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El tren de vida de Strauss-Kahn: medio millón de dólares al mes

26.05.2011 Nueva York (EEUU) Estela S. Mazo. Siga al autor en 4

Ni con su sueldo cuando era director del FMI habría podido llegar a fin de mes. El nuevo tren de vida de Strauss-Kahn le está costando medio millón de dólares al mes, factura que está pagando su millonaria esposa, la periodista Anne Sinclair, con la que se casó en terceras nupcias.

Los honorarios de los abogados y la empresa de seguridad privada que la Justicia le obligó contratar (Stroz Friedberg, la misma que usó Madoff) ya estaban mermando a pasos agigantados su cuenta corriente, muy dolorida por el millón de dólares que tuvo que pagar como fianza, una cifra histórica. Ahora, la nueva mansión que ha alquilado en Nueva York para cumplir con el arresto domiciliario tras la acusación de delitos sexuales se ha encargado de hacer el resto: pagará 50.000 dólares al mes por un apartamento situado en el número 153 de Fraklin Street, en el lujoso –y chic- barrio neoyorquino de TriBeCa.

Allí acaba de trasladarse el francés con su mujer, tras dejar el Empire Building, en el número 71 Broadway. El descontento de los vecinos ante el acoso mediático (con carteles como “DSK no en mi patio”) llevaron a Strauss Kahn a buscar otro alojamiento, que nada tiene que envidiar al anterior.

Según los detalles que revelaron ayer The New York Post y The Daily News, la casa está valorada en 14 millones de dólares (unos 9,95 millones de euros) y dispone de todas las comodidades: una inmensa sala con claraboya y chimenea, calefacción por el suelo, cuatro habitaciones y cinco baños, una gran cocina equipada con los últimos avances en electrodomésticos, spa, gimnasio, bar… Y el descontento de los vecinos, que ya están arrojando a los medios sus prejuicios a la presencia del imputado en su barrio. Pese a las quejas, parece que allí permanecerá hasta la nueva vista, que se celebrará el 6 de junio.

Habrá que esperar a entonces para ver al político, pues no está previsto (ni permitido, salvo autorización judicial) que salga de su nueva casa. En su última imagen, la del abandono del apartamento de la zona cero, llevaba un traje oscuro, iba sin cortaba y “echó una mirada irónica a los mirones”, según los mismos medios. Esta vez, eso sí, no iba esposado.