La mayor parada de Arcelor en siete años afectará a 400 empleados durante una semana
El tren de bandas en caliente e instalaciones dependientes cesarán la actividad para reducir la producción ante las malas previsiones del sector
Era cuestión de tiempo que la reducción de la producción en los hornos altos y en la acería se notara en instalaciones acabadoras. Lo avanzaban fuentes de Arcelor y lo reconocían los sindicatos. Aunque el grueso del recorte de 700.000 toneladas en las plantas asturianas está por venir -todo apunta a que será en otoño, coincidiendo con obras en un horno alto y en la LDIII-, los ajustes se empezarán a notar con intensidad a partir del próximo mes. De momento, la multinacional anunció ayer la que es considerada la mayor parada por duración y empleos afectados desde lo peor de la crisis, allá por 2012. En el primer trimestre la empresa reguló a unos 1.600 trabajadores, pero con el objetivo de reducir los costes no de bajar la producción.
En esta ocasión serán alrededor de 400 trabajadores, entre plantilla propia y de auxiliares, los que se irán para casa siete días de junio, el personal de producción que está a turnos en el tren de bandas en caliente (TBC) y el taller de cilindros. Afectará al tren semicontinuo, a los parques y a la línea de saneo. En esta última se pasará de cinco a tres equipos y el personal excedente será recolocado en la grúa 18, operada actualmente por personal de contratas. No obstante, fuentes sindicales reducen el personal que estará afectado por debajo de las 300 personas.
La parada programada por Arcelor tendrá lugar los días 3, 4, 10, 11, 12, 24 y 25 del próximo mes y está ligada al anuncio que hizo Arcelor a principios de mayo de que recortará este año su producción en 3,2 millones de toneladas en Polonia, Italia y España, de las que 700.000 corresponderán a las factorías asturianas.
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Recurrir al ERTE
La compañía ofrecerá a los trabajadores afectados por esta parada que aprovechen esos días para realizar reconocimientos médicos y disfruten de licencias pendientes o vacaciones para aplicar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo activo en el grupo como último recurso. Sin embargo, reconocen en la compañía que la cercanía del periodo estival, con gran parte del personal con sus vacaciones contratadas, complica un posible cambio de los descansos y creen que el ERTE se aplicará de una forma importante. Sus condiciones, prorrogadas el pasado 14 de diciembre, garantizan el 90% del salario bruto y el 100% de las pagas extraordinarias, vacaciones y compensatorios.
De este modo, el recorte que ha comenzado en los hornos altos de Gijón se irá trasladando a las distintas fases del proceso productivo. De esta instalación sale menos arrabio para la acería (en principio el ajuste será en la de Avilés) y en ella se reduce la producción de desbastes para el TBC. La empresa espera con la parada anunciada ayer reducir la producción de esta instalación en alrededor de 80.000 toneladas (26%), de las 300.000 mensuales que expide.
Aunque no se ha concretado, los efectos no se quedarán en Asturias. Parte de la bobina laminada en caliente que sale del TBC se queda en Avilés para su posterior tratamiento en decapado y luego galvanizado u hojalata, pero otra se transporta a las plantas de Echévarri, Lesaca y Sagunto para nuevas transformaciones y, con toda probabilidad, también notarán allí los recortes de la producción. Además, la compañía advierte de que si la situación continúa agravándose podría tener que recurrir a decisiones más drásticas.
Durante los últimos meses ya ha realizado distintos tipos de paradas, sobre todo en las líneas de hojalata y galvanizado por una caída de pedidos. Ahora estas instalaciones podrían verse afectadas de nuevo por el ajuste en el TBC.
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