miércoles, 29 de marzo de 2023
Manualillos Inteligentes y....artificiales.
6 segundos con la Inteligencia Artificial
Martes, 28 de marzo 2023
Hacía tiempo que una tendencia no se hacía viral tan rápidamente -a excepción de esa canción tan famosa que se ha puesto de moda hace poco más de un mes. Por eso, me gustaría aprender de lo que hemos vivido con la llegada del ChatGPT y la evolución de lo que ya conocíamos de la inteligencia artificial.
Nada más conocerse que existía, hicimos lo mismo que con la llegada de Siri (una de las primeras AI), jugar con ella. Empezar a preguntar, a buscar ejemplos, a pedir que nos hicieran resúmenes de libros, introducciones a charlas y conferencias, por supuesto, inspirar un artículo como éste, y, también, a hacerle preguntas que antes lanzábamos a Google, y que de repente nos hacía más gracia preguntárselo al ChatGPT. Así, lo convertimos en los contenidos de nuestros feeds: en todas las redes, medios de comunicación, y charlas de barra y mesa, estaba la AI.
Nos gusta jugar. Está claro. Qué simple y qué difícil ser original. Ahí deberíamos de aprender la primera clave para seguir conectando con los consumidores y con nuestra audiencia: sabiendo que a la gente si le pones un reto delante, si le enseñas algo nuevo, y le das cosas útiles, querrán utilizarlo y encima harán de altavoz para darte más visibilidad.
El uso de la inteligencia artificial generativa para impulsar la creatividad ha dado el salto definitivo a nuestro sector, ya lo avanzamos en nuestras Life Trends de 2023. Así que también le hemos hecho consultas (¡os aseguro que al menos el 50% de la profesión!) vinculadas con el diseño o creación de imágenes, gráficas, logos, exteriores… para que nos devolviese la pelotita. Y resulta que cuando le preguntas a Midjourney que te dibuje las próximas zapatillas del futuro, inspiradas en la sostenibilidad y con un diseño neutro, te devuelve una imagen que si la pusiera aquí tendría que pagar por ella. Como se ha hecho con los bancos de imágenes o con las creatividades originales. Pero… ¿sabes cuánto tardó en devolverme esa pelotita? Unos 6 segundos en los que me mostró 7 versiones más el máster, que no estaban nada mal. Todo lo contrario. Seguí jugando y probé otras apps como Dall-e y la experiencia empezó a parecerse demasiado. Y pensé que lo que más me gusta de las personas es que no se parecen mucho las unas a las otras y que en la vida encuentras a personas y cosas muy originales. Así que me pregunté que si toda la inteligencia artificial viene de los datos que recaba de lo ya existente, nunca en el futuro podrían ser originales porque no podrían prever lo que la mente humana puede originalmente pensar, precisamente, porque aprende de nosotros. Por eso, no sufro mucho. Porque seguimos siendo necesarios y pensé en esta frase de Seneca: “sufrimos más en nuestra imaginación, que en la realidad”. Así al sufrir con anticipación, no solo sufrimos dos veces, sino que arruinamos el hoy por miedo al mañana.
Sufriendo, un poco, por mi trabajo, le pregunté al chat qué puede hacer el humano por la creatividad que no puede hacer la AI, y a la inversa. Este es el resultado:
“La inteligencia artificial no puede crear como un ser humano puede en términos de creatividad. El ser humano tiene la capacidad de relacionar conceptos y formar nuevas ideas a partir de la experiencia, lo que la inteligencia artificial no puede hacer. Pero la inteligencia artificial puede identificar patrones y conexiones que el ser humano no puede ver y proporcionar nuevas perspectivas de un tema. Esto ayuda a los seres humanos a expandir sus ideas y descubrir soluciones innovadoras”.
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