jueves, 16 de marzo de 2023
El Fouché de Adrián impone sus tesis liberales..
Todo el poder para Juan Cofiño
Los proyectos estrella del vicepresidente salen adelante en el penúltimo pleno, mientras quedan en un cajón reforma del Estatuto, Ley LGTBI y de Reto Demográfico.
Por
Diego Díaz Alonso
16 marzo 2023
Juan Cofiño. Foto: Iván G. Fernández
Ha sido la legislatura de Juan Cofiño. Este penúltimo pleno se ponía de manifiesto con la aprobación de la Ley de Calidad Ambiental y la Ley de Empleo Público. Los dos proyectos estrella del vicepresidente dentro de su llamada “guerra contra la burocracia” salían adelante, mientras la legislatura termina con algunas de las principales promesas legislativas del presidente en el cajón: reforma del Estatuto, Ley LGTBI y Ley de Reto Demográfico.
El contraste entre la prioridad dada a unas leyes sobre otras, nos da cuenta también de cómo la agenda más liberal de la FSA se ha impuesto esta legislatura a las promesas más reformistas de un Barbón que parecía venir a romper con el conservadurismo de Javier Fernández. Cambian las estructuras, permanecen las esencias.
“Poca agenda social y mucha más agenda liberal del gusto de Cs y la Cámara de Comercio”
Poca agenda social y mucha más agenda liberal. Un programa muy del gusto de Cs y la Cámara de Comercio, socios prioritarios de un vicepresidente que ha ido cobrando protagonismo a lo largo de largo de la legislatura que concluye. Que el gobierno haya sido incapaz de aprobar este mandato una medida tan básica de conciliación como la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 dice mucho de la socialdemocracia y el feminismo low cost que gobiernan la comunidad. Viendo el camino despejado, hasta Diego Canga se ha apuntado a enarbolar la defensa de la educación infantil gratuita, una medida inicialmente reivindicada por Podemos, pero que ya se está aplicando en comunidades gobernadas por el PP.
La aprobación de la Ley de Calidad Ambiental merece mención aparte, ya que supone retroceder décadas en materia de protección y cuidado de un territorio que lleva desde los años 80 presumiendo de “paraíso natural”. IU ha prometido que la derogará si entra en el próximo gobierno, pero como bien sabemos por la experiencia de Unidas Podemos en el Ejecutivo nacional, dar marcha atrás a las leyes regresivas no resulta fácil. Lo acabamos de comprobar esta semana con la fallida reforma de la Ley Mordaza que el PSOE se había comprometido a derogar cuando estaba en la oposición, y que una vez en el Gobierno de España apenas ha querido tocar.
Lo otro preocupante de la Ley de Calidad Ambiental ha sido la baja contestación social que ha tenido un proyecto clave, ciertamente muy árido y abstracto, pero al que se oponía un frente sociopolítico interesante: IU, Podemos, CCOO y todos los grupos ecologistas. Un consenso que sin embargo no se ha traducido ni en movilizaciones ni en una campaña unitaria más allá de alguna nota de prensa conjunta. Nos habla de una izquierda y unos movimientos sociales en un momento de muy baja forma. Este fin de ciclo se está haciendo muy largo.
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