Espectacular, casi la cuarta del PIB mueve la economía sumergida.
La economía sumergida mueve 200.000 millones
Supone el 23% del PIB y afecta a más de un millón de trabajadores de los que el 60% son asalariados en paro y el resto ‘mileuristas’ y autónomos
A pesar de la dificultad que conlleva cuantificar lo que no se ve, diferentes organismo como el Instituto de Estudios Fiscales, el Banco Mundial y la propia Unión Europea sitúan la economía sumergida española diez puntos por encima de la media. Las actividades más afectadas por el trabajo no declarado, TND, son las relacionadas con la construcción, la educación, las actividades sociales y sanitarias. Los técnicos de Hacienda consideran que la Agencia Tributaria podría reducir el impacto en el PIB, al menos hasta el 16%, si se activara un plan eficaz para aflorar más de 115.000 millones.
La crisis es el abono perfecto para un desarrollo robusto de la economía sumergida. Y, precisamente en estas circunstancias, calcular su volumen es algo tan difícil como medir lo que está oculto. Estamos viviendo uno de los años más duros de la historia reciente lo que supone su mejor carta de presentación.
A pesar de la dificultad que conlleva cuantificar lo que no se ve, lo irregularmente cotidiano, diferentes estudios de diversos organismos como el Instituto de Estudios Fiscales, el Banco Mundial y la propia Unión Europea, sitúan la economía sumergida española en una horquilla comprendida entre el 20% y el 25% del Producto Interior Bruto, frente a una media de la zona euro diez puntos por debajo, es decir, aproximadamente del 13%. Valores que los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda, concretan más, y precisan que el dato español se coloca en el 23%, lo que supone mover aproximadamente 208.000 millones de euros, según un informe realizado por este colectivo.
En época de crisis aumenta el incentivo de los trabajadores en paro para aceptar empleos opacos, una circunstancia que saben aprovechar de manera magistral algunos empresarios. Particularmente la desprotección es el mayor y el más pernicioso efecto del trabajo no declarado. "Un solo día desprotegido puede representar una diferencia abismal en su situación económica en caso de accidente, o unos cuantos años, no muchos, pueden ocasionar una severa merma en los derechos de pensión o desempleo", señala un documento elaboradora al respecto por el sindicato CCOO.
Al mismo tiempo, un estudio realizado por la Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA, a través del Observatorio del Trabajador Autónomo que preside el profesor José Barea, estima que aproximadamente un millón de personas forma parte del entramado de la economía sumergida. Según el Observatorio, el 60% de ese millón son asalariados que han perdido su empleo. Otro 20% complementan su actividad en este contexto de precariedad para obtener un sobresuelo, fundamentalmente los denominados 'mileuristas'. Un 8% estaría representado por el colectivo de autónomos que han tenido que dejar de cotizar porque no pueden mantener el pago de sus cuotas a la Seguridad Social y tampoco cumplen con la Hacienda Publica. El 12 % restante se agruparía bajo el epígrafe de "grupo sin trabajo conocido".
La construcción lidera el TND
Se trata de una clasificación que considera adecuada el colectivo de técnicos de Hacienda para añadir que las actividades más afectadas por el trabajo no declarado, TND, son las relacionadas con la construcción, entre otras, electricistas, fontaneros, albañiles, carpinteros, etc, que se dedican a lo que denominamos comúnmente 'chapuzas', es decir, a pequeños trabajos domésticos. También profesiones directamente vinculadas a la educación y a las actividades sociales y sanitarias como los cuidadores de enfermos y ancianos. El sector del transporte ligero, porte y mudanzas, es fuente del trabajo no declarado como los profesionales liberales en la categoría de contables y asesores.
Según los técnicos de Hacienda, las dos grandes bolsas de fraude que existen son las operaciones de compraventa protagonizadas por empresas de la construcción y del sector inmobiliario y las actividades derivadas de ejercer profesiones liberales.
Los técnicos consideran que la Agencia Tributaria podría reducir el impacto sobre el PIB de la economía sumergida en 10 puntos porcentuales, al menos, si activara un plan eficaz de lucha contra el fraude. Esto significa que aflorarían cerca de 90.000 millones de euros además de la recaudación, vía impuestos, por encima de los 25.000 millones.
