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Un niño de 15 años corre como loco a abrazar a Rafa Nadal. Rubio, con el pelo desaliñado y muy espigado, se afana por hacerse una foto con uno de los mejores jugadores del mundo y, como no, con su gran ídolo. Mientras se toman la instantánea, el joven le explica que el también es tenista y que el español es el espejo en el que se mira para llegar a ser el mejor. Dos años después, Andrey Rublev empieza a brillar... y a ser conflictivo en pista.
A día de hoy, con 17 años, ya está llamando a las puertas del éxito, siendo considerado como una de las grandes promesas del tenis mundial. Pero el gran problema tiene que ver con su carácter: acostumbrado a tenerlo todo desde muy joven, su comportamiento en la pista deja mucho que desear y no parece aceptar demasiado bien jugar dentro de las reglas, lo que le ha valido ya más de una reprimenda por sus rivales sobre la cancha.
Rublev, actualmente el 201 del mundo, ha sido un niño mimado desde muy joven. Criado en una familia acomodada, el dinero nunca ha sido un problema para los Rublev, teniendo siempre a su disposición todo lo necesario paraintentar formarle como un jugador de éxito. Su padre fue boxeador profesional y, a día de hoy, regenta un imperio de restaurantes en Rusia; su madre fue durante muchos años la entrenadora de la extenista rusa Anna Kournikova.
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Desde muy joven, demostró un gran talento para el tenis que, ya en su adolescencia, le convirtió en una de las grades estrellas en ciernes. Ganador de la Orange Bowl y medalla de oro en los Campeonatos de Europa júnior, 2014 fue el año de su consolidación: bronce en individuales y plata en dobles en los Juegos Olímpicos de la Juventud, su gran éxito llegó con la victoria en Roland Garros júnior, que le permitiría alcanzar el número uno de la categoría.
A partir de ese momento, su despegue desportivo ha sido espectacular. En poco más de un año, ha sido capaz de hacerse con cuatro futures -más uno en dobles- y de empezar a entrar de manera habitual en las rondas finales de los torneos en los que participa, superando casi todas las fases previas. E incluso ya ha sido capaz de ganar los dos primeros partidos de Copa Davisque ha jugado con Rusia...pero su forma de ser no gusta lo más mínimo.
Verdasco y Olivo, dos de sus 'víctimas'
Desconocido en España, Rublev comenzó a hacerse un nombre después de eliminar a Fernando Verdasco en primera ronda del Conde de Godó. Pero el español cargaba duramente contra él tras la eliminación: "Me ha sorprendido la mala educación de mi rival, ha demostrado tener muy poco respeto" confesaba, enfadado por algunas celebraciones de punto. "Si lo hace Cristiano, ¿por qué no lo voy a hacer yo", respondía el ruso.
Pero, poco después, tenía un enganchón mucho más desagradable con Renzo Olivo en el Challeger de Moscú. En un momento del partido, Rublev pedía laasistencia médica por culpa de unos calambres, ante lo que el juez de silla daba el 'ok'. Su rival pidió explicaciones por lo ocurrido, pues las normas no permiten que un jugador sea atendido precisamente por este motivo y, entonces, salió la peor versión del jugador ruso.
Rublev, como recuperado por sorpresa, empezó a insultar y a amenazar al jugador argentino. Y, al término del partido, Olivo confesaba algo más: "Al dejar la pista, le dije que fuera hombre y jugase limpio, ante lo que se encaró conmigo y me volvió a amenazar". Por desgracia, el argentino terminó siendo agredido por el propio público. Así es Rublev, un tenista que tiene todo para triunfar, pero al que el mal carácter lo deja más que señalado.
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