sábado, 14 de enero de 2023
Ernesto Guevara y el Exilio Español....
Juan González-Aguilar, el médico español exiliado con la familia Guevara
Juan González-Aguilar, el médico español exiliado que contribuyó al pensamiento revolucionario de Ernesto Che Guevara.
Figura 3 Che y Pepe Aguilar
Ernesto Che Guevara y Pepe Aguilar (hijo de Juan González-Aguilar) en Cuba. Fuente: Aguilar y Zarza (2018)
Nuevatribuna
JOSÉ MIGUEL SÁEZ GÓMEZ Y PEDRO MARSET CAMPOS13 DE ENERO DE 2023, 18:18
La biografía de Juan Bautista González-Aguilar Peñaranda (Moratalla, Murcia, 1892 – Córdoba, Argentina, 1952) es paradigmática de la trayectoria de profesionales e intelectuales que por mantener su fidelidad a la Republica se vieron forzados al exilio y a desarrollar su trabajo fuera de España, truncando con ello el despegue que el país estaba experimentando en la conocida como “Edad de Plata” de la ciencia y la cultura. Mientras que Juan González-Aguilar se inclinó a la cirugía, también otros miembros de su familia destacaron en otras áreas de la cultura: sus hermanos Francisco, Elisa, José y Ezequiel, formaron en 1923 un cuarteto de cuerda que se hizo muy conocido como “Cuarteto Aguilar”, muy cercano a figuras de la talla de Falla, Granados, Halffter, Alberti, etc. Todos ellos eran hijos de Juan González Aguilar, médico de la Casa Real natural de La Ñora (Murcia), y de su esposa Filomena Peñaranda, también murciana.
Juan González-Aguilar estudió medicina en la Facultad de Madrid, donde se licenció en 1918 y fue ayudante de Manuel Bastos Ansart, referente de la traumatología española. Desde el primer momento inició una intensa actividad formativa que le llevó, entre 1921 y 1923, a realizar estancias de estudio y trabajo en América y Europa con figuras internacionales de reconocido prestigio en su campo. Trabajó en Argentina en la clínica de Pedro Chutró, así como en las de José Arce y Avelino Gutiérrez (este último de origen español y colaborador y mecenas de la Junta para la Ampliación de Estudios -JAE-) en el Hospital Español de Buenos Aires. Después, en Montevideo (Uruguay), colaboró con el Dr. Alfredo Navarro. En Europa estuvo en Francia, Inglaterra, Portugal, Grecia e Italia; en este último país visitó el Instituto Ortopédico Rizzoli, uno de los mejores hospitales de su especialidad en el mundo, en 1923. González-Aguilar obtuvo el doctorado en 1927 con una Tesis sobre las suturas de nervios periféricos.
Su biografía es paradigmática de la trayectoria de profesionales e intelectuales que por mantener su fidelidad a la Republica se vieron forzados al exilio
El año 1921 ingresó en la Armada con el grado de teniente médico y fue destinado al Hospital de Marina de Cartagena. Participó en acciones de Guerra en el norte de África a bordo del crucero “Cataluña”. En 1926 fue agregado por el Ministerio de Marina a la Clínica de Cirugía Ortopédica que dirigía. Manuel Bastos en el hospital militar de Carabanchel. Al ser posteriormente destinado a Ferrol, solicitó pasar a la situación de supernumerario sin sueldo para no abandonar sus trabajos en Madrid. En 1928 la JAE le concedió una pensión para estudiar en Italia, que aprovechó para regresar al Instituto Ortopédico Rizzoli, que dirigía el profesor Vittorio Putti.
Deuda sanitaria de la transición democrática: El caso del Dr. Calandre
Retrato de Juan González-Aguilar. Murcia Médica 1918; 4(44). Archivo de Historia de la Medicina. Universidad de Murcia.
Retrato de Juan González-Aguilar.
Murcia Médica 1918; 4(44).
Archivo de Historia de la Medicina.
Universidad de Murcia.
En 1929 se inauguró, con un espíritu muy innovador, la Casa de Salud Marqués de Valdecilla, en Santander, concebida para satisfacer las necesidades de la época, con funciones asistencial, docente, investigadora y preventiva. En este centro se creó la primera estructura de formación de especialistas, una escuela de enfermeras, laboratorios de investigación, etc. Se convirtió en uno de los más importantes difusores de la ciencia médica en España, y a él pertenecía también Pío del Río Ortega, como director honorario del Laboratorio de anatomía patología y cancerología. González-Aguilar fue designado para ejercer la jefatura del servicio de Huesos y Articulaciones, que ostentó desde 1929 hasta 1937, cuando Santander cayó en manos de los sublevados.
Durante este periodo, nuevamente becado por la JAE y en compañía del traumatólogo Manuel Clavel (más adelante Presidente del Colegio de Médicos de Murcia), también pudo ampliar su formación en cirugía de los injertos óseos en la clínica del Dr. Albee en el Memorial Hospital of Cancer de Nueva York, y en la Clínica Mayo. Obtuvo por oposición la plaza de director del Sanatorio Marítimo de Pedrosa, en Santander, un antiguo lazareto que desde 1914 se dedicó a enfermedades óseas y tuberculosas. González-Aguilar simultaneó esta dedicación con la jefatura de servicio de Valdecilla. Tuvo además una participación destacada en de la Universidad de Verano de Santander donde impartió cursos sobre “Fracturas” y “Tuberculosis osteoarticular”.
