Un proyecto ilustrado en la era del 'wikiwiki'
La concesión del Princesa de Cooperación Internacional a Wikipedia invita a repasar las virtudes y limitaciones de una iniciativa que pretende trasladar a internet el viejo espíritu del enciclopedismo ilustrado
MIÉRCOLES 17 DE JUNIO DE 2015
Todo lo que tiene que ver con Wikipedia es fuente de controversia. También lo será probablemente el Premio Princesa de Asturias que el jurado de Cooperación Internacional acaba de conceder al proyecto creado por James 'Jimbo' Wales y Larry Sanger hace 14 años con una finalidad que el primero de ellos ha descrito con una inconfundible mezcla de arrogancia, inocencia y filantropía ilustrada: conseguir "un mundo en el que cada persona del planeta tenga acceso libre a la suma de todo el saber de la humanidad".
Lo "inconfundible" en esa mezcla es precisamente el viejo y persistente aroma de la Ilustración, amplificado a través de las mallas del espíritu universal de este tiempo: Internet. Aquí se prenden de nuevo los ideales de aquellas Luces que pretendía divulgar urbi et orbe L'Encyclopédie de Diderot y d'Alembert, como ha destacado hoy la solemne literatura de las actas. En ella se ensalza Wikipedia como "ejemplo de cooperación internacional, democrático, abierto y participativo, en el que colaboran desinteresadamente miles de personas de todas las nacionalidades" y "que ha logrado poner al alcance de todo el mundo el conocimiento universal en una línea similar a la que logró el espíritu enciclopedista del siglo XVIII".
Esto último es lo más indiscutible de la cita: el afán enciclopedista de compendiar, ordenar y divulgar en un gran cuerpo de discursos secundarios la totalidad del saber humano, esta vez mediante las facilidades que concede una tecnología que rebasa con mucho las posibilidades de difusión de la imprenta. Aunque, en virtud de esas mismas tecnologías, lo distintivo en este caso sería justamente aquello que justifica la concesión de un premio a la "Cooperación ": el hecho de que Wikipedia sea una enciclopedia colaborativa (como todas), pero elevando la colaboración al infinito; una enciclopedia cuyos contenidos pueden ser incorporados al conjunto, controlados y editados por cualquiera, y no solo por un conjunto de especialistas, como en cualquier otra enciclopedia anterior.
En ese factor "democrático, abierto y participativo" que reconoce el premio parece residir la gloria de este gigantesco proyecto que nace el 15 de enero de 2001, brota como una rama emancipada de un empeño anterior más académico y restrictivo, la Nupedia, y empieza a acumular entradas hasta llegar a los 37 millones de artículos, las 287 ediciones en otras tantas lenguas vivas, muertas, semivivas, oficiales, dialectales e incluso artificiales y los 400 millones de usuarios registrados, como parte de una empresa cuya capacidad de autofinanciación es asombrosa. Baste citar el hecho de que en mes y medio la Fundación Wikipedia que rige los destinos de este proyecto fue capaz de recaudar 16 millones de dólares a base de donaciones provenientes de 140 países.
Buscando Wikipedia en Wikipedia
¿Qué es entonces, lo discutible de Wikipedia, eso que sin duda se recordará una vez más estos días, tras la concesión del premio? Por ejemplo que, como sucederá con la inmensa mayoría la totalidad de las informaciones que hoy se publiquen sobre la noticia, todo el párrafo anterior proviene de la entrada dedicada a la Wikipedia por la propia Wikipedia. Es decir que, como tal, podría ser cuestionado y cambiar en cualquier momento mientras lo estoy transcribiendo. O resultar difícilmente verifibable. O incluso ser directamente falso, producto del error o de la falsificación.
Es verdad que eso puede suceder con el conocimiento humano en general, y en particular con el conocimiento científico, cuyo avance se basa en el cuestionamiento permanente por parte de una comunidad que lo pone a prueba, en la corrección y la refutación. El problema, para los críticos de Wikipedia, está en la finura de los controles de calidad de la información y en la probabilidad de burlarlos con éxito.
A pesar de las auditorías externas realizadas cada tanto y de la vigilancia, las discusiones, las correcciones y supresiones que los propios usuarios mantienen constantemente sobre las entradas, es precisamente la apertura de la Wikipedia el factor que introduce una considerable cantidad de ruido, inexactitudes, contaminaciones interesadas, incluso actos de vandalismo cognoscitivo y ficciones deliberadas. Ya es complejo controlar todo esto en una comunidad reducida de conocimiento, como la científica o la académica; así que en una comunidad de millones de potenciales wikipedistas, las probabilidades se disparan.
