lunes, 7 de agosto de 2023
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Asturias, «refugio climático»: así valoran los expertos el nuevo reclamo turístico
Carmen Liedo
ASTURIAS
Advierten que en la región también subirá la temperatura media e instan a prepararse para el futuro planificando la actividad económica y turística
07 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
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Asturias ha buscado históricamente la forma de atraer turismo y en ese empeño nuestra comunidad continúa aprovechando las cualidades intrínsecas de la región y también cualquier factor circunstancial que surja. La exposición temporal Asturias, belleza categórica que a comienzos del verano de 2020 se inauguró en el Museo Nicanor Piñole exhibió 14 carteles turísticos con los que a lo largo del siglo XX se promocionó el Principado para captar veraneantes. En los años 80 del siglo pasado se instauró como marca turística el conocido eslogan «Asturias, paraíso natural», un eslogan efectivo con el que se ha puesto y se pone en valor el paisaje y la naturaleza de este territorio puesto que ha sido un eslogan duradero que se mantiene en la actualidad.
El caso es que en los últimos años el «Asturias, paraíso natural» se ha combinado con alternativas de promoción oficiales, como los eslóganes «Saboreando Asturias» (2006) o «Asturias, lo dice todo el mundo» (2010), y con reclamos turísticos extraoficiales, como lo fue en 2020 la marca «Asturias libre de coronavirus» que llevó a la comunidad a los comentarios de medios nacionales e internacionales. El último reclamo turístico circunstancial sobre el que se ha puesto el foco a nivel mediático y político es el de «refugio climático», y es que mientras en el resto del país se suceden las olas de calor con temperaturas por encima de los 40 y 42 grados, el norte se mantiene con temperaturas máximas que oscilan entre los 20 y los 25 grados. De hecho, en lo que va de verano, sólo en tres jornadas se superó el umbral de referencia de impacto en la salud por altas temperaturas, que para la comunidad se ha fijado en 26 grados. Pero ¿es realmente Asturias un «refugio climático»? ¿qué opinan los expertos del nuevo reclamo turístico?
Manuel Maurín, profesor de Geografía en la Universidad de Oviedo, deja claro de mano que a Asturias, como al resto del mundo, le está afectando el cambio climático a tenor de las temperaturas que, sin ir más allá en el histórico, ha tenido la comunidad el pasado invierno y en primavera, por lo que, a su entender, el Principado «no es un refugio climático» o, en todo caso, «es un refugio temporal o transitorio». No obstante, matiza que «si entendemos refugio a nivel natural como un espacio que queda a salvo de un fenómeno, como espacio al que no le afecta, entonces Asturias no es un refugio climático» y, por tanto, dice que «es equivocado hablar de refugio climático».
A la anterior explicación añade las estadísticas climatológicas: «el año pasado, las temperaturas batieron el record histórico por lo excepcionalmente altas» al registrarse «temperaturas anómalas» en las diferentes estaciones. «Así, me parece que la realidad en Asturias es igual que en el resto de España, aquí también están subiendo las temperaturas de manera anormalmente rápida», indica Maurín, que precisa que «en los últimos cinco o seis años, los registros térmicos han sido excepcionalmente altos».
Por lo que entiende que se utiliza la construcción «refugio climático» en la región es «porque se parte de un clima con un histórico de temperaturas más suaves que en la España Mediterránea», aunque es partidario de que no se compare una zona de la península con otra, sino que la comparación que hay que hacer es «de los datos del presente con los del pasado y la previsión de futuro». «Lo que está claro es que en todos los sitios hay cambios pero que no se producen con la misma intensidad, aunque aquí también hay un cambio preocupante», apostilla. En todo caso, se refiere al «efecto moderador» que hace el mar Cantábrico y la cordillera Cantábrica: «es un mar más fresco y fluido en lo que a corrientes y efectos de la termodinámica se refiere, pero el aumento de las temperaturas también está afectando», asegura el profesor de Geografía, que recuerda que el pasado mes de junio «la gente estaba muy contenta porque el agua del mar estaba a 22 o 23 grados, y eso también es un record».
Otro dato que aporta es que la temperatura media histórica (de 30 años seguidos) del mes de agosto estaba en menos de 20 grados y ahora esa temperatura media en el mes más cálido del periodo estival ya es más elevada y «uno o dos grados de diferencia es mucho cuando hablamos de clima y en pocos años».
Así, Manuel Maurín dice entender que se utilice lo de «refugio climático» para aprovechar la oportunidad en lo que a turismo se refiere, pero dice que «lo que hay que advertir que lo que viene detrás de esta bonanza desde el punto de vista turístico, es también un problema porque lo que ocurre con anterioridad en otros lugares, también va a ocurrir aquí», por lo que se atreve a decir que el eslogan puede resultar atractivo como reclamo turístico pero que es «irresponsable y oportunista» porque va a ser una situación transitoria. Por tanto, a lo que insta es «a no frotarse las manos y pensar en esta ganancia y oportunidad para prepararnos para el futuro» planificando y ordenando el territorio para la actividad económica y turística.
Incremento de la temperatura en Asturias
Por su parte, Ricardo Anadón, profesor de Ecología en la Universidad de Oviedo y experto en cambio climático, relativiza el reclamo «refugio climático»: «Es lo mismo que pasa con el eslogan «Asturias, paraíso Natural» si vas a Natahoyo o a Aboño», señala el mismo, que manifiesta que ahora el reclamo puede tener «algo de realidad, pero no toda la realidad» porque si bien ahora el norte de España todavía tiene veranos más suaves que la zona mediterránea, «con el cambio climático se está produciendo un incremento de las temperaturas en todas partes, aunque es cierto que hay sitios que se calientan más que otros». Es más, asegura que los primeros modelos del cambio climático ya predecían que «el norte se iba a calentar menos, pero que se iba a calentar».
La situación de Asturias, con un aire del mar más frío y una cordillera de este a oeste que hace que se acumulen las nubes, salvaguarda a la región de la llegada de la radiación solar, explica Anadón, que matiza que, de todos modos, el incremento del CO2 en la atmósfera y los gases de efecto invernadero harán «que en Asturias suba cuatro o cinco grados la media, mientras que en el sur de España subirá siete u ocho grados». «Por tanto, a tenor de lo anterior lo de refugio climático es relativo», traslada el profesor de Ecología, que no obvia que «aunque que suba la temperatura puede parecer bueno para Asturias por el turismo, también hay que verlo desde el punto de vista de disponibilidad de agua», porque recuerda que ya está habiendo un descenso de la pluviosidad «y va a seguir disminuyendo», agrega.
Además, también apunta que si en Asturias hace más calor, «también hace más bochorno», y se muestra convencido de que «eso pasará con más frecuencia» al igual que cada vez son más frecuentes los vientos del Sáhara que hacen aumentar las temperaturas en el sur de España.
«Esto hay que tomarlo con tranquilidad y no pecar de triunfalismo», manifiesta Ricardo Anadón, quien tiene claro que «nadie está libre de esos fenómenos de altas temperaturas».
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