"O se invierte en el ferrocarril o se convertirá en un transporte marginal en Asturias"

Los comités de Adif y Renfe exigen un plan de choque para frenar "la caída libre" de viajeros // Rechazan una vía exclusiva para el AVE entre Gijón y Pola de Lena

Asturias24

Representantes de los comités de empresa de Renfe y Adif.

"La Variante de Pajares se llevó todo el dinero que Fomento no invirtió en otras cosas. Las cercanías, que son las que mueven más viajeros, se quedaron sin nada. Ahora están en caída libre y mucho nos tememos que aún no hayan tocado fondo". Los comités de empresa de Adif y Renfe exigen a los partidos políticos que consensúen con urgencia un plan de choque "para evitar la muerte del ferrocarril". Los sindicatos creen que es necesario un gran pacto: "O se invierte o el ferrocarril quedará como un transporte marginal en Asturias". Ese gran pacto debe abordar una planificación a corto y medio plazo de las inversiones, fundamentalmente en la línea de ancho métrico (Feve), con la duplicación de vías, la electrificación y planes para asegurar las trincheras. También puede incluir medidas a coste cero, como la coordinación de tarifas y horarios entre Renfe y Feve. Los comités exigen mesura a los Gobiernos. Rechazan una inversión de 1.500 millones para crear una vía exclusiva de alta velocidad (AVE) entre Pola de Lena y Gijón. Apuestan por mejorar el recorrido y mantener el uso compatible con cercanías y mercancías. Los profesionales saben que sería más barato y, sobre todo, más práctico.

Los números revelan el motivo de la alarma sembrada por los comités de empresa de Adif y Renfe. Las cercanías ferroviarias están moviendo siete millones de pasajeros al año en Asturias. Todos los estudios que manejan precisan que, por población y estructura geográfica, debería tener no menos de doce millones de viajeros anuales. El dinero que se ha derrochado es otro motivo de preocupación. Luis Blanco, presidente del comité de Renfe, habla de los millones que se han escurrido entre los dedos, en planes inacabados como el soterramiento de Langreo, el metrotrén de Gijón o el ramal para la papelera de Ence, que se adjudicó con sobrecoste. Blanco recuerda que solo en Gijón se han enterrado 120 millones de euros y precisa que en los últimos años se han perdido casi 600.000 usuarios. Alberto Ramos, del comité de Adif, cree que Fomento no puede escudarse detrás de las inversiones del AVE.

Ramos reclama una planificación concienzuda, con proyectos, memoria económica y plazos de ejecución. "No puede ser que las líneas de ancho métrico tengan limitaciones temporales de 30 kilómetros hora, por deterioro del material, que se convierten en definitivas porque nunca se reparan. No se puede entender que no haya coordinación de tarifas y horarios. Llevamos 24 años sin la intermodal de Gijón. No todas las líneas de Feve están electrificadas,..", explica Ramos para ejemplificar la cadena de calamidades que rodean las cercanías ferroviarias.

Los comités de empresa de Adif y Renfe han firmado un manifiesto conjunto exigiendo ese pacto político ahora que comienza una nueva legislatura. Quiere que el Gobierno del Principado y los ayuntamientos se mojen. Aunque las competencias en inversión corresponden al Estado, a través del Ministerio de Fomento, ambos organismos recuerdan que al Gobierno regional le compete la planificación y a los consistorios, la defensa de los servicios públicos de sus ciudadanos. Temen que el objetivo final sea abandonar la explotación y dejarla en manos privadas, a raíz de la liberación. Renunciar a la prestación del servicio de transporte sería fácil de justificar ante los usuarios si las pérdidas son inasumibles.

No obstante, Luis Blanco precisa que el modelo de gestión en el que está profundizando España es justo el contrario del que están implantando en el resto de Europa. La división de la compañía ferroviaria en Adif y Renfe y, a su vez, la subdivisión de Renfe en mercancías, viajeros, mantenimiento y alquiler, según Blanco, "entorpece el día a día y encarece los costes de explotación". En otros países en los que se ensayó esta estrategia, como Francia o Alemania, el proceso se ha revertido y se han vuelto a unificar las infraestructuras y la gestión. El presidente del comité de Renfe no entiende por qué Fomento no aprende de los reveses previos que se han llevado otros Estados y se mantiene en el mismo camino hacia el despeñadero.