Wikipedistas: no son millones
Con todo, las pruebas parecen suscribir un nivel de fiabilidad más que aceptable, mucho mayor cuanto más especializados son los contenidos. Y hay un factor de corrección de entrada, aunque indeseado: esos "potenciales wikipedistas" que se cuentan hipotéticamente por millones y que estarían dispuestos a trabajar con teórico desinterés como administradores, supresores de edición, bibliotecarios, checkusers o burócratas (según la terminología interna de Wikipedia), al final son muchos, muchísimos menos.
El sociólogo gijonés César Rendueles pone el dedo en la llaga en su libroSociofobia (Capitán Swing, 2013): "Los procedimientos de trabajo de Wikipedia se acaban asemajando mucho más a una enciclopedia convencional no colaborativa, ya que los bibliotecarios se comportan a menudo como editores, en el sentido que tiene el término en el mundo del libro tradicional. En realidad, esto ha ayudado a mejorar la calidad de la enciclopedia, pero también es fuente de conflictos, en la medida en que existe una contradicción entre esta realidad pragmática y los principios ideológicos de Wikipedia, que los propios bibliotecarios asumen y defienden, basados en la colaboración masiva, infinitesimal y anónima".
Otra cuestión añadida es justamente la del desinterés; no tanto en términos económicos como ideológicos. De hecho (según la propia Wikipedia) autores como el propio Rendueles han señalado que, significativamente, la apertura de Wikipedia favorece una orientación conservadora que se rectificaría con una aportación mayor de la "comunidad universitaria y escolar", y otros, como Rodríguez Herrera, defienden justamente lo contrario esgrimiendo las entradas dedicadas, verbigracia, a Stalin.
Desde un lado o el otro, lo que queda claro es el potencial político que encierra este tesoro digital de saberes humanos. Como bien sabían los enciclopedistas ilustrados --y los poderes que se les opusieron ferozmente desde el primer momento-- la divulgación del conocimiento comporta poder y, sobre todo, contrapoder. Una de las mejores pruebas es la censura que se abatió sobre Wikipedia en países como China, y que aún persiste en parte. O el uso fraudulento que han hecho empresas o políticos para maquillarse favorablemente o para desmaquillar al contrario.
"Todo el mundo", pero menos
Al final, en todo caso, cabe preguntarse hasta qué punto Wikipedia no es más que la reproducción --con un cambio de tecnologías y sobre todo, con una multiplicación exponencial de sus influencias-- de un modelo de colaboración de un grupo relativamente reducido de personas con sus propios intereses: académicos, ideológicos, religiosos, deportivos, personales... Y aplicar, por descontado, esa misma reducción de los grandes números en sentido contrario, limitando severamente ese optimista "al alcance de todo el mundo" que proclama el jurado del Premio Princesa de Cooperación Internacional. La brecha digital hace que ese alborozo universalista sea, como poco, iluso.
Dicho todo lo cual hay que admitir que hay un antes y un después de Wikipedia. Que nos lo digan a los periodistas, para quienes parece concebido el término hawaiano wikiwiki que inspiró el nombre del invento, y que significa "rápido". Cuántas angustias documentales ha calmado --como su monstruoso hermano mayor corporativo, Google-- la generosa y disponible Wikipedia, a costa a menudo de nuestro rigor. Cuántas erratas, contaminaciones e inexactitudes se nos han colado en los medios en los últimos 14 años por beber las aguas de una fuente que es siempre accesible y siempre abundante, pero que no mana agua fresca ni necesariamente pasada por una buena depuradora.
Para enfriar los entusiasmos tardoilustrados del jurado de los premios Príncipe de Asturias, valga una advertencia de un tardoilustrado como Tzvétan Todorov, que en El espíritu de la Ilustración (Galaxia Gutenberg, 2008) repite la de otros muchos tardoilustrados y/o apocalípticos de la era de internet: "La esperanza que suscitó internet, la información emitida por individuos no controlados y accesible a todos, corre también el riesgo de ser vana. Lo que escapa al control no es solo la información, sino también la manipulación, pero nada permite al internauta medio distinguir la una de la otra".
Wikipedia representa como pocas iniciativas de la era digital esas esperanzas y esas limitaciones, que de algún modo pretende combatir desde dentro y que de algún modo ha conseguido amortiguar, a pesar de todos los reparos citados. Claro que no hay que crear mitos ni obsesionarse con el wikiwiki. Al borde de las 19,00 de hoy, casi siete horas después del solemne fallo del jurado en el hotel Reconquista, el artículo "Wikipedia" de la Wikipedia en español no había sido actualizado para incluír el Princesa de Asturias entre sus galardones y reconocimientos.
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