La Ópera de Oviedo se defiende de las críticas de los partidos de izquierda
La Fundación sostiene que revierten a través de impuestos las subvenciones públicas y critica la subida del IVA
JUEVES 18 DE JUNIO DE 2015
¿Debe recibir ayudas la Ópera de Oviedo? Frente a las críticas expresadas en el último mes por los partidos de izquierdas, la Fundación Ópera ha contraatacado con una cascada de cifras. La Ópera ha mantenido que solo en IVA devuelve a las arcas de la administración cuatro veces más de lo que recibe en subvenciones del Principado y casi el doble de lo que obtiene del Ministerio. Además ha defendido la creación de empleo, su aportación al PIB regional y al prestigio cultural e internacional de Oviedo. Y han criticado con acidez la subida del IVA, que en términos económicos ha supuesto un millón menos de presupuesto.
La Fundación ha puesto en marcha una campaña de imagen para defender sus intereses. En el trasfondo están las críticas a las ayudas a determinadas funciones, en especial Falstaff, dirigida por Riccardo Muti y que obtendrá 510.000 euros por parte del ayuntamiento. En el primero de una serie de encuentros con diferentes sectores y representantes sociales y económicos de Asturias, Jaime Martínez y Javier Menéndez, presidente y director de la Fundación, han ofrecido datos sobre cómo la ópera revierte con impuestos todas las subvenciones que reciben.
Para ellos se ha exhibido un informe realizado por Deloitte en 2009, que sostiene que cada euro de subvención pública contribuye a la generación de 3,5 euros de PIB. Según la Fundación, el presupuesto de ese año, de 4,8 millones, generó un PIB de 5,9 millones. Y han ofrecido datos de reversión de impuestos. Entre retenciones, seguros sociales e IVA repercutido, la Fundación aportó 977.000 euros a las arcas públicas en 2014.
Espectadores y empleo
Más datos. De las 29.000 personas que acuden al Campoamor, 1.000 provenían de fuera de Asturias. Y recordaron la importancia de la creación de empleo: una media de 25 personas (artistas y equipos creativos) vienen a Asturias en cada una de las óperas y permanecen en la región durante un mes. A ello hay que sumar el centenar de trabajadores que forman parte del cuerpo estable de la Ópera durante los seis meses de temporada.
La ofensiva de la Fundación no se ha quedado ahí. También han puesto el acento en cómo las producciones propias son una embajada cultural. Además de suponer un ingreso por alquiler, las producciones han recorrido en los últimos años ciudades como Londres, Washington, Filadelfia, Berlín, Génova o Tel Aviv. Y Jaime Martínez ha recordado que además de la reversión impositiva, se han desarrollado “programas de difusión a capas más amplias de la sociedad” a través de retransmisiones gratuitas en directo, programaciones infantiles y abonos para jóvenes.
La subida del IVA unida a la recesión y los recortes han dejado un panorama oscuro que ha afectado directamente al presupuesto. Todo ello se traduce en un millón de euros menos de presupuesto, es decir, un 36% menos que las cuentas de 2009. Las consecuencias, según la Fundación, se perciben en dos aspectos: “la reiteración de propuestas (producciones propias) que ya se habían representado en el Campoamor y la pérdida de peso específico en grandes coproducciones internacionales”.
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