Coincidiendo con el Foro Económico Mundial de Davos, Oxfam Intermón ha hecho público su informe anual que -otra vez- alerta de que la brecha de la desigualdad se expande, en lugar de cerrarse con la recuperación económica. El documento destaca que el 82 % de la riqueza mundial generadadurante el pasado año se concentró en las manos del 1 % más pudiente, mientras que la mitad más pobre (3.700 millones de personas) «no se beneficiaron lo más mínimo». Y España replica la tendencia.
En el informe ¿Realidad o ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría, la oenegé aborda específicamente el caso español y explica que, aunque estemos a la cabeza de Europa en crecimiento, la reactivación económica no se ha trasladado a toda la ciudadanía: España es el tercer país más desigual de la UE, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria. En términos de renta, la recuperación ha favorecido cuatro veces más a los ricos que a los más pobres y el 1 % que más tiene acapara un cuarto de la riqueza nacional.
de un plan para reducir la inequidad -sostiene que el sistema fiscal es parte del problema porque no redistribuye- y presta especial atención a la precariedad laboral, que provocó un desplome salarial que no se ha corregido. Por ejemplo, mientras los beneficios empresariales crecieron en el 2016 más de un 200 % respecto al 2015, el coste laboral por trabajador está «estancado» desde el 2012, se trabajan muchas más horas con una retribución inferior y la brecha salarial se ha agrandado. «A los ricos no les fue tan mal», apunta la organización, que explica que mientras lossalarios más bajos se redujeron un 15 % entre el 2008 y el 2016, los más altos crecieron en la misma proporción.
También destaca que alguien que cobre el salario mínimo interprofesional (SMI) tendría que trabajar 71 años para igualar el sueldo anual de quienes se sitúan en el tramo retributivo más alto. Si se toma el sueldo medio, serían precisos casi 30 años para lograrlo, mientras que si se miran las retribuciones de las empresas del Ibex 35, el escenario empeora, ya que quienes cobran el sueldo medio solo igualarían el del directivo mejor pagado tras 112 años, 207 en el caso del salario mínimo promedio.
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