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De la Serna cambia de estrategia y confirma que el Estado ya no se quedará con las vías dado que "ahora son viables" MADRID, 17 (EUROPA PRESS) El Ministerio de Fomento no se quedará con las autopistas en quiebra que tenga que rescatar, sino que las sacará de nuevo a concurso para volver a ceder su explotación a empresas privadas, gracias a que actualmente vuelven a ser viables.El Departamento que dirige Íñigo de la Serna obtendrá así recursos para afrontar "en gran medida" el coste de la responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) que supondrá su rescate y evitar que recaiga en las arcas públicas.
La RPA es el importe que la Administración debe abonar a los actuales concesionarios de las autopistas en el momento en que reviertan al Estado por la inversión que realizaron en su construcción, una 'factura' "inferior a los 3.000 millones de euros", según el ministro, pero que el sector calcula en unos 5.000 millones.
Además, al ceder de nuevo en concesión las autopistas al sector privado, Fomento busca evitar también el coste que las autopistas suponen en términos de mantenimiento, conservación y personal, estimado en unos 65 millones de euros anuales.
Asimismo, asegura que la nueva contratación de las vías se haría ya con la garantía de que no volverán a caer en la situación en que se encuentran, dado que, según Fomento, se han llevado a cabo los cambios legislativos necesarios".
Fomento cambia de estrategia y plantea este nuevo escenario para las ocho autopistas de peaje quebradas desde 2012 gracias a que, según el ministro, ahora han vuelto a ser viables. "Son viables si no se considera su 'mochila'", matizó en referencia a la deuda de unos 3.200 millones de euros que soportan.
"Tienen un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo y alguna de ellas presenta aumentos de tráfico mensuales de casi el 20%", aseveró durante su intervención en el 'Ágora' de 'El Economista'.
PREPARANDOSE PARA ASUMIRLAS Por ello, ratificó que Seittsa, sociedad dependiente de su Ministerio, se está ya preparando para cuando tenga que quedarse con alguna autopista y abordar su posterior "relicitación". "Vamos a prepararnos a través de Seittsa para asumir las autopistas y relicitarlas, aunque aún supondrá un tiempo y aún no sabemos si tendremos que asumir todas y cómo las sacaremos a concurso, si agrupadas o individualmente", indicó.
El Ministerio ve ahora posible volver a adjudicar las autopistas no sólo por la recuperación de los tráficos, sino también porque ha fracasado el plan inicialmente diseñado para rescatarlas y gracias al nuevo giro que han dado los procesos judiciales de concurso de acreedores en los que las autopistas están inmersas desde hace casi cinco años.
Así, De la Serna confirmó que ha concluido sin acuerdo la negociación que emprendió al llegar al Ministerio con los acreedores de las vías, en su mayor parte 'fondos buitre', sobre el plan de rescate planteado en 2014.
"Las diferencias eran importantes", indicó sobre dicho plan, que pasaba por que el Estado asumiera las ocho autopistas tras aplicar una quita del 50% a su deuda y titulizar en un bono el resto del pasivo.
GIRO EN LOS TRIBUNALES Asimismo, se refirió al hecho de que los tribunales estén suspendiendo o dejando en suspenso los procesos de liquidación a los que ya han llegado alguna de las ocho autopistas quebradas, una "buena noticia", según el ministro, dado que "da más margen para maniobrar y prepararnos para si hay que quedárselas", indicó.
La Audiencia Provincial de Madrid resolvió recientemente suspender la liquidación de la autopista de circunvalación de Alicante, que ha vuelto así a la fase del concurso en el que la concesionaria puede negociar la deuda con los acreedores para superar la insolvencia, y se espera que lo mismo ocurra con la de las radiales R-3 y R-5.
En caso de que la Audiencia se pronuncie de igual forma sobre estas dos vías, Fomento ya no tendría que asumirlas el próximo 1 de julio, tal como había dictado un Juzgado Mercantil.
Todo ello coincide con el incremento del tráfico que registran las vías desde el pasado año. Sólo en febrero el conjunto de las ocho autopistas aumentó una media del 10,5% el número de usuarios, un aumento que se eleva hasta el 19% en el caso de la R-5.
Precisamente, el desplome de tráfico que registraron durante la crisis y los sobrecostes de expropiación que soportaron en su construcción constituyen las causas del riesgo de quiebra que afrontan estas tres autopistas, además de las otras dos radiales (R-4 y R-2), la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la Cartagena-Vera y la M-12, la que une Madrid con el aeropuerto de Barajas. |
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