Las comunidades acusan de chantaje a Montoro por retener parte de la financiación autonómica
Hacienda congela unos 4.230 millones de euros ante la falta de presupuestos.
La mayoría de los Gobiernos autonómicos han puesto el grito en el cielo esta semana al conocer la intención del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de congelar una parte de los fondos comprometidos a las regiones, ante la falta de Presupuestos Generales del Estado de 2018. "Chantaje" es la palabra más repetida entre los consejeros del ramo y los presidentes autonómicos.
En concreto, Montoro habría anunciado la congelación de fondos por valor de 4.230 millones de euros, según ha calculado el periodista Jesús Sérvulo de El País. Esta es la diferencia entre el dinero que recibieron las comunidades autónomas en 2017, unos 100.004 millones de euros, y los fondos que estaba previsto repartir este año. Al no haber presupuestos, Hacienda pretende repartir la misma cantidad que en el ejercicio anterior.
Este dinero que se entrega a las comunidades procede de lo recauda el Estado cada año en impuestos. Hacienda reparte el equivalente al 98% de la recaudación de impuestos compartidos. Es decir, un 50% de la recaudación del IVA va para las comunidades, un 50% del IRPF y un 58% de los impuestos especiales.
Esta es la principal vía de ingresos de las regiones, que también pueden recaudar por sí mismas a través de impuestos propios como sucesiones y patrimonio. Esto ocurre así en todas las comunidades, excepto Euskadi y Navarra, que tienen sistemas fiscales propios.
Un reparto histórico
Fue el propio Ministerio de Hacienda quien anunció a bombo y platillo el pasado mes de julio en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que la financiación autonómica sería histórica, alcanzando un importe total de 105.040,75 millones de euros. Se trataría de la mayor cuantía aportada nunca a las regiones. Esa cantidad se divide en dos partes: las entregas a cuenta (95.995,36 millones) y la previsión de liquidación de 2016 (9.045,39 millones).
Es importante tener en cuenta que, independientemente de que Montoro congele estos fondos de manera puntual, el sistema de financiación se liquida dos años después. Es decir, las regiones recibirán este año la diferencia entre lo que realmente les corresponda de lo recaudado en 2016 y lo entregado hace dos años. Es más, muchas regiones todavía se encuentran devolviendo al Estado los desajustes que se produjeron en los ejercicios 2008 y 2009. Este año las regiones recibirán 9.045 millones pendientes de hace dos años.
El problema reside en que las comunidades autónomas habían elaborado los presupuestos regionales, y posteriormente aprobado en los parlamentos autonómicos, con las previsiones facilitadas por Hacienda. Sin embargo, esta semana se han enterado por una carta de la secretaria de Estado de Administración Territorial, Beatriz Navarro, que recibirán cada mes un importe inferior a lo previsto inicialmente.
Sin presupuestos, no hay más dinero
Hacienda asegura que no tiene margen para incrementar los fondos de la financiación autonómica debido a la prórroga presupuestaria. Sin embargo, el Ejecutivo ni siquiera ha llevado el anteproyecto de los Presupuestos de 2018 al Consejo de Ministros, ante la previsible falta de apoyo parlamentario para su posterior aprobación. El PNV no parece dispuesto a dar su voto a las cuentas del PP hasta que no cambie la situación política en Cataluña.
Ante la negativa de los nacionalistas vascos, la presión de Montoro se dirige hacia los socialistas, que durante la etapa de la gestora pactaron algunas medidas como el techo de gasto o la subida de salario mínimo.
El presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, ha afirmado que el Gobierno "está jugando con fuego" al retener parte de la financiación, en declaraciones recogidas por la agencia EFE. Puig ha calificado de "anomalía en el funcionamiento de las instituciones" la vinculación de los presupuestos con la financiación autonómica.
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