sábado, 30 de junio de 2012

A los Vivítopes.....

La receta para ser el mejor restaurante europeo

Por L. Moreno | 28/06/2012 - 17:03
cabecera.jpg

TripAdvisor, la mayor web de viajes del mundo, anunció el pasado 26 de junio los ganadores y finalistas en las distintas modalidades de los premios Travellers´ Choice Restaurant, un reconocimiento a los mejores establecimientos a nivel internacional, nacional y europeo que ha tenido en cuenta principalmente las valoraciones de los millones de viajeros que han sido atendidos en dichos locales.
Gran parte de la puntuación obtenida ha dependido del grado de difusión de los restaurantes (desde amplios establecimientos a pequeños locales familiares) y de la excelencia y la calidad del servicio que, como ha declarado el portavoz de TripAdvisor, "contribuyen a proporcionar a los comensales una experiencia gastronómica inolvidable".
En esta primera edición de los premios -que promete convertirse en una tradición, dada la calidad y competitividad de los candidatos- la sorpresa ha sido mayúscula al encontrarnos en el ecuador del top 10 de la categoría europea a un conocido restaurante madrileño. Se trata del Club Allard, el único representante de la gastronomía española que ha conseguido ser reconocido con el quinto puesto de los mejores restaurantes europeos. El porqué puede resumirse en el comentario de uno de los usuarios: "Fantástico local, buen servicio, platos novedosos y buena bodega que merece la pena probar". Sin necesidad de explayarse, deduce perfectamente la esencia del local, al que sometemos a un análisis de mayor profundidad.
  Situado cerca de la concurrida Plaza de España, en el 2007 se abrió al público general para que pudiera disfrutar de sus platos y su aire selecto, reservado desde su inauguración en 1998 a unos pocos elegidos. Acogido en las instalaciones de la Casa Gallardo, el mero diseño de la fachada -que combina el corte modernista con un aire señorial- ya es suficiente reclamo para los clientes potenciales, que se maravillan al atravesar la entrada e introducirse en un establecimiento luminoso, limpio y sofisticado. Un universo de manteles blancos, tan inmaculado que causa cierto reparo sentarse a comer por miedo a manchar la mantelería. Al volante de sus fogones se encuentra el chef Diego Guerrero, que ha logrado posicionar el Club Allard como un referente de la gastronomía española gracias a platos como los Mini Babybell de Camembert Truffé, la torrija de Pantumaka con sardina en aceite, la Maceta de Sacher con Jengibre, la Tapa de Pez de Mantequilla o las croquetas de chocolate. Revolucionarias delicias que seducirán el estómago de los gourmets más exigentes.

Pero, ¿cuáles son los ingredientes que le faltan para conseguir el trono del ranking? ¿Qué restaurante ha descubierto la receta perfecta para ser considerado el mejor local europeo? Las respuestas las tiene Le Gavroche, un exclusivo establecimiento londinense que se ha coronado como el mejor dentro de esta modalidad, posicionándose a una gran diferencia de los otros clasificados ingleses (Chez Bruce, Barrafina y La Trompette) que si bien han conseguido infiltrarse en esta liga gastronómica, lo han hecho ocupando los últimos puestos.
  Le Gavroche, en cambio, ya apuntaba maneras desde su nacimiento, al convertirse al poco tiempo en el primer restaurante de Londres en ser reconocido con tres estrellas Michelín. El equipo de pinches y chefs dirigidos por la mano de hierro de Michel Roux Jr., quien tomó las riendas cedidas por su padre, Albert, en 1991, enarbolan a diario sartenes y cacerolas para deleitar el paladar de sus clientes con soufflé de queso con doble crema, coquillas de St. Jacques con minestrone, pudding negro con huevo frito y ensalada de espárragos crudos con tomate picante, filete de venado con champiñones salvajes regado con salsa de vino o consomés de pato, mareados con una excelente selección de vinos. Pero la verdadera delicia es la sección de postres: tartas, trufas y soufflés de queso, bizcocho y chocolate, con todo el sabor de los frutos rojos y los siropes que los acompañan en una presentación que, nada más verla, te hará la boca agua. Platos que trascienden la mera creación, el ingenio y la originalidad mundanas para convertirse en auténticas obras de arte.

