El desamparo del pequeño inversor....

Proteger al pequeño inversor: Una mentira repetida mil veces Por Marcos MuñozCriptomonedas14.05.2021 09:03 5 Marcos Muñoz Marcos Muñoz Artículos (5) Mi página de inicio Seguir La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España, emitieron un comunicado, el pasado 9 de febrero, con el que buscaban advertir a los ciudadanos sobre riesgos de invertir su dinero en criptomonedas. El comunicado decía "En los últimos meses, numerosas criptomonedas, entre ellas Bitcoin y Ether, han experimentado elevada volatilidad en sus precios, lo cual ha sido acompañado de un aumento significativo de la publicidad, en ocasiones agresiva, para atraer inversores.” Apenas un mes más tarde, este comunicado se transformó en una polémica iniciativa que propone que la CNMV pueda controlar la publicidad vinculada a criptoactivos. Esto surgió de un real decreto-ley publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el día 13 de Marzo. Estos cambios modifican el Real Decreto Legislativo 4/2015, del 23 de octubre de 2020, y se recogen en un nuevo artículo 240 bis que busca: “Otorgar a la CNMV competencias con el fin de sujetar a control administrativo la publicidad de criptoactivos y otros activos e instrumentos, que no se regulan en la Ley del Mercado de Valores y que se ofrecen como propuesta de inversión. También se habilita a la CNMV a desarrollar mediante Circular el ámbito objetivo y subjetivo, así como los mecanismos y procedimientos de control que se aplicarán”. ¿Por qué debería la CNMV controlar la publicidad de criptoactivos? Esto dice el texto: “Estas tecnologías presentan algunos riesgos. En primer lugar, permiten la realización de operaciones de forma anónima lo que facilita su uso para fines ilegales. En segundo lugar, la adecuada custodia de las claves asociadas a los criptoactivos de los clientes resulta crucial para la prestación de servicios sobre estos activos y para la protección de los clientes. En tercer lugar, se están ofreciendo cada vez más frecuentemente como objeto de inversión, tanto a inversores especializados como al público en general.” Además, como siempre, destacan que estas medidas se toman pensando en “proteger al pequeño inversor”, pobre e indefensa víctima de la volatilidad y la complejidad de estas inversiones. Nadie en su sano juicio pensaría que tal vez el Gobierno y la CMNV quieren controlar la publicidad de criptoactivos debido al miedo que les genera el potencial de Bitcoin y las criptomonedas ¿no? No, claro. Nadie podría dudar de la CNMV, una institución que posee un impecable historial defendiendo el dinero de los pequeños inversores. ¿Y el caso del fraude de las preferentes de Bankia (MC:BKIA) por ejemplo? Deuda a perpetuidad de las cajas quebradas que fueron comercializadas como productos seguros y que terminaron absorbiendo el ahorro de miles de jubilados. No conformes con eso, el fraude volvió a repetirse con la salida a bolsa de Bankia, fusión de dos cajas quebradas que, inevitablemente arrojó una entidad doblemente quebrada y en la que no tenía ningún sentido invertir. Yo no tengo dudas de que tanto el Banco de España como la CNMV eran totalmente conscientes del agujero financiero con el que cargaban nuestros bancos y de los riesgos de solvencia que podrían decantar en una crisis monumental. Hasta desde la inocencia, se podría pensar que en realidad fue hecho con buenas intenciones y que se dedicaron a incentivar la captación de capital por parte del sistema financiero con el objetivo de evitar un colapso que pensaban evitable. Aun así sería totalmente deleznable que hayan buscado sacar ese capital al pequeño ahorrador español para mantener a flote a la banca hasta que pase la crisis. Engañar a los pequeños ahorristas con activos basura con el fin de recapitalizar el sistema financiero español. Finalmente la Audiencia Nacional terminó por exculpar a la antigua cúpula de Bankia por estafar a los accionistas debido a que todas las decisiones fueron supervisadas y contaron con la tutela de los reguladores. ¿Esto quiere decir que no hubo estafa? Claro que no. Si la salida a bolsa de Bankia tenía el visto bueno del supervisor, no es que no haya habido estafa, sino que el supervisor también fue cómplice de la misma. Estos mismos reguladores que incentivaron la inversión del pequeño ahorrador español y lo engañaron con el fin de recapitalizar el sistema financiero, son los que hoy quieren tener bajo su control la publicidad de criptoactivos con el fin de “proteger al pequeño inversor”. Insto a que no suframos de Síndrome de Estocolmo financiero. La CNMV dice que quiere proteger al pequeño inversor, pero es el pequeño inversor quién debe protegerse de la CNMV.