Las consecuencias científicas y sociales de la obra de Louis Pasteur (1822-1895)
En julio de 1935 participó en la constitución de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), de la que fue Vicepresidente un año más tarde, y el mismo 1935 asistió al X Congreso Internacional de Cirugía en El Cairo, con una comunicación sobre cirugía del simpático; y al Congreso de la Asociación Internacional de Talasoterapia celebrado en San Sebastián, con una ponencia titulada “Indicaciones y contraindicaciones de los baños de sol en la tuberculosis osteoarticular”, publicada en el primer número de la revista Cirugía Ortopédica y Traumatología. Colaboró activamente en los únicos dos números de esta revista (interrumpida por la Guerra Civil en 1936, el mismo de su creación), órgano de la SECOT. Participó también en el congreso de la SECOT de Barcelona en 1936, en el que presentó el “Tratamiento operatorio de las fracturas recientes de los huesos largos”, cofirmado con Antonio Hernández-Ros Codorniu.
Alcanzó el grado coronel médico de la Armada en 1935 y durante la Guerra Civil no cesó en su actividad científica
Alcanzó el grado coronel médico de la Armada en 1935 y durante la Guerra Civil no cesó en su actividad científica. En 1937 se incorporó al Servicio Sanitario del Cuerpo de Carabineros. Con la caída de Santander en manos de los sublevados, se trasladó a Barcelona, donde en mayo de 1938 figuraba como jefe de los servicios de la Clínica Militar Nº 1 (Orfelinato Ribas) de la Agrupación Quirúrgica de Barcelona, dirigida por Joaquim Trias i Pujol. El mismo año participó en la delegación catalana al XI Congreso de la Sociedad Internacional de Cirugía que tuvo lugar en Bruselas. En algún momento ejerció como profesor de Patología y Clínica Quirúrgica de la Universidad de Valencia.
Junto a una persona no identificada a la izquierda, Donato Colacelli, Carlos Ferrer Moratel, Juan González-Aguilar, su mujer Francisca Precioso Ruano, Manuel de Falla, su hermana María del Carmen de Falla, Rafael Alberti y Paco Aguilar en un encuentro en Alta Gracia (Córdoba). Fuente: Aguilar y Zarza (2018), https://ctxt.es/images/cms-image-000017420.jpg
Junto a una persona no identificada a la izquierda, Donato Colacelli, Carlos Ferrer Moratel, Juan González-Aguilar, su mujer Francisca Precioso Ruano, Manuel de Falla, su hermana María del Carmen de Falla, Rafael Alberti y Paco Aguilar en un encuentro en Alta Gracia (Córdoba). Fuente: Aguilar y Zarza (2018)
Al terminar la Guerra Civil, al haber estado vinculado al PSOE y ocupado diversos cargos públicos para la administración republicana, cruzó la frontera francesa y fue ingresado en un campo de concentración. Poco después se exilió en Argentina, a donde previamente, aprovechando la estancia de sus hermanos en el país, había enviado a su esposa (la también murciana Francisca Precioso Ruano, de 33 años) y sus cuatro hijos (que llegaron a ser cinco). Tras una estancia en Buenos Aires, la familia se instaló a finales de 1938 en Alta Gracia, un pueblo al que habían ido llegando algunos exiliados españoles como Manuel de Falla y a donde también acudía Rafael Alberti, María Teresa León, Pau Casals y otros. En Alta Gracia les recibe la familia formada por Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna con sus cuatro hijos, entre ellos el pequeño Ernesto, de 10 años, quien llegaría a ser el Che Guevara.
Al haber estado vinculado al PSOE y ocupado diversos cargos públicos, cruzó la frontera francesa y fue ingresado en un campo de concentración
Juan González-Aguilar se les unió ya finalizada la Guerra Civil. La unión con la familia Guevara se profundizó, y a través de esta amistad se le reconoce una notable influencia sobre la ideología de Ernesto Che Guevara. José, hijo de Juan González-Aguilar, se unió a su vez, en Cuba, a la guerrilla de Che Guevara, con quien la amistad fue muy estrecha.
Mujeres en la ayuda internacional durante la Guerra Civil
En 1941 Juan González-Aguilar fue nombrado jefe del Servicio de Tuberculosis Osteoarticular en el Instituto de Tisiología de la Universidad Nacional de Córdoba dirigido por Gumersindo Sayago. Antes, en 1940, publicó en Buenos Aires el manual Patología y clínica general de la tuberculosis del esqueleto cuyo prólogo firmó Sayago.
A través de su exilio, y el de su familia, Juan González-Aguilar se convirtió en embajador de la Medicina española que empezaba a despegar en el primer tercio del siglo XX, así como en portador de los valores republicanos y solidarios. No fue el único. Con él se vieron forzados al exilio, por citar solamente a los paisanos murcianos de González-Aguilar para no hacer interminable la lista, el fisiólogo José Puche Álvarez, el oftalmólogo Antonio Ros Sáez y el farmacólogo Rafael Méndez Martínez, los tres en México; y también el psiquiatra e historiador de la Medicina Félix Martí Ibáñez, en Estados Unidos.
BIBLIOGRAFÍA:
Corral García, Mario. Materiales para una bibliografía del Dr. Juan González-Aguilar. Santander: Biblioteca Marquesa de Pelayo; 2014.
Aguilar, Mateo; Zarza, Martín Alonso. Los González-Aguilar, la estela del exilio republicano en Argentina. ctxt contexto y acción 28/11/2018;(197) Disponible en Consultado 27/12/2022
Diaz-R. Labajo, Mª Aranzazu. El exilio científico republicano en Argentina. Contribuciones e impacto de los médicos, biomédicos y psicoanalistas españoles en la ciencia argentina (1936-2003). Salamanca: Universidad de Salamanca; 2016, pp. 114-5
José Miguel Sáez Gómez y Pedro Marset Campos | Catedráticos de Historia de la Medicina. Universidad de Murcia.
HISTORIA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario