De momento no hay excepciones. Ninguna sociedad cotizada del Ibex 35 se ha inscrito hasta la fecha en el flamante registro de 'lobbies' abierto a bombo y platillo por la CNMC a principios de marzo. Dos meses después, el organismo único de regulación y competencia presume de contar con una lista creciente que suma hasta un total de 200 entidades apuntadas, pero las grandes empresas bursátiles brillan por su ausencia en una clara muestra de la desconfianza que preside las relaciones entre la institución creada por el Gobierno del PP en la anterior legislatura y los más insignes representantes del poder fáctico en nuestro país.
El registro de grupos de interés habilitado por la CNMC tiene carácter voluntario, público y gratuito, y viene a ser una réplica del que existe en laComisión Europea, donde figuran desde hace tiempo las grandes corporaciones internacionales, incluyendo las principales empresas españolas. Esta disparidad de criterio ha motivado no poca extrañeza en el seno del organismo que presideJosé María Marín Quemada, donde se espera y confía en que dentro de poco las grandes compañías del Ibex terminen apreciando la conveniencia de pasar por el aro, dada su condición de empresas reguladas.
La iniciativa de la CNMC se inscribe en el marco de transparencia impulsado por el organismo regulador para blindar los movimientos de sus máximos responsables ejecutivos, sin dar pábulo a suspicacias ni malentendidos que pudieran afectar a la imagen de la institución. Abundando en esta materia, la entidad ofrece incluso a través de su página web lainformación puntual sobre la agenda cotidiana de su presidente, lo que permite comprobar las visitas que algunas de las principales ‘celebridades’ del Ibex y sus principales colaboradores llevan a cabo de forma recurrente en la sede de la entidad.
La vinculación profesional entre el regulador y el regulado es una constante habitual de cualquier economía libre de mercado, y precisamente por eso la CNMC quiere que sus actuaciones sean desarrolladas con la máxima naturalidad. La insistencia de los empresarios a la hora de reclamar la atención de las autoridades de la competencia es perfectamente legítima, pero será mucho mejor admitida desde un punto de vista social si las compañías exponen la defensa de sus intereses sin tapujos y de manera abierta. En otras palabras, la CNMC considera que el derecho de las empresas a hacer 'lobby' debería incluir la obligación moral de formar parte del registro establecido al efecto.
El registro español de 'lobbies' está inspirado en el de la Comisión Europea, donde las grandes corporaciones no tienen mayor inconveniente para inscribirse
Algunas de las principales sociedades cotizadas entienden que su inscripción está perfectamente cubierta a partir de la incorporación de las asociaciones empresariales en las que ya están representadas desde hace años. Es el caso de Seopan y la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que formalizaron su entrada en el registro a finales del pasado mes. Otras agrupaciones corporativas, como la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos, ANFAC o Unespa, se han sumado al proyecto, sin olvidar tampoco a la propia CEOE, la patronal madrileña CEIM o la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
La CNMC considera que la incorporación dentro de la ‘manada’ no es óbice para apostar por un nivel de transparencia mayor mediante una inscripción nominal que sirva de ejemplo. Por ahora, el reclamo ha caído en saco roto y la presencia de las empresas en el registro es meramente testimonial, con alguna destacada excepción, como pueda ser la de BlaBlaCar, uno de las marcas que han irrumpido con más fuerza en la nueva economía colaborativa dentro del sector del transporte urbano. Las únicas multinacionales de renombre que figuran en la lista son British American Tobacco España y Siemens Healthcare.
Las tensiones internas que se viven dentro de la CNMC han estado muy influidas por las distintas sensibilidades de los comisionados en sus relaciones con las empresas del Ibex. Los expedientes sancionadores, las consiguientes multas y los informes de promoción de competencia realizados por los servicios técnicos han soliviantado los ánimos de los departamentos de regulación de las sociedades cotizadas. Marín Quemada se ha mantenido firme en contra incluso de la opinión de la mayor parte de los restantes consejeros. A día de hoy las principales compañías del país siguen respirando por la herida, de ahí que muchas de ellas observen la idea del registro de 'lobbies' como un nuevo pulso en la batalla de influencias con el llamado ‘supervisor mayor del Reino’.
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