Podemos decir que 2017 ha sido un buen año para el empleo, al menos desde que entramos en crisis. El paro registrado ha bajado en 290.193 personas en el conjunto del año, lo que ha dejado el número total de desempleados en 3,41 millones, la cifra más baja que se registra en un mes de diciembre desde 2009.
En términos de afiliación las noticias son incluso mejores. El sistema acabó 2017 con el mejor dato interanual de creación de empleo de la serie histórica, en términos homogéneos. El año se cerró con 611.146 ocupados más y con 18,4 millones de personas trabajando, el segundo mejor dato desde diciembre de 2008.
Pero no es oro todo lo que reluce. Si nos fijamos lo ocurrido en los años anteriores, vemos que la reducción del desempleo ha perdido cierta fuerza en la economía española. En 2016 el paro bajó casi en 400.000 personas y en 2015 se registraron 350.000 parados menos.
Además, aunque el desempleo bajó en 61.500 personas en el mes de diciembre, los últimos descensos del año no han sido suficientes para compensar las subidas registradas tras la campaña de verano. Esto hace que el número total de parados acabe el año por encima del mínimo de 3,3 millones que marcó en julio de 2017
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