Eurosport-Los números de Nadal hablan por sí solos. Ya no es el hecho de que pueda conseguir nuevamente ganar el torneo, sino que, con está final ya son 105 en su carrera, superando a Guillermo Vilas, e iguala a Roger Fededer como el tenista que más partidos por el título ha disputado en un Masters 1.000, con 44. Una leyenda que puede agrandarse más si cabe en 2017, después de que ya haya estado en tres de ellos hasta la fecha, Open de Australia, Acapulco y Miami, todos ellos con derrota.
Además, si Nadal consiguiera el título, este supondría, el récord de su décimo título en Montecarlo, el 29 Masters 1.000, el 50 sobre tierra batida con el que rompería el empate que mantiene con Vilas, y el 70 de su carrera, y rompería una racha sin conseguir levantar un entorchado desde el Godó de 2016. Más números que solo hacen que engrandecer la carrera de un Nadal, que no hace sino prepararle un sillón entre los más grandes de la historia del tenis cuando ésta termine.
Ante él estará un compatriota, por tercera vez en el torneo monegasco, la cuarta de la historia con tenistas patrios. En 2002, Juan Carlos Ferrero venció a Carlos Moyà, actual entrenador de Rafa, que se enfrentó a Fernando Verdasco en 2010 y a David Ferrer en 2011. En ambos, el manacorí salió victorioso de la pista central de Montecarlo. En esta ocasión será Albert Ramos su rival, ante el que solo conoce la victoria en sus dos enfrentamientos anteriores.
El Trofeo Conde de Godó fue testigo en 2013 y 2014 de esos dos partidos. El primero de ellos, en cuartos de final, el resultado fue 6-3 y 6-4, en el segundo, tampoco consiguió arrancarle un set a Nadal, 7-6(4) y 6-4. Pero la empresa es diferente, y el escenario también. La tierra batida de Montecarlo vivirá el primer duelo entre zurdos españoles desde el 2010 donde jugaron Nadal y Verdasco.
No sería el primer título de Ramos en la ATP, sí el de mayor enjundia, ya que en el torneo sueco de Bastad en 2016 superó a Verdasco (6-3 y 6-4) en la final disputada en tierra batida, superficie predilecta del tenis español. En la actualidad y hasta que se actualicen las listas tras la finalización del Masters 1.000 de Montecarlo, el español transita el puesto 24 del ránking mundial, en el que es hasta la fecha el mejor de su carrera.
Una final que no hará sino reafirmar al tenis español en una superficie como la tierra batida y encumbrar a cualquiera de los dos que consiga ganarla. Si es Nadal, tendremos que dedicar un nuevo reglón a las ya muchas páginas de oro que se han escrito sobre él en la historia del tenis, y si es Ramos, podremos celebrar la victoria de un obrero de la raqueta, que ha conseguido un hito casi inalcanzable hasta esta semana en Montecarlo. Finalmente, la tierra batida dictará sentencia.
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