domingo, 21 de agosto de 2022

Miranda me parece...certero1

Alfredo Miranda Prieto, ingeniero de Indra destinado en la India «Cuando vuelvo a Oviedo noto que nada cambia, todo sigue igual» «En la India hay tanto por hacer y tanto que se está haciendo, que cuando vengo a España siento que se está haciendo muy poco» RAFAEL FRANCÉS OVIEDO. Domingo, 21 agosto 2022, 02:09 Alfredo Miranda Prieto (Oviedo, 1972) es ingeniero industrial por la Universidad de Oviedo y desde hace 18 años trabaja en la India. Llegó en 2004 de la mano de la empresa ELSAMEX, de allí pasó Isolux-Corsan y desde enero de 2019 es gerente de Transporte ferroviario de la empresa Indra en la India, un país con 1.300 millones de habitantes. Amable, tímido y risueño, desgrana en esta entrevista sus conocimientos sobre el país asiático y lo que le parece Oviedo cada vez que vuelve a la ciudad. Además, es corredor de maratón. ¿Marca? Tres horas y treinta minutos. -¿Qué hace un ovetense en la India? -Fue una cuestión de expectativas. Cuando acabé ingeniería Industrial en Gijón intenté quedarme en la Universidad, pero la cosa no acabó de salir bien. Ahí surgió la posibilidad de ir a la India con la empresa ELSAMEX en el año 2002. Era un ahora o nunca. Aprender idiomas, conocer una nueva cultura. Además, si la cosa salía mal, siempre tendría tiempo para reiniciar mi carrera profesional en España. Era joven. El caso es que me contrataron para hacer seis meses de formación en Madrid que al final fueron dos años y en 2004 me fui a la India. Así, ya van 18 años allí. -Usted está en Nueva Delhi. ¿Cómo es aquello?, ¿cuál es su trabajo? -Estoy allí y también en Bombay y en Calcuta. Nos dedicamos a la construcción, instalación y mantenimiento de toda la maquinaria que controla los billetes del metro y del ferrocarril en esas zonas. No está tan automatizado como el metro de Madrid, pero estamos en ello. -Me imagino que Nueva Delhi y la India en general tienen poco que ver con España. -Nueva Delhi es un sitio muy distinto. Todo el mundo tiene una visión negativa y folclórica de la India y cuando llegas vas preparado para encontrarte con cualquier cosa. La verdad es que tenía tan malas expectativas la primera vez que cuando llegué me pareció que no era para tanto. De hecho, esperaba un choque cultural, económico y social más grande. Es verdad que puse mucha voluntad para adaptarme y eso fue muy importante, pero soy asturiano y solo pensar en el calor de la India me hacía temblar. -¿Lo más llamativo al principio? -Muchas cosas, porque es otra cultura diferente pero a mí me llamó mucho la atención el olor, no es que oliera mal es que los aromas son muy fuertes, mucho olor a especias. Se nota más en Bombay que en Nueva Delhi. -¿Es Calcuta tan pobre y abandonada como la pintan? -Tengo la sensación de que Calcuta se quedó como la dejaron los ingleses cuando se fueron en 1947 y dejó de ser la capital. Cambiaron la capital a Nueva Delhi y ahora viven en Calcuta 15 millones de personas en una ciudad venida a mucho menos. -¿De qué vive la India? -Esa es una pregunta muy difícil de contestar porque realmente la India es más un continente que un país. Es como responder de qué vive Europa. Pues un poco de todo aunque la agricultura tiene mucho peso. Mire, la India tiene 18 idiomas oficiales, más o menos como Europa. Quizá lo más chocante es que está lleno de gente. Los pueblos, las ciudades, todo está lleno de gente. Hay más de 1.300 millones de habitantes -¿Es real esa imagen de la gente subida en los techos de los trenes porque van abarrotados? -Si pasa, es una cuestión muy circunstancial y en todo caso, es cuando se va camino de una peregrinación, pero normalmente no. En Bombay los trenes locales no tienen aire acondicionado y nunca se cierran las puertas y, por lo tanto, el mejor sitio para viajar es colgado de las puertas porque te da el aire y no te asas. Hay peleas por colocarse ahí y descolgarse para recibir el viento. -Usted vuelve a Oviedo cada cierto tiempo, ¿nota cambios? -Siempre que vuelvo a Oviedo lo primero que noto es que está vacío. Claro, lo comparo con la India y me parece que no vive gente en Oviedo. La verdad es que no tengo sensación de que Oviedo haya cambiado gran cosa. Las tiendas van y vienen y ya no están los vídeo clubs, solo eso. -Pero, ¿ha mejorado o empeorado? -Influye mucho que vengo de un sitio que está en desarrollo. Ante el movimiento y el desarrollo de Nueva Delhi, Oviedo siempre parece igual. -¿Cómo se ve España desde la distancia? -Cuando vives en un país como India, que está tratando de situarse en el mundo, ves los problemas de España como muy pequeños; parece que se están peleando por tonterías. En la India hay tanto por hacer y tanto que se está haciendo que la sensación que tengo con España es que se hace muy poco porque los márgenes de mejora son bajos; porque España ya está bastante arriba. -¿Cómo se le dice a un país en desarrollo como India que tienen que abandonar el carbón y las energías contaminantes después de que Occidente haya basado su desarrollo en ellos? -A ellos eso les da igual. Se piensa en esas cosas de la ecología, pero está todo en un segundo plano. Miran con sorpresa las medidas de restricción europeas. Los indios están a lo suyo y no les interesa alinearse con la ecología o con la guerra ruso-ucraniana. -La estratificación social es claramente diferente entre India y España. -La diferencia es abismal, aquí tienes una gran clase media y allí hay una gran clase baja. Hay cosas muy sorprendentes. -¿Por ejemplo? -En los trenes hay vagones solo para mujeres. -¿Por machismo?. -No, por respeto, porque ellas pueden ir al vagón que quieran, pero ellos no pueden entrar en los vagones de las mujeres, el primero y el último del tren.

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