Experiencia para el paladar
Delicado, sutil y refinado: así es el foie-gras en todas sus versiones y formatos, pero cada uno con sus ricas particularidades.
Desde el entier al mi-cuit o bloc, es una delicatessen apta para los mejores gourmets, que siempre está a la última y es capaz de ofrecer una experiencia gastronómica única.
Si te gusta el foie-gras podrás encontrarlo en diferentes formatos, cada uno de los cuales cuenta con su propio ritual de elaboración y cómo no, de consumo. El entier se elabora con una pieza entera, cocida al baño María. Su textura es carnosa y su sabor, potente. Sírvelo frío, cortado en lonchas finísimas y sin untar en pan.
El mi-cuit es una semiconserva por lo que debe mantenerse en frío. Corta unas lonchas finas o medianas y acompáñalas con pan negro de nueces, mantequilla o sal Maldon. El bloc es una exquisita delicatessen gracias a la emulsión natural del foiegras fresco, que aporta una carnosa suavidad al producto. Marida todos ellos con vinos o cavas que liguen pero no resten sabor al foie-gras.
Marida tus foie-gras con champagne brut Nectar Impérial de Möet & Chandon. De color amarillo pálido tirando a verde, este champagne tiene aromas delicados a tilo y flor de vid. En la boca tiene una gran amplitud y un final discreto.
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