El Comercio....dora la píldora.

Las nuevas casetas de San Mateo se llenan para «ayudar a la hostelería tras un año complicado» Las instalaciones de El Antiguo, el Campo y el Truébano lucen «a rebosar» aunque algunos clientes echan de menos los chiringuitos ROSALÍA AGUDÍN Sábado, 11 septiembre 2021, 21:22 Primer día completo del nuevo modelo festivo de San Mateo, con la eliminación de los tradicionales chiringuitos gestionados por asociaciones en favor de las casetas, y las buenas sensaciones de los hosteleros, comerciantes y clientes se confirmaron con el lleno. Hay ganas de fiesta, de disfrutar de los festejos, y era difícil pillar una silla. «A rebosar» estuvieron el viernes por la noche y hoy a la hora del vermú las cuarenta instalaciones en las zonas festivas: en el Campo San Francisco –paseo del Bombé y de la Herradura– y en El Antiguo –plaza de Porlier y Catedral-, y en el parque del Truébano, donde el público acompañó a Pablo Moro al mediodía. Galería. LORENZANA Los buenos resultados durante las primeras horas festivas ya tienen algunas consecuencias en la economía local. «Ocho empleados (seis camareros y dos cocineros) a jornada completa» ha contratado la Taberna Salcedo, que gestiona un puesto del paseo de la Herradura. Una creación de empleos que se suma a las «pequeñas inversiones» hechas dentro de la instalación para amoldarla a su gusto y que los clientes reciban el mejor servicio, según comenta Joaquín Fernández. «El inicio fue un poco caótico porque no teníamos luz, entre otras razones. Somos nuevos, sin experiencia en los festejos, pero esta es una buena oportunidad para paliar la temporada. Además, la concesión es por tres años»; es decir, hasta San Mateo de 2023. Así figura en las bases del nuevo modelo festivo que se ha puesto este año en marcha y con el que los hosteleros confían en que sea una «ayuda tras un año y medio muy complicado» por las restricciones impuestas para paliar el avance de la pandemia, según explica Federico Silvera de A Feira, en el paseo del Bombé. Los horarios de apertura se extienden hasta las dos y media de la madrugada, pero ellos cerraron a la una. «La gente respetó y cuando llegó la hora se fueron marchando», agradeció. El público ya está acostumbrado a los nuevos horarios de cierre. Botellones hasta las seis de la mañana en el Parque de Invierno Con el primer día de fiestas mateínas llegaron los botellones a pesar de las prohibiciones y los avisos de las autoridades. Grupos de jóvenes se concentraron en plazas del Oviedo Antiguo o en el parque de Invierno hasta altas horas. En esta última estancia algunos más allá de las seis de la mañana, según indicaron varios testigos. La plaza del Sol, por su parte, estaba llena a las cuatro de la madrugada, cuando cerró todo. La estampa disgusta al alcalde, Alfredo Canteli. El viernes pidió que las fiestas se celebren «con orden» y «limpieza» y que se eviten en la capital las imágenes de botellones que se produjeron en agosto en otros lugares de Asturias. Sin embargo, cientos de jóvenes se concentraron para beber en la calle tras cerrar los locales de hostelería y las casetas en las primeras horas mateínas. A pesar de ello, la jornada fue «tranquila», según informaron fuentes municipales, sin hechos destacables. Para ello se ha reforzado la seguridad. La Policía Local, Nacional y agentes de seguridad privada controlan durante las veinticuatro horas del día los recintos festivos, apoyado por los controles de la Guardia Civil. Entre los que hoy disfrutaron de la hora del vermú estaban Diego Cintora y su hija Laura: «Este es un San Mateo diferente. Echamos de menos el modelo antiguo, pero para el día las casetas están bien. Es algo familiar; aunque por la noche faltan los chiringuitos», destacó. Por su parte, el cliente Víctor Sariego dijo que las fiestas están «a rebosar». Este ovetense, residente en Gijón, tiene una tradición curiosa: se pone cada San Mateo un polo de color azul. «Lo tengo desde hace quince años». Ayer lo llevaba para escuchar a su hijo en el concierto que dio al mediodía en el paseo de La Herradura: «Las fiestas son magníficas; el alcalde de Oviedo no lo está haciendo mal», felicitó. El 'cartel' de lleno del Campo San Francisco también se colgó en la plaza de Porlier. Diego Javita, de la sidrería El Bosque, destacó «que el ambiente acompañó tanto por la noche como a la hora del vermú». Muchos de los clientes celebraron que una de las bebidas protagonistas sea la sidra. «Hay ambiente, es un formato cómodo, fluido, sin aglomeraciones de gente», añadió su clienta Jennifer Esther Casero. Asimismo, Nerea Fernández disfrutó del recinto de la plaza de la Catedral. Resaltó el nuevo formato, aunque echa de menos uno de los bocadillos más típicos: «Por ahora no hemos visto el tradicional de calamares que había en los chiringuitos», reprochó. Jorge Bustamante, de La Prestosa, criticó que este espacio hay «mucha presencia policial», llegando los agentes «a identificar a varias personas porque la decoración no se amoldaba a las bases». Han puesto su propia cartelería. «Muy buena acogida» Los comerciantes también tienen su sitio en las fiestas de San Mateo. Otra de las novedades de este año es el mercadillo de artesanía que se ha instalado en la avenida de Italia del Campo San Francisco. Formado por quince puestos, todos ofrecen a la venta productos menos uno, ya que es un taller de pintacaras. Belén Loredo está al frente de Cuero Kas y hoy destacó la «muy buena acogida» de esta iniciativa por parte del público:«Es una forma de que el comercio vuelva a la calle y este mercadillo se ha convertido en una oportunidad entre las ventas 'online'». Asimismo, Azucena Manso, de El Puestín de Taramundi, celebró que «hay mucha gente con ganas de salir y comprar, y aquí está muy bien al ser al aire libre». Esto les ayuda después de un año y medio de pandemia donde muchas de las principales citas se vieron suspendidas por culpa de la situación sanitaria. Este mercadillo estará abierto hasta el día de San Mateo desde las once de la mañana hasta las dos de la tarde y de cinco a nueve. Pero queda mucho San Mateo aún por valorar.