El dinero vuelve a mirar a España para invertir en proyectos de energía fotovoltaica. Pero ahora lo hace con una diferencia fundamental respecto a la década pasada: sus ingresos dependerán fundamentalmente del mercado en lugar de lo que decida el Ministerio de Energía.
La ruptura de la seguridad jurídica por parte del Gobierno de Rajoyespantó a los inversores. Esto provocó un parón en el país con más solde toda Europa. Sin embargo, las condiciones de mercado y el consenso político europeo alcanzado tras el Acuerdo de París están atrayendo la inversión a España hacia la fotovoltaica de nuevo, cuya penetración en el mix energético apenas cubre el 3% de la demandaactual. Al calor de una rentabilidad que se estima entre el 4% y el 7% de media, el interés de fondos, bancos, desarrolladores industriales y actores colaterales vuelve a situar a esta fuente de generación eléctrica como un objeto de deseo. Estas son algunas de las claves:
1.- Disruptiva mejora competitiva
Este es el factor clave para el fuerte desarrollo que está experimentando esta tecnología a nivel mundial. Actualmente, las placas de energía fotovoltaica son diez veces más baratas de lo que eran hace una década. Esto hace que la energía solar fotovoltaica ya sea competitiva sin necesidad de ayudas, como sucedía en el pasado. El último estudio de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) muestra cómo la electricidad producida con solar fotovoltaica es la que más se ha abaratado de todas las tecnologías renovables.
Este retroceso del coste de la electricidad se debe a la fuerte caída de los costes de instalación, mientras ha mejorado la capacidad de la tecnología.
No obstante no todo está libre de peligro. Esta fuerte caída de precios ha focalizado la fabricación en China, donde se producen prácticamente el 100% de las placas. Algunos consultores especializados en el sector advierten que hay que tener en cuenta que los chinos podrían empezar a encarecer el precio de las placas dado que no tienen competencia significativa a nivel mundial.
2.- Volumen de recurso disponible
Otro factor decisivo a la hora de apostar por España por parte de los inversores es la capacidad que tiene este territorio dado el alto recurso solar. De hecho, es el país de Europa que más radiación solar dispone. La economía española aprovecha esta ventaja competitiva para explotar el turismo. Sin embargo, las capacidades energéticas están infrautilizadas. No en vano, en España había instalados a cierre de 2017 4.675 MW de potencia fotovoltaica mientras en Alemania, cuyo recurso solar es mucho más escaso y cuenta con una extensión de terreno similar, hay ya más de 40.000 MW en funcionamiento.
3.- Consenso político de descarbonización
El tercer factor que están teniendo en cuenta los inversores en la actualidad para apostar por las renovables es el elevado nivel de compromiso que ha adquirido la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización. Este obliga a acabar con las emisiones en 2050 y esto pasa por aumentar de manera decidida la producción eléctrica a través de renovables. Por eso lo países miembros están lanzando subastas para instalar estas tecnologías que les permitan cumplir con sus cuotas. Para cumplir con los Acuerdos de París firmados en 2015 los expertos apuntan a la electrificación de la economía.
Esto está haciendo que muchos piensen que la demanda eléctrica va a crecer con fuerza en los próximos años. Prueba de esto es la apuesta decidida que muchas fábricas de automóvil están haciendo por el coche eléctrico.
Esto unido además a la fuerte presión institucional que se está ejerciendo, sobre todo desde las grandes ciudades, contra las fuentes de producción más contaminantes. Por todo ello, los inversores creen que la electricidad procedente de renovables podrá ir cubriendo el lugar que hoy ocupa el carbón o los hidrocarburos.
4.- Menor incertidumbre regulatoria
Esta es otra palanca que invita a la inversión. La energía fotovoltaica demostró en la última subasta de renovables que puede competir sin ayudas públicas. Es decir, a precios del mercado. De hecho, la dependencia de la Administración cada vez es menor. Así se demuestra con el incipiente mercado de acuerdos bilaterales para compra-venta de energía que se está desarrollando en España.
El principal producto se conoce como PPA (Power Purchase Agreement). Se trata de un acuerdo a largo plazo entre un generador que vende energía a un determinado precio y un consumidor que la compra. Este producto está siendo clave, dado que sin ayudas del Gobierno los bancos y los fondos están accediendo a aportar capital tomando este PPA como garantía, lo que está permitiendo un desarrollo al margen de las recientes subastas y de cualquier tipo de ayuda.
Tal y como explica el director general de la asociación fotovoltaica UNEF, José Donoso, "hay entre 1.000 MW y 2.000 MW al margen de los 4.000 MW adjudicados en la subasta que se están desarrollando ahora mismo con PPA o directamente a precio de mercado". Incluso hay inversores dispuestos a asumir el riesgo de la volatilidad que ofrece que los ingresos vengan del mercado mayorista, que tiene una fluctuación muy elevada.
Este es el caso de Solarcentury, una compañía de Reino Unido que prepara una instalación fotovoltaica de 300 MW en Talayuela (Cáceres). La construcción está a cargo de Genia Global Energy, una consultora valenciana formada por una decena de ingenieros. El CEO y fundador de la misma, Gabriel Butler, explica que está todo por hacer, que los proyectos pueden desarrollarse pero aún se está en una fase muy preliminar.
Otro síntoma de la atracción hacia el sector es el renovado interés de los bancos por financiar estos proyectos. No obstante, el riesgo del mercado y las malas experiencias del pasado les está haciendo ser más cautos a la hora de aportar fondos. Sin embargo, fuentes del sector explican que hay bancos internacionales que están siendo más activos y darán también batalla a los españoles.
En este sentido, un actor destacado es el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Su vicepresidente, Román Escolano, señalaba este mismo miércoles que la institución ha recibido petición de fondos de los principales adjudicatarios de la subasta. En este sentido, expresó el crecimiento de la financiación de proyectos de energías renovables en los últimos años y el avance destacado que tendrá en el futuro.
El melón de la generación eléctrica que estaba en manos de las grandes 'utilities' cada vez estará más dividido. Se rompe el oligopolio de la producción
Todo esto habla bien a las claras del hambre por la fotovoltaica que existe en la actualidad. Fondos de pensiones (Allianz, instituciones públicas de Hontario), de capital riesgo (Cerberus, KKR, Oaktree) o de infraestructuras (GIP, Brookfield) extranjeros están irrumpiendo en el sector con decisión. El melón de la generación eléctrica que estaba en manos de las grandes 'utilities' cada vez estará más dividido. Un dato muy elocuente es el de peticiones de conexión a la red de alta tensión. UNEF sostiene que hay 20.000 MW solicitados de los que 10.000 MW ya han depositado los avales.
Además de la proliferación de actores independientes que están levantando estructuras de generación, lo que está democratizando el sistema, están llegando 'utilities' internacionales e incluso las petroleras, que tratan de virar su modelo de negocio ante la certidumbre de extinción de la venta de hidrocarburos. Cepsa ya ha entrado en renovables y Repsol sondea el mercado de manera muy activa. Esto complica la existencia a generadores eléctricos con una corta posición de renovables en España, como Endesa y Gas Natural Fenosa, que también tratan de aumentar su cuota antes de que sea demasiado tarde.
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