La CNMV se planta ante el Gobierno y mantiene el permiso a la opa de Atlantia por Abertis
El regulador espera que el proceso de compra siga adelante "con normalidad"
Advierte que las autorizaciones previas son una excepción a la libre transmisión de acciones de cotizadas
Madrid
La CNMV mantiene su posición ante los ministerios de Fomento y Energía respecto a la opa de Atlantia por Abertis: sigue en pie la autorización a la oferta formulada el pasado mes de mayo y sobre la que pesaban requerimientos de anulación o revocaciónpor parte de ambos ministerios. El regulador se planta, de este modo, ante la fuerte presión ejercida por el Ejecutivo para que la opa pase el control de los ministerios de Íñigo de la Serna y Álvaro Nadal. Entre diversos argumentos, opina que las autorizaciones previas del Gobierno constituyen una "excepción" a la libre transmisión de una empresa cotizada.
El visto bueno, otorgado el 9 de octubre por el consejo del regulador, sigue vigente "por considerar que dicha oferta [la de Atlantia] reúne todos los requisitos exigidos en el Real Decreto 1066/2007, sobre ofertas públicas de adquisición".
El visto bueno sigue vigente "por considerar que dicha oferta [la de Atlantia] reúne todos los requisitos exigidos en el Real Decreto 1066/2007, sobre ofertas públicas de adquisición".
El órgano que preside Sebastián Albellarecuerda que los dos oferentes en liza, Atlantia y Abertis, han pedido autorizaciones al Gobierno para hacerse con la mayor concesionaria española pese a que dicho trámite "no está comprendido en el apartado 2 del artículo 26 del real decreto citado [1066/2007] por las mismas razones que en su momento se tuvieron en cuenta".
La CNMV expresa su confianza en que el proceso de opa siga adelante "con normalidad" y ha manifestado "su respeto al ámbito competencial propio de los ministerios requirentes". Autorizada la opa de Atlantia, resta el plácet a la de Hochtief para que sea abierto el plazo de aceptación de ambas. Entonces se espera que la italiana mejore los 18,76 euros por acción que la filial de ACS ofrece por el grupo Abertis.
La contestación a los requerimientos del Gobierno se basa en cuatro principios. En primer lugar, los permisos a los que se refiere el Gobierno no son autorizaciones requeridas por la oferta sino relativas al cambio indirecto de control en concesiones y contratos de los que es titular Abertis. El segundo punto se refiere a que las autorizaciones de Fomento y Energía no son administrativas de órganos supervisores "sino meras autorizaciones o consentimientos en el ámbito concesional-contractual". El tercer argumento de la CNMV es el que la Ley de opas permite la aprobación de una oferta a expensas de nuevos permisos. Y en cuarto lugar, y de máxima relevancia, la CNMV cree que la exigencia de autorizaciones previas, como las que reclama el Gobierno, "constituye una excepción al principio de libre transmisibilidad de las acciones de las sociedades cotizadas".
La CNMV opina que las autorizaciones de Fomento y Energía no son administrativas de órganos supervisores sino "meras autorizaciones o consentimientos en el ámbito concesional-contractual"
Enfrentamiento
La presión del Gobierno sobre el órgano que preside Sebastián Albella ha sido máxima por cuanto se ha intentado que diera marcha atrás en la decisión de autorizar una operación corporativa de la máxima relevancia en el mundo de las infraestructuras.
Fomento y Energía alarmaron a la CNMV, entre el 25 y 26 de septiembre de septiembre, de que Atlantia no les había pedido autorizacionespara hacerse con Abertis, pese a lo que el regulador bursátil dio por buena la ofensiva del grupo italiano y autorizó su opa el 9 de octubre. Con ello se abrió un plazo de aceptación que fue frenado por la opa competidora de Hochtief el 19 de octubre, aunque hubo margen para que el consejo de Abertismanifestara su opinión favorable al proyecto industrial propuesto por Atlantia, y desfavorable en lo que toca al precio.
Esta opa originaria por Abertis fue anunciada el 15 de mayo, presentándose el folleto ante la CNMV un mes después. Para entonces Atlantia tenía cerrado un crédito multimillonario que cubría su oferta de 16,50 euros por cada título de Abertis, que fue tasada en 16.400 millones. La oposición de Fomento y Energía empezó a esbozarse en el verano a la vista de que el grupo que dirige Giovanni Castellucci avanzaba en la petición de permisos en los distintos mercados en que opera Abertis, pero no solicitaba en España un análisis del Gobierno por el cambio de control en concesiones de autopistas y en las órbitas satelitales operadas por Hispasat, controlada por la compañía opada.
Fomento defiende su requerimiento de anulación de la opa italiana ateniéndose la Ley de Autopistas de 1972 y al Decreto 215/1973 sobre el sistema concesional
De la Serna alude a la Ley de Concesiones
Fomento defiende su posición ateniéndose la Ley de Autopistas de 1972 y en el Decreto 215/1973 sobre el sistema concesional. Abertis opera más de 1.500 kilómetros de carreteras de peaje en España, con un 59% del mercado concesional en sus manos. El ministerio de Íñigo de la Serna recordó a la CNMV en su carta de septiembre que cuando una opa requiera de la autorización o no oposición de cualquier otro organismo, podrá presentarse la solicitud de autorización de la oferta sin atenderse el citado trámite, pero “la CNMV no autorizará la oferta hasta que no se le acredite la obtención de la correspondiente autorización, no oposición, o simple notificación”.
La CNMV trasladó las misivas a Atlantia y esta insistió en su posición de no someter sus planes al visado del Gobierno. “A juicio de Atlantia no es necesaria autorización en España en relación con la toma de control directa de Abertis e indirecta de su grupo de sociedades”, explicaba en el folleto la empresa participada por la familia Benetton. En cuanto a Hispasat, Atlantia ha venido argumentando que la opa de Abertis supone un cambio de control sobre esta última y no la enajenación de acciones del operador de satélites.
También reiteró la italiana que ni Abertis ni la propia Hispasat tienen por objeto social actividades relacionadas directamente con la defensa nacional, por lo que descartaba una suspensión del régimen de liberalización de la inversiones exteriores en España, que prevé el Real Decreto 664/1999, y no entendía como obligatoria la autorización del Consejo de Ministros. Pese a ello, siempre se mostró abierta a “atender a los intereses estratégicos del Reino de España en relación con la gestión y eventual destino del 57,05% de Abertis en Hispasat”, describió en el folleto de la oferta.
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