sábado, 13 de agosto de 2022
* Lucus Asturum....esa Joya. *
Aparece la última habitación enterrada del Lucus Asturum
Del siglo I al IV. Los arqueólogos recogen más de 2.200 muestras que ayudarán a entender cómo era la vida en el asentamiento
MÓNICA RIVERO
Sábado, 13 agosto 2022, 00:50
El dicho popular «la basura de un hombre es el tesoro de otro» adquiere un cariz especial cuando se habla de arqueología. El equipo dirigido por Esperanza Martín cerraba ayer una productiva campaña en el Lucus Asturum, donde múltiples basureros, uno de estructura cónica y llamativa profundidad, han arrojado nuevas pistas sobre la vida el asentamiento romano situado en Lugo de Llanera.
En concreto, en las tres catas realizadas sobre el terreno han aparecido: la octava habitación de la vivienda, una zona de calzada y el mencionado hueco dedicado a la acumulación de desperdicios. De todos ellos, el equipo de investigadores ha recopilado más de 2.200 muestras de material.
Espinas de pescado, cáscaras de ostras, huesos de caballo, cerámica y cristalería del hogar, restos de zapatos, objetos de bronce y muchas tejas son tan solo algunos de los materiales que durante los próximos meses pasarán por el laboratorio para continuar desentrañando los secretos del Lucus Asturum. «Hemos afianzado la cronología, que comienza a principios del siglo primero y perdura hasta el 370 aproximadamente», adelanta Martín.
Muros. El equipo ha desenterrado una octava sala. Arte. La excavación ha inspirado algunas ilustraciones. Preservación. Las muestras se recogen con delicadeza.
Así, la edificación que ya salió a la luz en la excavación del pasado verano ha demostrado ser «una unidad doméstica completamente aislada, por lo menos en su entorno, pero que tiene toda una serie de estructuras asociadas», tal y como narraban «las noticias de las primeras investigaciones, que nos vienen ya de 1927»: «Lo que estamos viendo son pequeñas zonas de hábitat, que son diferentes, pero están muy cerca». La estimación es que esta vivienda en concreto ocupase más de 500 metros cuadrados y contaba con un pozo para el suministro de agua, un rústico sistema de saneamiento y unas termas.
Sin embargo, no todo han sido buenas noticias, ya que los investigadores no han logrado la ayuda regional para realizar un análisis arqueométrico de todos los materiales obtenidos en el interior del citado pozo, desenterrado el pasado ejercicio. Este, de momento, deberá por tanto continuar tapado para evitar la pérdida de materiales.
A partir de ahí, la idea a futuro, apunta Martín, es terminar de descubrir las estructuras pertenecientes a esta unidad doméstica. «Lo idóneo y lógico sería terminar la intervención y sacar la casa en planta al completo, siempre con la ayuda del propietario de la finca, Juan García», comenta, agradecida por la colaboración, la directora.
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