Aznar redobla su pulso contra Rajoy y critica la “errada” respuesta a su llamada a la austeridad
El expresidente del Gobierno presume de que redujo el déficit público del 7% al 1%. “Eso se logró sin prórrogas”, recuerda en un artículo en el ABC.
josé María Aznar, expresidente del Gobierno
Gustavo García / 24-05-2016 • 09:15
El expresidente José María Aznarha avivado su enfrentamiento con el jefe del Estado en funciones,Mariano Rajoy. Y lo ha hecho con una artículo de opinión en la'Tercera' de ABC en el que critica la “errada” respuesta del propio Rajoy, así como de varios miembros de su gabinete, a su llamada a la austeridad.
“Tengo que lamentar que la respuesta oficial a mis palabras haya sido una “errada comparación con la primera legislatura del Gobierno del PP que yo presidí”, afirma el actual responsable de la Fundación FAES. “Errada por inexacta -no es verdad que en la anterior legislatura se haya reducido el déficit más que en el periodo 1996-2000-, y forzada, porque entonces se cumplió el objetivo de déficit que nos permitió entrar en el euro -como saben de primera mano los actuales ministros de Hacienda y de Economía-, y ahora, lamentablemente, no. Entonces no había euro ni Pacto de Estabilidad, y ahora sí”, recuerda Aznar.
El que fuera jefe del Ejectivo reitera que su gobierno heredó de los socialistas un “déficit público del 7% del PIB” y “cuatro años después, el déficit era del 1,3% y ese año 2000 se cerraría en el 1%”. “Y eso se logró sin prórrogas”, destaca Aznar, “porque el euro no esperaba, y renunciando a subir los impuestos, que en realiad se bajaron”.
El veterano dirigente popular asegura que el problema fiscal de España “no es propiedad del PP ni del Gobierno” o “al menos no lo es en exclusiva”. “Es un problema de nuestra economía, de nuestra sociedad y, sobre todo, es un problema de nuestra política o de la falta de ella, según se mire”, sostiene Aznar, que defiende que el déficit “es una cuestión nacional básica, porque condiciona todo lo demás”.
Según el expresidente, “el crecimiento está aumentando los ingresos públicos, y los tipos de interés en mínimos aseguran, por el momento, una cómoda financiación del déficit. Es perfectamente posible que la evolución de los ingresos permita alcanzar el nuevo objetivo de déficit”. “En suma”, dice Aznar, “parece que se dan todas las circunstancias políticas, económicas e institucionales que invitan a relajar los esfuerzos de reducción del déficit del que 'ya se ocupará la conyuntura'”.
“El déficit no crea empleo y confiar en la evolución favorable de los ingresos públicos sin entrar en reformas de lado del gasto no resultará”, advierta Aznar al Gobierno de Rajoy, que aboga por un “esfuerzo redoblado de consolidación fiscal”.
Pacto nacional
Tras explicar que ningún partido logrará mayoría parlamentaria tras las elecciones generales del próximo 26 de junio, Aznar ha afirmado que la “estrategia para la reducción del déficit deber´ça contar con una base de acuerdo más amplia y más conpleja”. Es decir, defiende la necesidad de un “pacto nacional de estabilidad y crecimiento entre los partidos que puedan formar parte de un gobierno razonable”.
“Un acuerdo”, según el presidente de FAES, “que aproveche las circunstancias favorables y asuma el compromiso de estabilidad presupuestaria, que es un compromiso ante Europa y ante nosotros mismos, no solo económico, sino político”.
Este pacto, continúa Aznar, “proyectaría confianza y credibilidad hacia el exterior, que nos protegería frente a los impactos negativos de un entorno cambiante que difícilmente puede ya mejorar e impulsaría la agenda de reformas -no recortes- que es urgente retomar
“Tengo que lamentar que la respuesta oficial a mis palabras haya sido una “errada comparación con la primera legislatura del Gobierno del PP que yo presidí”, afirma el actual responsable de la Fundación FAES. “Errada por inexacta -no es verdad que en la anterior legislatura se haya reducido el déficit más que en el periodo 1996-2000-, y forzada, porque entonces se cumplió el objetivo de déficit que nos permitió entrar en el euro -como saben de primera mano los actuales ministros de Hacienda y de Economía-, y ahora, lamentablemente, no. Entonces no había euro ni Pacto de Estabilidad, y ahora sí”, recuerda Aznar.
El que fuera jefe del Ejectivo reitera que su gobierno heredó de los socialistas un “déficit público del 7% del PIB” y “cuatro años después, el déficit era del 1,3% y ese año 2000 se cerraría en el 1%”. “Y eso se logró sin prórrogas”, destaca Aznar, “porque el euro no esperaba, y renunciando a subir los impuestos, que en realiad se bajaron”.
El veterano dirigente popular asegura que el problema fiscal de España “no es propiedad del PP ni del Gobierno” o “al menos no lo es en exclusiva”. “Es un problema de nuestra economía, de nuestra sociedad y, sobre todo, es un problema de nuestra política o de la falta de ella, según se mire”, sostiene Aznar, que defiende que el déficit “es una cuestión nacional básica, porque condiciona todo lo demás”.
Según el expresidente, “el crecimiento está aumentando los ingresos públicos, y los tipos de interés en mínimos aseguran, por el momento, una cómoda financiación del déficit. Es perfectamente posible que la evolución de los ingresos permita alcanzar el nuevo objetivo de déficit”. “En suma”, dice Aznar, “parece que se dan todas las circunstancias políticas, económicas e institucionales que invitan a relajar los esfuerzos de reducción del déficit del que 'ya se ocupará la conyuntura'”.
“El déficit no crea empleo y confiar en la evolución favorable de los ingresos públicos sin entrar en reformas de lado del gasto no resultará”, advierta Aznar al Gobierno de Rajoy, que aboga por un “esfuerzo redoblado de consolidación fiscal”.
Pacto nacional
Tras explicar que ningún partido logrará mayoría parlamentaria tras las elecciones generales del próximo 26 de junio, Aznar ha afirmado que la “estrategia para la reducción del déficit deber´ça contar con una base de acuerdo más amplia y más conpleja”. Es decir, defiende la necesidad de un “pacto nacional de estabilidad y crecimiento entre los partidos que puedan formar parte de un gobierno razonable”.
“Un acuerdo”, según el presidente de FAES, “que aproveche las circunstancias favorables y asuma el compromiso de estabilidad presupuestaria, que es un compromiso ante Europa y ante nosotros mismos, no solo económico, sino político”.
Este pacto, continúa Aznar, “proyectaría confianza y credibilidad hacia el exterior, que nos protegería frente a los impactos negativos de un entorno cambiante que difícilmente puede ya mejorar e impulsaría la agenda de reformas -no recortes- que es urgente retomar
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