulación de este posible patrón de vuelta buscando cierres semanales y consistentes por encima de los 2.080 puntos y consolidarse después por encima de los 2.110 puntos. Este rango también es una zona de confluencia de resistencias y de ahí que realmente hagan falta catalizadores significativos para poder superarla ya que con la propia inercia del mercado parece no bastarle.
El Ibex nos ha dejado una semana prácticamente plana que ha provocado la ruptura de la directriz de avance que teníamos como primer soporte de forma lateral. Por tanto, está sin dirección y de ahí que se mantenga esta referencia de soporte aunque pueda clasificarse como más débil.
Lo primero desde el punto de vista técnico es que no hay cambios en los niveles de referencia que veíamos manejando. El riesgo se mantiene presente y si no hay mejora consistente en el sector bancario de forma generalizada, la opción de recuperar el escenario lateral y anular el patrón de vuelta mayor está difícil. Perder los 8.650 puntos y situarse por debajo de la directriz de avance nos lleva a atacar a los 8.500 puntos y buscar los mínimos de abril sobre los 8.250 puntos. Perder esta zona nos abre la búsqueda a la zona de los 8.000-7.750 puntos donde tenemos los mínimos anuales y nos supone la continuidad del escenario de corrección. Si ello se produce el objetivo teórico del patrón de vuelta que se mantiene vigente esta en los 7.500-7.250 puntos pero la proyección de continuidad nos dejaría sobre los 6.500 puntos. Seguimos con probabilidades de tener este escenario y sólo las veremos reducidas significativamente con cierres con intención y consistente por encima de los 9.550 puntos.
Esta zona de los 9.550 puntos que se inicia en el rango con base en los 9.250 puntos de la línea clavicular es la clave para anular las opciones del escenario anterior descrito. El nivel de los 9.550 puntos supone dejar atrás la media móvil de 200 sesiones sobre los 9.450 puntos y la directriz de corrección del movimiento que confluyen en ese nivel.
Después debería buscar el siguiente objetivo en los 9.800-10.000 puntos en el techo del canal actual de avance. Esto supondría recuperar el escenario lateral y abrir las opciones de buscar los 10.500 puntos que nos marcan la inflexión hacia el sesgo positivo del mismo. Pensar después en mayores proyecciones hasta la zona de los 11.000-11.250 puntos sería posible pero no tenemos por ahora catalizadores para ello teniendo además la papeleta por resolver de las nuevas elecciones generales y la formación de gobierno tras las mismas. Tenemos como el escenario con menores probabilidades asignadas, mínimas y con opciones de descartarse si volvemos al escenario correctivo, la entrada en el de avance a medio plazo para el que haría falta superar los 11.600 puntos y traspasarse los máximos del pasado ejercicio de forma consistente buscando los 12.000 puntos.
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