Algunos consejos para empezar a correr por las calles
Llega el verano, ¿no crees que es hora de que pases de las frías paredes del gimnasio y te lances a correr al aire libre? No requiera gasto, te permite ir a tu ritmo, coges un poco de color y disfrutas un poco de la naturaleza pero? ¿qué debes saber antes de quemar las calles?
Equípate
Lo primero es hacerte con ropa cómoda, algo más holgada de lo normal y que sea ligera para mitigar los rigores del verano. Tejidos naturales que nos permitan transpirar y movernos libremente. Sudar más no significa adelgazar más, ya que únicamente pierdes agua no quemas calorías, que es lo interesante, así que no te cubras como una cebolla, no servirá de nada.
Contra el calor
Toca madrugar o trasnochar, y es que hay que evitar las horas de más temperatura para que no sufras un golpe de calor. Antes de las 11 de la mañana o después de las 8 de la tarde, el horario perfecto. Acuérdate de llevar siempre contigo un botellín de agua para hidratarte o planifica un recorrido que tenga fuentes disponibles para refrescarse.
Si estructuras tu recorrido por parques, sendas o riberas de ríos, por ejemplo, tendrás mayor sensación de frescor y además los caminos de tierra son más adecuados para evitar los impactos demasiado fuertes al pisar.
Progresivo
El primer día no puedes pretender hacer la maratón. Ve poco a poco. Puedes comenzar por caminatas largas a paso rápido que puedes alternar con algunos minutos de trote; no te fijes objetivos a corto plazo, más bien pon a prueba tu estado físico. Si estás un poco en forma comienza a correr unos 15 minutos dos o tres veces a la semana y ves incrementando el tiempo al mes. No es aconsejable correr todos los días, ya que el cuerpo necesita un tiempo para recuperarse, pero si puedes alternarlo con otras actividades como la natación o el ciclismo.
Calienta y estira
¿Recordáis al profesor de Educación Física cuando decía que siempre hay que calentar y estirar? Entonces, ¿por qué siempre se nos olvida? Antes de lanzarte a correr, es recomendable hacer un pequeño calentamiento, así que reserva unos minutos antes de la carrera para él o realiza el primer tramo del recorrido a un trote muy ligero. Al finalizar, lo mismo, disminuye el ritmo poco a poco y estira sin forzar, unos minutos. Es importante no sentir dolor en ninguno de los estiramientos, simplemente notar como el músculo se relaja tras el ejercicio.
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