La cercanía del 0% en los tipos de interés, está mas cerca que nunca, desde ls depresión del 29.
¿Qué pasa cuando el dinero es gratis?
O mejor dicho, ¿qué pasa cuando los tipos de interés llegan al 0%? El Banco de Japón redujo ayer su tasa oficial del 0,5% al 0,3%, con lo que se acerca de nuevo al escenario de tipos de interés cero que ya vivió entre 1999 y 2000 y, de nuevo, en 2006.
Y el miércoles, la Reserva Federal de EEUU bajaba los tipos del 1,5% al 1% y dejaba la puerta abierta a más recortes. Como afirma Lewis Alexander, economista de Citi, “la probabilidad de que la Reserva Federal llegue a la ‘frontera’ cero en los tipos de interés es la más grande desde la Gran Depresión”.
Si eso sucede, será porque el presidente de la Fed, Ben Bernanke, detecta un riesgo claro de deflación –caída de los precios–, que puede llevar a la economía a un círculos vicioso de caída de beneficios, recortes de producción y de empleos, incremento de los impagos y restricción del crédito.
La principal herramienta para combatir la deflación son las bajadas de tipos de interés, y es precisamente el miedo a la deflación el que ha llevado los tipos en EEUU al 1%, y ha disparado la especulación de que lleguen al 0%. ¿Qué pasaría entonces?
Una vez llegada a esa situación, la Fed se quedaría sin munición en su herramienta principal para gestionar la actividad económica. Con los tipos al 0%, ya no se pueden bajar más. El economista John Maynard Keynes desarrolló el concepto de trampa de liquidez, que surge cuando los tipos de interés se sitúan cerca o igual a cero y el banco central se queda sin margen para estimular la economía. Agotado el margen de recortes de tipos, se utilizan otras vías para estimular la demanda, como inyectar liquidez directamente a los bancos, pero si éstos se niegan a prestar por el difícil entorno económico, la trampa se cierra y la liquidez queda atrapada.
En cualquier caso, la mayoría de expertos coincide en que los tipos de interés al 0% por sí solos no van a arreglar la economía. Una buena muestra de ello es Japón, cuyo crecimiento sigue renqueante desde que estalló su propia burbuja inmobiliaria en los ochenta, a pesar de haber contado con unos tipos de interés muy cercanos al 0% desde entonces.
¿Qué armas le quedan la Fed? En primer lugar, tratar de comprar deuda pública en los distintos tramos de la curva –a una semana, un mes, tres años, incluso con vencimientos más largos–, lo que reduciría los tipos de interés a esos plazos. Y en segundo, confiar en un paquete de estímulo fiscal por parte del Gobierno para impulsar la demanda.
Pero eso no sería todo. La Fed deberá también sortear los problemas técnicos que ocurren cuando el precio del dinero se acerca a nada. Con unos tipos al 0%, los bancos apenas tendrían incentivos para prestarse dinero unos a otros, porque estarían asumiendo un riesgo de impago a cambio de nada. Y, precisamente, uno de los principales problemas del sistema financiero actual es la congelación del mercado interbancario –las tuberías a través de las que el dinero fluye entre entidades y acaba convirtiéndose en crédito para empresas y hogares–.
Turbulencias en los monetarios
Además, el equipo de Análisis Económico de EEUU de Goldman Sachs advierte del riesgo de problemas en el resto del mercado monetario. Según una nota a sus clientes, los fondos monetarios de EEUU, que invierten en deuda pública a corto plazo, se verían con serios problemas “para cubrir sus costes y ofrecer una rentabilidad positiva a sus accionistas”. Con los tipos al 1%, la deuda a tres meses de EEUU apenas rinde un 0,49%. Según los expertos de Goldman Sachs, “si los tipos siguen cayendo y los fondos monetarios no ofrecen una rentabilidad positiva, los inversores podrían decidir salirse de esos fondos, lo que podría llevar a nuevas turbulencias”.
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