viernes, 15 de julio de 2011

Duelo en OK Corral...

¿Quién manda? China reprende a EEUU por su mala política presupuestaria

Jose Luis de Haro 15/07/2011 - 5:59

El rifirrafe y las rencillas políticas que hierven en la trastienda del Capitolio han acabado por inquietar al mayor acreedor de EEUU. El gobierno chino, que en estos momentos tiene en sus manos más de un billón de dólares en bonos del Tesoro norteamericanos, tuvo que llamar la atención ayer al nuevo alumno revoltoso del panorama internacional, al que urgió a tomar medidas inmediatas para evitar un impago de su deuda el próximo 2 de agosto.

Con la puesta en cuarentena de su rating de la agencia Moody´s recién salida del horno, Hong Lei, portavoz del ministro de Exteriores chino, dijo a la agencia Reuters que "el Gobierno de EEUU debe adoptar políticas responsables para garantizar los intereses de sus inversores". Una reprimenda similar a la realizada por Standard & Poor´s en marzo, cuando rebajó su perspectiva sobre la deuda norteamericana de estable a negativa.

Sin embargo, la decisión de Moody's, anunciada a última hora del miércoles, puso en jaque a muchos gobiernos asiáticos, donde una debilidad del dólar no hace más que alimentar posibles burbujas derivadas de un incremento en los flujos de capital.

Hartadi A. Sarwono, subgobernador del Banco Central de Indonesia, reconoció que las estimaciones sobre el estado de salud de la economía de EEUU "no serán tan optimistas como se esperaba". En este sentido, la agencia Moody´s señaló que están "aumentando las posibilidades" de que el Congreso estadounidense no alcance un acuerdo para elevar el techo de la deuda, lo que podría llevar a un impago de las obligaciones de deuda del Tesoro norteamericano.

Más vigilancia
Al mismo tiempo, la agencia de calificación china, Dagong Global Credit Rating, que rebajó el pasado noviembre su perspectiva sobre la economía de EEUU hasta A+, aseguró ayer que ha puesto de nuevo a la primera economía del mundo en revisión negativa, dado su comatoso crecimiento, la falta de solvencia y los altos déficits fiscales.

En medio del escrutinio chino, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, reconoció ayer durante su comparecencia ante el Comité Financiero del Senado que, a día de hoy, el banco central de EEUU "no está preparado para tomar medidas adicionales", es decir, edulcoró en cierta medida sus declaraciones del día anterior ante el Congreso, donde abrió la puerta a un nuevo programa de recompra de bonos, el ya bautizado como Quantitative Easing 3 (QE3).

Según estimo el guardián de la economía del país, "la situación es muy compleja". "La inflación ha crecido ... No estamos seguros sobre cuál será la evolución a corto plazo de la economía. Queremos esperar a ver si ésta se recupera. No estamos preparados en este momento para tomar nuevas medidas", añadió, al mismo tiempo que reconoció que quizás una tercera ronda de estímulos no causaría el efecto deseado sobre la economía del país. De nuevo, Bernanke, volvió a reiterar los efectos devastadores de un impago de deuda en el país.

Obama pierde los nervios
Con los nervios a flor de piel y la evidente tensión por intentar elevar el techo de deuda en EEUU, que en estos momentos supera los 14,29 billones de dólares, el presidente del país, Barack Obama, regresó a la mesa de negociación a última hora del jueves, en un encuentro que acabó con el inquilino de la Casa Blanca abandonando de forma abrupta la sala donde se encontraba reunido.

El encontronazo con Eric Cantor, el líder republicano en el Congreso, quien acusó a Obama de echarse un farol, hizo que el jefe del Ejecutivo terminase por perder la paciencia. "No me acuses de farolero, represento a los ciudadanos de EEUU en este tema", espetó el presidente mientras dijo haber llegado al límite. "Esto puede acabar con mi presidencia, pero no cederé".

Pese al tenso encuentro, fuentes demócratas aseguraron que, de momento, las negociaciones siguen adelante. La Administración Obama ha esbozado un plan donde se compromete a una reducción del déficit por valor de 1,7 billones de dólares durante la próxima década. Hasta la fecha, legisladores de ambos partidos podrían haberse comprometido en principio a acatar recortes de déficit por valor de 1,5 billones de dólares.

De todas formas, la última bala en la recámara está en manos de la propuesta presentada el martes por el senador republicano Mitch McConnell. Intentará conseguir que el Congreso apruebe aumentar el techo de deuda en 2,5 billones de dólares más a través de tres incrementos que se llevarían a cabo durante los próximos 18 meses. Este proceso se podría aprobar a través de una maniobra legislativa. Mientras tanto, en la Cámara Baja, la discusión sobre la reducción de déficit seguiría su curso.

Sin embargo, esta estrategia podría poner en entredicho a Obama de cara a la campaña presidencial de 2012, dado que los republicanos contarían con la munición suficiente para echar por tierra los esfuerzos demócratas por intentar poner en orden las cuentas fiscales del país.

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