Evadir impuestos y cotizaciones
También ha sido estudiado el incremento de la economía sumergida, difícil como hemos dicho de determinar por la naturaleza no regulada de su actividad, por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal, AGETT. Señala en un informe que, el trabajo no declarado, está orientado a la evasión de impuestos y cotizaciones. Los canales por los que se expresa esa orientación son "la existencia de una demanda heterogénea y variopinta de servicios directos para hogares y personas de difícil formación contable. También la reestructuración industrial y la desintegración vertical de este sector conllevan la aparición de una larga cadena de subcontratación que va desde las manufacturas hasta la prestación de servicios profesionales. En tercer lugar, la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, han propiciado la prestación de servicios por vías poco proclives, al menos hasta la fecha, a la fiscalización". El estudio coincide con lo que al respecto señalan desde el Instituto de Estudios Fiscales. "Entre los trabajadores no declarados es muy frecuente encontrar aquellos regularizados que, sobre todo en tiempos de crisis, complementan sus ingresos mediante actividades opacas al fisco, sea en el mismo puesto de trabajo, por ejemplo horas extras no declaradas, sea fuera de su entorno laboral". En estos casos no se puede hablar de trabajadores poco cualificados. "Se pueden encontrar también personas oficialmente inactivas como estudiantes, jubilados y amas de casa, que realizan tareas no declaradas. Los parados suelen 'trabajar' en este tipo de actividades cuando no tienen prestaciones y el colectivo de inmigrantes, prácticamente al 90%, tiene su primera relación laboral con estas actividades no declaradas.
Los indicios que según los expertos son fundamentales para reconocer el fraude es que, por ejemplo, la caída de la recaudación por IVA es más intensa que la desaceleración del consumo y que el paro crece menos que el descenso de afiliados cuando debería ser al revés.
Según un informe de coyuntura de Funcas teniendo en cuenta los últimos meses de 2008, y en una hipótesis conservadora, "una caída media de 165.000 afiliados más un promedio de 30.000 nuevos demandantes de empleo, debería ser coherente con un incremento del paro registrado en el entorno de las 200.000 personas cada mes. Sin embargo, el crecimiento medio ha sido de 135.000 desempleados. La diferencia de 65.000 personas es, señala el informe, un claro indicio de economía sumergida.
Y es que, en la encuesta de población activa, EPA, se pregunta al entrevistado si trabajó o no en un determinado periodo de tiempo, al margen de sí estuvo dado de alta, o no, en la Seguridad Social.
Los datos de recaudación de la Agencia Tributaria también son fuente de indicios de que podría estar aumentando, en la práctica, lo de: ¿con IVA o sin IVA?. Y estos según los expertos constituye otra pista clarísima del aumento de la economía sumergida, algo que no interpreta del mismo modo la Agencia, que niega la existencia de datos de recaudación que respalden esta tesis. Lo cierto es que, las cifras del Ministerio de Economía y Hacienda, la recaudación por este impuesto ha pasado de 1.142 millones en enero de 2008 a 763 en el mismo mes de este año, lo que supone un reducción del 33,2%. Los técnicos de Hacienda no comparten la explicación de la AEAT, que alega el traslado de la mayor parte de estos ingresos al mes de febrero.
España, en el grupo de cabeza
Un informe de la AGETT, la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Tempora, elaborado con datos de la OCDE señala que, en vías de desarrollo la economía sumergida puede llegar a representar más del 70% del PIB oficial, mientras que en los países en transición, la economía sumergida es mayor si se trata de países de la extinta URSS, hasta un 35% del PIB.
Por lo que a los países desarrollados, OCDE, se refiere, el estudio de AGETT precisa que el peso de la economía sumergida asciende al 17% del PIB oficial, pero con grandes diferencias por países con una horquilla que va del 7,8% de Suiza al 30,1% de Grecia. Entre medias se encuentran los porcentajes registrados en países como Austria 8,6%, Estados Unidos 8,8%, Italia 27,2% o España 23%. En el caso español, el peso de la actividad de la construcción en el modelo productivo y la masiva llegada de inmigrantes han contribuido a incrementar las cifras en los últimos años. En este sentido y precisamente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico alerta de que unos 1.800 millones de personas, es decir el 60% de la población activa mundial, trabaja sin contrato de trabajo ni prestaciones sociales, una cifra que podría aumentar hasta los dos tercios en 2020.
Los autores del informe advierten de que "el empleo irregular tiene un coste" en primer lugar por la precariedad de los trabajadores, sometidos al riesgo de una caída de los salarios en tiempos de crisis, ante la competencia de los despedidos del sector formal, y por una ausencia de protección social que los expone a la pobreza.
Al mismo tiempo, reconocen que el recurso a estos circuitos puede tener efectos positivos en el desarrollo económico de ciertos países donde las formalidades administrativas son un obstáculo a la creación de empresas.
Ana Sánchez Arjona
Esta semana
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