Entrevista Agustín Carstens. Gobernador del Banco de México y candidato al FMI
"Europa necesita en el FMI un experto en crisis"
El economista mexicano critica el apoyo europeo a Lagarde antes de que se conozcan todas las candidaturas, y ofrece su experiencia frente a las crisis
B. Díaz / M. Ezquerra - Madrid - 31/05/2011
Por primera vez, un candidato de los países emergentes tiene opciones a dirigir el FMI, lo que acabaría con la norma no escrita que sitúa al frente a un europeo. Tras la abrupta salida de Strauss-Kahn, Carstens librará una dura batalla con la francesa Christine Lagarde. El economista mexicano, formado en la escuela de Chicago, ha sido alto cargo del FMI, ministro de Hacienda de su país y, desde el año pasado, gobernador del Banco de México.
¿Con qué apoyos aspira a contar? China ha llegado a sugerir que no le disgusta Lagarde...
Mis apoyos naturales están situados entre los países emergentes. Pero hay que aclarar que estamos en el inicio del proceso, pues hasta el 10 de junio no concluye la presentación de candidaturas. Por eso, hay muchos países que están esperando a pronunciarse. Resulta un tanto anómalo que los países europeos se hayan pronunciado sin saber siquiera entre qué candidatos se va a poder elegir.
¿Ha llegado el tiempo de los emergentes?
Ha llegado el tiempo de una elección transparente y sin apriorismos. Los propios países europeos se mostraron partidarios de que así fuese, durante las reformas del FMI de los últimos años. Su declaración reciente choca con ese principio. Por mi parte, si un europeo resulta ser el mejor candidato, felicitaciones, pero que sea solo por ser el mejor.
La UE argumenta que es la que más aporta en las cuotas del Fondo...
Es cierto que aportan un 30%, pero los propios líderes europeos se han pronunciado a favor de un proceso transparente basado en méritos. Es respetable que Europa lance una candidatura, pero solucionar sus problemas no pasa necesariamente por un dirigente europeo. Lo que necesita es un experto, quien mejor pueda luchar contra la crisis. Y los emergentes somos expertos en ese ámbito, porque hemos sufrido muchas y hemos aprendido. México no sufre una crisis desde 1995, tiene las finanzas públicas equilibradas, la deuda en el 35% del PIB, el sistema financiero acorde con Basilea III, la inflación en el 3,5%, el PIB creciendo un 5% y sin problemas de deuda externa. Si se compara esa situación con la de Europa...
¿Qué cambios impulsaría usted en el FMI en caso de ser elegido?
Hay que cambiar para preservar la legitimidad. Se han dado pasos importantes para dar más voz a los países emergentes, pero todavía no son suficientes. Y esos pasos se dieron sobre la base de que el proceso de elección del director gerente fuera transparente. Por otra parte, debemos mejorar los mecanismos para proveer de liquidez a los países con problemas, además de elevar los recursos disponibles: las cuotas se han quedado atrás respecto al crecimiento del PIB mundial y de los mercados financieros. Por último, es necesario mejorar la supervisión y vigilancia financiera entre países y del sistema financiero mundial. El FMI se ha concentrado en asuntos fiscales y monetarios y de balanza de pagos, pero ha vigilado de forma muy marginal los sistemas financieros internos, que han demostrado ser el eslabón débil en las últimas crisis.
¿No está tocada la legitimidad por la gestión de Rato, criticada por el propio FMI, y por el escándalo de Strauss-Kahn?
Yo no juzgaría muy duramente a ninguno de los dos. En los últimos años, el Fondo ha sabido responder sobre la marcha a situaciones que no tenían ningún precedente.
"La flexibilidad laboral, clave para España"
El diagnóstico que hace Carstens de la economía española es esclarecedor. "Tres son los deberes que España debía procurar hace 18 meses: una reforma del sistema financiero, el control del déficit público y la mejora de su capacidad de crecimiento económico a través de la creación de empleo. Ha abordado los dos primeros. Ahora debe profundizar en las rigideces aún existentes en el mercado de trabajo. La flexibilidad laboral es clave para conseguir un crecimiento del PIB adecuado que genere puestos de trabajo", añade. Carstens anima a las empresas españolas, con independencia de su tamaño, a cruzar el océano Atlántico como vía para salvar la crisis española. "México tiene la inflación controlada y las finanzas en equilibrio. Ha ganado cuota a China en EE UU. ¿Qué mejor tarjeta para invertir", dice.
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