Los perdedores de la era Facebook
27.05.2011 M.Prieto 1
No todo han sido éxitos en la segunda era de Internet. La revolución 2.0 también tiene una historia de fracasos: compañías que se han visto superadas por nuevos jugadores o cuyos servicios no han salido del nicho de los usuarios avanzados.
Con las valoraciones de empresas como Facebook, LinkedIn, Groupon, Twitter o Zynga disparadas, el capital riesgo busca la start-up que protagonice el próximo gran éxito de Internet. Pero esta nueva fiebre inversora volverá a dejar cadáveres. En unos años, se apagarán algunas de las estrellas ahora en ascenso, donde brillan nombres como Foursquare, Quora, Blippy, Square, Tumblr, Evernote o los cientos de clones de Groupon.
De hecho, ahora que las empresas de la era Facebook acaparan el interés de los inversores, conviene recordar que la era 2.0 ya tiene su propia historia de fracasos, protagonizada por proyectos sobre los que se depositaron muchas esperanzas y que, con el paso de los años, han quedado relegadas a un segundo plano.
Cara y cruz
Hace cuatro años, MySpace y YouTube eran dos de los mayores exponentes de la Web 2.0, el término con que se bautizó la nueva era del Internet participativo marcado por los blogs, las redes sociales y el vídeo online. YouTube, en manos de Google, es hoy la mayor comunidad de vídeo online. Según Citigroup, la publicidad de esta plataforma reportará al gigante de Internet 930 millones de dólares en ingresos este año.
En el otro extremo, Rupert Murdoch busca comprador para MySpace, la empresa que puso de moda el fenómeno de las redes sociales, que ha languidecido a la sombra del éxito de Facebook. Según Bloomberg, News Corp. podría vender la red, por la que pagó 580 millones de dólares hace seis años, por un máximo de 200 millones.
Pero MySpace no ha sido la única red social que ha fracasado, incapaz de competir con Facebook.
AOL también quiso situarse en la primera división de esta nueva era de Internet con la compra de Bebo: pagó 850 millones de dólares en 2008 por una red social que vendió dos años después por 10 millones. Incluso Google ha fallado repetidas veces en sus intentos sociales: adquirió Orkut, que sólo ha triunfado en Brasil; no logró enganchar con Buzz, y no fue capaz de ofrecer un valor extra a los internautas con Wave, una herramienta compleja que acabó cerrando hace un año.
Reducto
El paso del tiempo ha servido para constatar que algunos de los proyectos 2.0 que estuvieron de moda hace unos años no han sido capaces de salir del reducto de los usuarios más avanzados. Es el caso del marcador de webs Delicious, que Yahoo! ha vendido recientemente a los fundadores de YouTube. O de Bloglines, un lector de RSS que cerró Ask.com el año pasado.
Otros, han languidecido incapaces de adaptarse a nuevos patrones de uso de los usuarios en un entorno, el de Internet, que cambia muy deprisa. Es el caso de Digg, el sistema de recomendación de noticias, que ahora tiene la mitad de tráfico que en 2008, una caída motivada tanto por el flujo de los usuarios a Twitter como por errores de los gestores. Technorati, un buscador de blogs, ha caído en desuso una vez que los grandes motores de búsqueda también rastrean los blogs.
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