domingo, 4 de febrero de 2024
Yolanda Lobo y el Resurgimiento Cultural....
Yolanda Lobo, muy recordada por La Santa Sebe, ahora es el alma del movimiento Cincuenter. ALE X PIÑA
«Son momentos de incertidumbre, Oviedo necesita un plan estratégico cultural»
«Queremos que cuando haya un plan de ciudad, el gobierno se siente a hablar con nosotros: esta es una ciudad muy cincuenter»Yolanda Lobo Fundadora de Cincuenter
P. ALVEAR
OVIEDO.
Domingo, 4 de febrero 2024, 00:20
Lleva por bandera el optimismo. Yolanda Lobo (Oviedo, 1962), la de La Santa Sebe, ha crecido y se ha convertido «en una cincuenter con una estrella» que dedica los días al movimiento Cincuenter que ella misma creó cuando el suelo desapareció bajo sus pies y tuvo que reinventarse. Ha dado en la tecla justa y concedido nombre a toda una generación, ha creado una red de tejido social y tiende la mano a todas las mujeres de más de 50 que lo están pasando mal, aquellas que aún tienen mucho que hacer por su experiencia y su valía.
-Pasó por tres colegios y un instituto. ¿Fue siempre una rebelde?
-Yo era buenina, lo que pasa es que siempre fui un poco revoltosa, pero nunca tuve maldad ni fui una persona conflictiva. Sigue esa niña en mí, sigo siendo revoltosa. Cada curso que empezaba intentaba no hablar, estar calladina, pasar inadvertida, pero me duraba tres minutos.
-Dijo en una ocasion: «Me gusta el poder para poder utilizarlo para crear corriente de opinión». Siempre ha tenido necesidad de comunicarse.
-¿Dije eso? ¡Qué guapo! Siempre opiné, soy muy impulsiva, me falta tener picardía y maldad; aunque la gente cree que soy espabilada, ye mentira (ríe), siempre ando un poco a menos cuarto. Una psicóloga me decía: '¿Qué vas a hacer con esa niña que tienes?' Pues no la quiero perder nunca. Quiero seguir pensando que todo el mundo es bueno, mientras no me demuestren lo contrario. Luego, es verdad, que mi amiga hace unos años me dijo: 'Yolanda, la maldad existe, hay gente mala', y es verdad hay gente mala a tu alrededor, en tu entorno. Te da pena, qué duro es eso.
-Cuando cerró La Santa Sebe en 2014 pasó, según sus palabras, por una travesía del desierto, sin saber adónde ir, y, claro, «con 50 años», añadió. ¿Cómo vivió ese proceso?
-Lo pasé fatal. Cuando llevas media vida viviendo de noche, tratándote con la gente de noche, sales a la calle de día en Oviedo y la gente no es la misma. Fue un choque fuerte.
-¿Cuál es la faceta real? ¿La de noche o la de día?
-Yo siempre digo que la gente se disfraza más de día y por la noche se suelta más; lo que pasa es que luego están los intereses sociales... de noche, tú eres muy guay, porque eres la de La Santa y tienes un estatus de noche, pero de día a lo mejor no eres tan cómoda. La transgresión es muy guapa con poca luz.
-Con cincuenta tuvo que reinventarse tras el cierre de La Santa.
-Fue durísimo, la sensación de que no tienes suelo y hay vacío... Yo sé que lo pasan muchas mujeres de mi edad, tienes que pensar en empezar otra vez, en buscarte la vida. Me salvó mucho empezar a ir a cosas de emprendimiento de la Cámara de Comercio, del Idepa... y sentarme allí a pensar, poner en la balanza mis fortalezas y mis debilidades, que nunca lo había hecho: de mis debilidades también aprendo y de las fortalezas me voy a aprovechar, pero todo en positivo. La palabra que hay que desterrar en la vida es la de fracaso. Cierras etapas, pero vuelves a empezar.
-Buscando nueva meta.
-Yo sabía lo que no quería hacer pero quería aprovechar mi experiencia. Un día dije me voy a hacer influencer, porque mucha gente me decía que era un referente, y de ahí, con esta sustanciada que me caracteriza, me dije voy a hacerme influencer pero de 50 y me salió lo de cincuenter. Las cosas te salen así, pero es resultado de un proceso. Ahí toqué el botonín, porque las mujeres de más de 50 necesitábamos que nos pusieran nombre a nuestra generación. No somos cincuentonas, no somos mujeres mayores, tenemos una edad, pero con la perspectiva de vida que tenemos ahora estamos en una plenitud física. ¿Y la experiencia que tienes? Es absurdo que se quiera arrinconar a las mujeres de más de 50, es tan absurdo que se quiera privar de tanto talento, de la experiencia del talento....
-Y nació el movimiento Cincuenter en 2019.
-El movimiento va creciendo, va demandando más cosas, somos una comunidad más grande cada vez de mujeres, cada día contactan más mujeres. Ayer estuve con una mujer interesantísima cincuenter, abogada, internacional, con una experiencia tremenda y hablábamos de internacionalizar ya Cincuenter. Y a la vez me escribía una mujer que siempre había hecho deporte y quería crear un poco de comunidad. Lo bueno que tiene Cincuenter es que dentro de todo lo que hay 'silver' es muy aglutinador y nombra una generación.
-Y la hace visible.
