El Escorialín que enamora a locales y foráneos
La Oficina Municipal de Turismo recibe a cientos de visitantes en su primera semana de funcionamiento desde 2017
Se acerca el verano y, con él, el dulce olor a granizado en el Paseo de los Álamos mezclado con el sonido distintivo de los acentos llegados desde todos los recovecos de la geografía española. Y para darle la bienvenida que se merece, la ciudad ha vuelto a poner en funcionamiento la vieja Oficina Municipal de Turismo del Campo de San Francisco, El Escorialín, en la calle Marqués de Santa Cruz, que vuelve a estar a pleno rendimiento después de un año y medio con sus puertas cerradas al turismo. El pasado 30 de noviembre de 2017 el histórico edificio, inaugurado en 1958, echaba el cierre por falta de personal y, un mes después, la borrasca 'Bruno' le arrojaba un árbol encima. Ya sin cicatrices, y con cuatro diplomados en Turismo en prácticas atendiendo en ventanilla, la ciudadanía ha recibido la noticia con alegría. «A los ovetenses nos gusta El Escorialín, es una parte más de la ciudad de nuestra infancia», relata, en declaraciones a este diario, la abogada Mónica Junquera.
«No podía seguir cerrado durante mucho más tiempo, y no por el turismo, sino por la propia esencia de Oviedo. El Escorialín es un 'pegotín' en el Campo de San Francisco que alegra con solo mirarlo, es parte de nosotros y, además, cumple una función esencial. Oviedo es la capital del turismo y tiene que seguir siéndolo», dice Junquera, a escasos metros de la oficina municipal, resguardada por la sombra de la fachada trasera del pequeño edificio.
Aún corre mayo, sin demasiada prisa y con la cita con elecciones para el próximo domingo, pero los visitantes ya han comenzado a utilizar El Escorialín como se recordaba en otros tiempos, y las esperas, ya desde el lunes, dejaban entrever que la reapertura era «necesaria». Así lo recalca el ovetense Javier Recio, mientras pasea por allí. «Los turistas ya están haciendo cola y es el mayor ejemplo que existe de que se hacía imperativo que la Oficina Municipal de Turismo volviese a subir la persiana», afirma. «En Oviedo no hacen falta muchos puntos distintos de este tipo. Con dos basta, pero tienen que estar bien caracterizados y ser atractivos», matiza.
Pero no solo los locales se han alegrado de la reapertura, también los recién llegados a la Vetusta de Clarín. Es el caso de los peregrinos Miquel Molina y Noelia Abad, de Valencia y Guadalajara. «Este tipo de oficinas tan pintorescas son muy importantes para el que llega y solo puede disfrutar de la ciudad un día», dice Molina. «Llevamos doce días en Asturias. Ha llegado el momento de seguir con el Camino Primitivo», explica Abad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario