Este es el meollo.....
El Tesoro aguanta, las empresas no
22/06/2012 | 07:59
J.Sanchez Quiñones
Pese a los niveles alcanzados por la prima de riesgo y por el tipo de los bonos del Estado a diez años, situándose incluso por encima del 7% en determinados momentos, el Tesoro español no ha tenido problemas en colocar tanto Letras a 12 y 18 meses como bonos a 2, 3 y 5 años durante la semana de máxima tensión del año. A pesar de los elevados tipos de interés de ambas subastas (5% de las Letras a 12 meses y 6% en los bonos a 5 años), sigue existiendo demanda para la deuda pública española. A mayor coste, pero sigue habiendo compradores.
El coste medio de la deuda pública española es del 4,1%. La adjudicación de los bonos de la subasta del jueves apenas supone un 0,5% del total de la deuda pública española. Por tanto, incluso con un incremento significativo del tipo de interés, el aumento del coste medio de la deuda es marginal. Aun no siendo una situación buena, ni deseable, la principal preocupación a corto plazo para el Tesoro es seguir teniendo demanda en sus subastas. Mientras exista demanda, los elevados tipos de interés exigidos por los inversores son un problema secundario. Si alguna subasta se tuviera que suspender por falta de demanda, se encenderían todas las alarmas.
La subida de la prima de riesgo y de los tipos de la deuda española ocasiona efectos secundarios muy dañinos para la economía real. Los bancos utilizan los bonos del Estado de su balance como garantía de sus operaciones en los mercados de financiación internacionales. El incremento de los tipos, el aumento de la prima de riesgo y la rebaja del rating del Reino de España han provocado una degradación en la consideración de la garantía de los bonos españoles. Como consecuencia, los bancos españoles poseen una menor capacidad de financiación en estos mercados. Para obtener la misma cantidad de financiación necesitan depositar un mayor número de títulos en garantía. De hecho, la mayor parte de la salida de capitales por 100.000 millones de euros durante el primer trimestre del año se debió al cierre de posiciones de bancos en los mercados interbancarios y de REPOs internacionales. El dato, tan cacareado en la prensa extranjera como una señal de la fuga de depósitos en España, lo que realmente refleja es la dificultad de los bancos españoles de financiarse a través de las cámaras de contrapartida europeas. La solución ha sido un aumento la apelación al BCE.
El gran damnificado del mayor coste de financiación del Estado y de las crecientes dificultades de financiación de los bancos es la empresa española. Las repercusiones afectan tanto a la cantidad de crédito, como al precio, o tipo de interés aplicado a los mismos. La propia degradación de la calificación de la deuda española implica que las empresas españolas, incluso si están muy internacionalizadas, vean reducir su propia calificación crediticia y, como consecuencia, aumente el coste de su deuda. El tipo de la deuda pública se ha considerado siempre el de la rentabilidad "sin riesgo", de tal forma que el tipo de interés exigible a cualquier otra inversión será, al menos, el de la deuda pública más una prima de riesgo. Si el bono de la deuda pública a 10 años ofrece un tipo del 7%, el exigible a la práctica totalidad de las empresas españolas, con alguna excepción, será superior al mismo
El segundo problema es la cantidad de crédito disponible. Cuantas más semanas transcurran con la prima de riesgo disparada, mayor será la percepción de "riesgo España" y menor será la cantidad de crédito que fluya hacia nuestro país. A su vez, la dificultad de financiación de la banca, y la incompleta reforma financiera, hace que sea imposible que el crédito crezca en los próximos meses.
Una de las grandes ventajas del euro para las empresas españolas en el momento de su nacimiento fue la posibilidad de financiarse a tipos muy similares a los de sus competidores europeos. Esta ventaja hoy ha desaparecido. Incluso aquellas empresas con dificultades de financiación por el "riesgo España" pueden verse forzadas a echarse en brazos de grupos europeos con líneas de financiación abundantes y baratas.
El Tesoro puede aguantar muchos meses con la prima de riesgo en niveles máximos, pero muchas empresas no podrán hacerlo. Esperemos, por el bien de todos, que en las próximas semanas se relaje la tensión sobre nuestra prima de riesgo.
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