-Claro. Y no es todo 'happy', es muy duro, lo pasamos fatal por la invisibilidad. Hay mujeres a las que les pilló la última crisis y son las primeras que echan, cuando eres joven porque vas tener hijos y cuando eres mayor, porque ya.... eres la primera. En una empresa, un hombre con canas es un hombre con experiencia. Hay una mirada muy edadista. Vuelve a pasar lo mismo que cuando eres joven con el machismo y el patriarcado. Al hombre se le mira de una manera y a la mujer de otra. El edadismo lo sufre más la mujer.
-Cada vez hay más mascotas y menos niños, pero la generación cincuenter en Oviedo tiene mucho peso.
-Somos mayoría. Cuando eres más joven piensas que Oviedo es una ciudad envejecida, todo muy en negativo; sin embargo, Oviedo ahora mismo es una ciudad muy cincuenter, por eso a mí me gusta que estemos aquí. Oviedo es una ciudad muy fácil para una mujer cincuenter, es bastante segura; si se trabajara bien, si hubiera una programación con perspectiva generacional, una programación cultural con perspectiva de género y generacional; es decir, si hubiera un pan estratégico cultural en la ciudad, Oviedo sería capital cincuenter. El movimiento nació para que Oviedo fuera la primera capital cincuenter del mundo, pero para eso se requiere un plan estratégico cultural, un plan social, un plan general, de ciudad. Que el gobierno cuando haga un plan de ciudad se siente a hablar con nosotras.
-¿Cómo está Oviedo culturalmente, a falta de ese plan?
-Estos últimos años hubo un resurgimiento cultural como en los 80-90, pero ahora estamos en un momento de incertidumbre, de si se va a seguir apostando por este resurgimiento o no.
-¿A qué se refiere con ese resurgimiento?
-En los últimos 4 o 5 años se recuperó la fábrica de armas con una programación estupenda, muy variada, desde la Fundación Princesa hasta la Semana Profesional del Arte y con una afluencia masiva de gente. Hubo música, teatro, cine, debate, reflexión, muchas cosas. Siguen faltando cines, pero había vida y se apostó por ello. Si apuestan por ti y te amparan, vas creciendo; si ese amparo se va dejando...
-¿Qué debilidades y fortalezas tiene Oviedo?
-Debilidades, que a veces se dejan llevar para un lado que no avanza, hacia al más inmovilista; su fortaleza es que es una ciudad súper amable, que se puede hacer tanto en ella... Ahora tenemos sitios para recuperar, la fábrica, el viejo hospital, el Calatrava, aunque no nos guste nada habrá que darle uso...
-¿Y qué quiere una cincuenter?
-Visibilidad. El otro día Cristina Rosenvinge decía que con dinero público no se puede apoyar un festival donde no haya mujeres y donde no haya mujeres cincuenter... Hay mujeres en todo y hay que darles su sitio. Y mujeres cincuenter las hay y muchas.
-¿Cómo serán los Encuentros Cincuenter de este año?
-Van a ser unos encuentros muy rompedores, muy novedosos, más dinámicos;Cincuenter se va a mover.
-Han logrado que el zapato de Meryl Streep se quede en Oviedo.
-Las premiadas Cincuenter y las mujeres que premia la Fundación Princesa deberían dejar aquí su huella. Woody Allen tiene su escultura y Mafalda la suya, pero ninguna de las mujeres dejó su huella aquí. Annie Leibovitz no dejó una fotografía, por ejemplo; de Gloria Steinem no hay nada... y cuando vimos ese zapato vimos que era la huella de las mujeres, el poderío. Es muy simbólico. Y una mujer cincuenter como Meryl Streep tenía que dejar algo en la ciudad.
-Se colocará en el Calatrava.
-El zapato es frágil, tiene que estar a cubierto y quieren que esté allí. Lo importante es que se quede y que una mujer cincuenter como Teresa Sanjurjo haya recogido lo que le lanzamos y el Ayuntamiento haya sido sensible...
-Afirma que las cincuenter no quieren más dramas y sí ayudar a las mujeres que lo pasan mal. ¿Puede acercarse cualquiera?
-Sí, ponemos en contacto a la gente, tejido red. Queremos tener pronto un local social y que esas casas cincuenter vayan surgiendo por todos los sitios, porque nos preguntan en Latinoamérica también cómo se hace.
-¿Siente el apoyo de los políticos?
-Ni lo siento ni lo busco. Este es un movimiento muy transversal y hay políticos que no entienden que haya edadismo; pero el resto, las mujeres cincuenter, sean del partido que sea, sentimos el orgullo generacional, es muy guapo.
-Es el referente de una gran mayoría, ¿pero cuál es el suyo?
-A mí me impactó Gloria Steinem, recibí de ella el abrazo más cálido de una persona que no me conocía, nunca lo olvidaré. Verla entrar bailando en aquella nave, todo lo que nos dijo... Gloria Steinen nos dejó esa frase como un regalo del cielo: «Con un ejército de mujeres con canas podríamos conquistar el mundo». Es la persona que más me impresionó en los últimos años. Y qué lujo, gracias a la Fundación, decir que pudiste estar con ella. Y qué lujo tener una cincuenter al frente de esta fundación.
-¿Qué opina de una ovetense cincuerter como es la Reina Letizia?
-Siempre dije lo mismo: si Letizia fuera sevillana, Sevilla seria la segunda capital de España. Pero aquí como sólo es criticar... Yo soy republicana, pero ¿qué hizo mal Letizia? Al revés, a mí me encantaría invitarla como cincuenter, imagínate todo lo que te puede contar como cincuenter y periodista. La profesión no la perdió, tiene su mirada de periodista, la curiosidad... Aparte de la institución a la que ella llegó, me parecería un lujazo un encuentro con ella. Queda invitada.
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