Rozando el primer puesto de la clasificación, en segundo lugar, ha quedado el restaurante de cinco estrellas La Pergola, situado en el hotel Roma Cavalieri Hilton. Un ambiente lujoso y multicultural, de voces de marcado acento y relucientes burbujas doradas de champán, bulle entre sus paredes, que rompen su monocromía con un enorme ventanal y una panorámica preciosa de la ciudad encendiéndose al caer la noche. Su cocina supone una excepción en el universo de pastas que protagoniza la gastronomía italiana, ya que su chef mezcla los platos típicos con recetas de origen germano para crear delicias como medallones de bogavante con tomate o puré de berenjenas. La creatividad que se cocina en su imaginación adereza los platos con una presentación exquisita que hará que los comensales los devoren por los ojos y no lleguen al estómago más que migajas.
Si quieres adentrarte en un jardín de culturas perdidas y sabores olvidados, y disfrutar de un banquete propio del rajá de las Mil y una Noches, el restaurante Ciya Sofrasi es tu destino. Este establecimiento comenzó siendo un modesto local de kebabs, uno de los platos turcos más típicos, aunque los pensamientos de su fundador divagaban sobre alta cocina experimental. Pronto el sueño se hizo realidad, y, venciendo los problemas económicos, el Ciya Sofrasi creció hasta convertirse en uno de los restaurantes más exclusivos de Estambul, hasta el punto de hacerse con el bronce en esta categoría de los premios de TripAdvisor y expandirse a tierras americanas. De su cocina nacen platos condimentados con el sabor de la dieta mediterránea más sureña y nombres exóticos como Bostana (una mezcla de tomate, pepino, menta fresca, cebolla y zumo de granada), Zahter salatasi (ensalada de chili, tomate, nueces, cebolla y zumo de granada fresco), Dogme salatasi (crujiente trigo cubierto de yogurt y un punto de ajo), Muhammara (pasta roja picante con nueces) o Visneli Kofte (carne especiada con cerezas, perlas de cebolla y tiras de pasta picante).
Muy de cerca le sigue el restaurante Guy Savoy, un romántico entorno culinario en plena ciudad del amor. Este Louvre de la gastronomía parisina es famoso por sus originales composiciones, especialmente con el pescado: porciones pequeñas que contienen una explosión del sabor del mar. Pero lo que no dejará indiferente a nadie es su paleta de postres, donde el coco se combina con el chocolate negro y las fresas, las cerezas, la textura esponjosa del bizchocho, los empalagosos siropes y los delicados soufflés para regalarnos delicias dignas de una pasarela de pastelería.
En la misma ciudad, y doblando el número de puestos en el ranking, encontramos el restaurante de Pierre Gagnaire. Ritmo, instinto y espontaneidad conforman la piedra angular que sostiene la cocina de este imaginativo e influyente chef, todo un catedrático en gastronomía molecular. Una cocina tan inspiradora como arriesgada en ocasiones. Con las paredes del establecimiento forradas de madera, la decoración sencilla y sofisticada a la vez y la tenue luminosidad que recrean las lámparas de pie componen un ambiente íntimo, ideal para una cita romántica acompañada de tu pareja y de los platos estrella de la casa: surtido de foiés de pato, palometa o "mariposas de chocolate" con puré de ciruela.

Nos despedimos con el restaurante Tantris, en Munich, sin duda todo un homenaje a la modernidad. Este templo de tendencia vanguardista, con sus espirales negras colgando del techo, sus lámparas esféricas iluminando los rincones y pequeñas pinceladas de detalles orientales, es una opción excelente para los gourmets que desean disfrutar de la buena cocina a precios bastante económicos. Lleva en funcionamiento más de treinta años, pero sus platos conservan la frescura y calidad del primer día, si bien han ganado en experiencia, como demuestran las tres estrellas Michelín de las que hace gala. Un local fantástico para olvidarte del mundo y disfrutar de un buen rodaballo con raviolis, peperoni y espinacas; el cordero con alcachofas o el picadillo de setas con aceite de albahaca.

No hay comentarios: